Seleccionar página

david

 

Tengo algunos fotogramas de su vida grabados en mi mente como esa cara B que siempre entusiasmaba en las casetes:

ANVERSO

Disimula su miedo en las tinieblas. Las numerosas terminaciones nerviosas de su alma se agitan con un leve movimiento. Cualquiera de sus gestos se enmarca en un diálogo fluido con su entorno. La gran mayoría de la gente le entiende como extraño. Ha pensado a veces que podía vivir solo. Nunca antes se le había ocurrido que podía hacerse viejo. En su escala de valores nada es más rentable que una vida que alimente a otras. De cuando en cuando traslada su cuerpo y su maleta a otras estancias, dentro o fuera de su casa. Construye narraciones de misterio en mitad de un territorio de certezas. En un tiempo en que todo parece haber sido explorado, ha permanecido vivo como un generador insaciable de fronteras. Diseñó un mundo de palabras para defenderse de una realidad de hechos. Cada día temió el juicio de las instituciones y los otros. Su miedo hablaba de penas, castigos y sentencias. Pero cada día olvidaba la hiriente verdad de los espejos. Ha vivido y ha sido cuidado por la vida. Pudo haber sido alguien eterno y sin embargo se siente una estación en  la que ahora nadie baja.

REVERSO

Un diminuto tejido de buenas intenciones gobierna cada uno de sus pasos. Se hiere y se amenaza, se juzga con tan alta dureza que apasiona. Habla en alto a su cuerpo y no todas las partes le responden. Se conoce. Uno siente a su lado que deja bailar a su conciencia. Es libre, al menos de los otros. Le encanta escuchar cualquier tipo de ruido que parezca una palabra. Para él los sentidos son una burocracia. Su vida es un aullido intermitente. Lo ha dado todo pero todos sabemos que siempre queda algo. Y entonces se levanta. Y baila. Y desordena cualquier estructura mental e impulso. Para todos sus amigos ha sido siempre la música de fondo que acompañaba un buen momento. Hoy ha conseguido demostrar que la ilusión es una ciencia exacta 😉

Gracias.

Share This