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Los sueños razonables no inspiran a nadie” Mario Alonso Puig

Mi sueño: trabajar y generar inteligencias colectivas unidas a través de manos tendidas e inquietudes en común. Buena noticia: lo voy logrando 🙂

Mientras escribo, entre reuniones, aprovecho para conectar con TEDxGranVia y escuchar a Mario Alonso Puig hablar de las espinas dendríticas de Cajal que se encuentran en las sinapsis cerebrales que conectan las cien mil millones de neuronas del cerebro humano. Son llamadas así porque fueron descritas por primera vez por Santiago Ramón y Cajal en 1888. Os recomiendo leer el artículo El cerebro humano tarda en madurar de Juan Ignacio Pérez Iglesias, ex-catedrático de fisiología y ex-rector de la UPV y coordinador de la cátedra de cultura científica. Investigando acerca de las espinas dendríticas me he encontrado uno de los mejores blogs que he visitado durante el último año. En general el blog de Juan Ignacio me parece fascinante por la cantidad de información útil que ofrece de forma abierta y rigurosamente trabajada. Sin duda ha sido un gran descubrimiento y quería compartirlo con vosotros.

Mario Alonso habla en este momento de que una persona apasionada y motivada multiplica el número de espinas de sus conexiones sinápticas en el cerebro. No logro encontrar un apoyo en forma de documentación científica que avale esta afirmación pero trabajaré en ello. Lo que sí sabemos, como se encargaron de recordarnos en Brain Campaign, es que todas nuestras neuronas compiten y cooperan entre sí al mismo tiempo. Allí también nos explican cómo funcionan el aprendizaje y la memoria a corto, medio y largo plazo dentro de nuestro cerebro.

En este sentido uno de los estudios más fascinantes y rigurosos que he leído sobre la relación entre el aprendizaje y la memoria en nuestro cerebro es el de Ignacio Morgado, de la UAB, que habla sobre Psicobiología del aprendizaje y la memoria (2005). El Dr. Morgado también ha realizado recientemente un genial artículo para la también trabajada revista MERCURIO editada por la Fundación Jose Manuel Lara (descargable integramente en .pdf) sobre divulgación científica. En 2009 entrevistaron a Ignacio en tres14, un magnífico programa de RTVE que procuro seguir y en cuyo capítulo se habló de la consolidación y destrucción de la memoria. El Dr. Morgado también participa en un master que me parece interesante para el estudio de la psicobiología y el comportamiento del cerebro humano: el Master de Psicobiología y Neurociencia cognitiva que me parece muy atractivo para cursar. Ha escrito también el artículo Cuando el barco se hunde, sangre fria sobre la prevalecencia del instinto sobre la pasión y la emoción en situaciones límite y sobre cómo actúa el ser humano en estas situaciones. Me ha encantado leerlo y descubrir gracias a él otro artículo titulado Cómo el cerebro nos hace sentir ubicados en nuestro cuerpo. Además ha colaborado con una más que interesante revista, Avances en Supervisión Educativa. El artículo que me parece espacialmente útil para aquellos que trabajamos el aprendizaje es Claves científicas para una educación de calidad en el que establece símiles entre el comportamiento neuronal y la activación de mecanismos de aprendizaje mediante las características de plasticidad cerebral en edades tempranas y el aprendizaje por comparación y contraste. Personalmente identifico este artículo como un texto inspirador de la belleza de nuestra propia naturaleza. Aquí dejo una prueba:

Ahora sabemos también que una de las funciones del sueño consiste en favorecer y consolidar lo que aprendemos durante el día, por lo que intercalar períodos de sueño nocturno entre sesiones de aprendizaje es también una buena manera de robustecer las memorias.  De ahí también que sea más útil estudiar poco con frecuencia que mucho pocas veces. El aprendizaje intensivo en vísperas de una prueba o examen puede servir para pasar la prueba si no es demasiado complicada, pero no sirve para consolidar el conocimiento adquirido ni para darle flexibilidad. El aprendizaje intensivo y poco distribuido tiende a formar memorias rígidas y hace por tanto que se fracase en las pruebas que se presentan con una estructura cambiada respecto a la que se utilizó para adquirirlo. El experimento anteriormente citado de alumnos norteamericanos mostró también un mayor rendimiento en los que estudiaron en varias sesiones comparados con los que lo hicieron en una sola.

Hay modos diferentes de enseñar pero los más eficaces son por tanto los que asumiendo a priori las características del conocimiento que se quiere transmitir (p.e. rigidez vs flexibilidad en la expresión del mismo) incitan la estructura cognitiva necesaria para guiar el aprendizaje favoreciendo los procesos cerebrales requeridos en cada caso. El aprendizaje activo es siempre la clave, tanto si se trata de repetir para adquirir hábitos como si se trata de reconstruir la información para establecer las relaciones funcionales que dan flexibilidad a las memorias.  Nada de ello se opone a la llamada libertad de cátedra, pues son muchos y variados  los procedimientos pedagógicos que permiten alcanzar esos objetivos. Pero sí se oponen a ello las rigideces en la planificación académica y los procedimientos que impidiendo esa libertad acaban convirtiendo la enseñanza en rutinas burocratizadas. En definitiva,  no son muchas las reglas verdaderamente críticas para una enseñanza de calidad, incluida la que permite a cada enseñante adaptarlas a sus propias condiciones y experiencia.”

¿Qué tienes en tu cabeza? Esta es una de las respuestas de la artista milanesa Sara Asnaghi pero hay más: esponjas, arroz, chili, azúcar, periódicos, café, alubias, pasta, sal,…

En resumen, y antes de volver a mis proyectos del día a día, creo que tenemos dos grandes herramienta de trabajo y de inspiración de las que no conocemos mucho: La primera de ellas es casi inabarcable para el entendimiento humano aunque nacemos y vivimos en ella. Se llama UNIVERSO, y empezamos a entenderlo ahora. La segunda la utilizamos para comprender la primera y relacionarnos con los demás, para desarrollarnos como personas y para digerir la realidad en formatos extraordinarios. Se llama CEREBRO y tiene una parte emocional, otra racional y otra relacional, como hablaba con mi amigo Rafa Agramunt el viernes. A todos los amigos que me pregunten para qué sirve conocer esto (si es que necesitan pruebas más evidentes), personalmente me ha servido para ganar el libro de mi amigo Virginio Gallardo: “Liderazgo transformador: Supervivencia directiva en la Era de la Innovación” 🙂

Nota: Con Virginio pude hablar largo  tendido más de 2 horas la semana pasada y estuvimos compartiendo visión y perspectiva sobre cómo lograr el cambio en las organizaciones actuales. Coincidimos en la misma respuesta que muchos: a través de las personas, esas grandes olvidadas. Virginio ha diseñado un viaje de las ideas para el cambio, y otros como Koldo Saratxaga han hablado de que no existe conocimiento en las organizaciones sin las personas y que ambos conceptos son indisociables en contra de lo que hasta ahora hemos entendido. Si completamos estos viajes a las ideas y a las personas con un Viaje al universo neuronal (libro publicado por FECYT en 2007 en el que también participa el Dr. Morgado) podremos encontrar una ecuación de trabajo interesante:

CEREBRO (emocional, racional, relacional) +

CONCIENCIA DE REALIDAD + 

IDEAS DE CAMBIO =

TRANSFORMACIÓN

Puede ser tan solo una respuesta a la pregunta de Sara Asnaghi pero tú puedes tener otras… 🙂

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