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Erin Gruwell con los chicos de Freedom Writers ya crecidos en una foto de 2006.

Tengo ya muy enfocada mi próxima inmersión gracias a la genial peli Freedom Writers (Richard LaGravenese, 2007) que ahonda en una historia real extraordinaria. Las inmersiones de aprendizaje son procesos de investigación auto-inducidos que realizo a partir de una temática o una historia concreta hasta llegar a lo que considero mi máximo nivel de profundidad imposible 🙂 Así he conocido durante los últimos años diferentes realidades experienciales y teóricas y la idea es ir perfeccionando estas inmersiones hasta hacer de mi vida una inmersión continua. No existe método ni pautas concretas, solamente se trata de trazar un camino con el ánimo de no respetarlo, experimentando alternativas de forma iterativa, estudiando hasta la extenuación cada una de ellas y extrayendo conclusiones aplicables. Pues bien, como digo, tengo ya muy enfocada mi próxima inmersión.

La Freedom Writers Foundation aglutina a unos chicos criados en el violento distrito de Long Beach (California) que estudiaron durante 4 años con Erin Gruwell y lograron superar sus problemáticas realidades para salir adelante. Lo hicieron en contra de un sistema educativo anquilosado, en contra de sus propias realidades inmediatas (asesinatos, violencia de género, cárcel, pobreza, hambre,…) y en contra también de un modelo de vida prefijado. Gracias al sacrificio y a la voluntad de superación de Erin Gruwell (se pluriempleó para poder pagar los materiales de sus alumnos ante la negativa de la escuela y vivió un proceso de divorcio)  se sentaron las bases de un modelo pedagógico basado en HACER, ESCRIBIR y fomentar el conocimiento aplicado. Los chicos pudieron trascender barreras tribales entre negros, chinos, latinos y blancos y generar un clima de equipo que les llevó incluso a terminar estudios universitarios y ser un ejemplo para los adolescentes de su edad.

Mi inmersión durante el próximo mes va a focalizarse de forma combinada (ya sabéis que no solo hombre de una sola inquietud) en todo lo que estoy llevando a cabo y en conocer la historia de esta promoción de 1994 de la clase 203 del Woodrow Wilson High School. Para ello en primer lugar me he planteado leer los siguientes libros que acabo de ordenar por 42,31 EUR en total:

The Freedom Writers Diary : How a Teacher and 150 Teens Used Writing to Change Themselves and the World Around Them (1999) escrito por los propios alumnos que vivieron la experiencia de aprendizaje

Teach with your heart: Lessons I learned from the Freedom Writers (2007) escrito por la propia Erin Gruwell.

Teaching Hope: Stories from the Freedom Writer Teachers and Erin Gruwell, (2009) escrito por alrededor de 150 profesores que han seguido los métodos de Erin Gruwell en Canadá y Estados Unidos gracias a la labor de la Fundación.

Sin haber indagado en profundidad veo mucho más que paralelismos con mi forma de entender el aprendizaje en equipo y la inteligencia de equipo. El segundo paso, tras leer estos libros, será ponerme en contacto con la Fundación para establecer posibles lazos y compartir experiencias y oportunidades de mejora.

Os recomiendo leer el artículo PICKING UP PENS, NOT GUNS en Vision Magazine. En él se relata de forma más detallada la historia de estos superhéroes. 

#innochat: El triunfo de lo amateur

Hackear la empresa-escuela es solo el primer paso. El segundo es interiorizar que tú eres la escuela 🙂

Este artículo nace como respuesta a un debate que lanzaba mi amigo Chema Cepeda y que a mí también me inquieta y que compartía en un foro profesional hace poco. Os copio la reflexión de Chema:

CHEMA: Quiero trasladar aquí con vosotros un debate en el que participé en Facebook hace unos días. El tema es si las titulaciones hoy en día son necesarias para acceder y/o desarrollar un trabajo. Sobre todo me gustaría saber vuestra opinión sobre si es necesario siempre, en algunos casos y con qué fines. Últimamente he estado reflexionando sobre este tema a raíz de varias ofertas de colaboraciones de trabajo que me han hecho totalmente ajenas a mi titulación (Enfermero de Emergencias) y másvinculadas a mis inquietudes y aprendizajes paralelos, basándose en el perfil que de ellas se va creando.

En un mundo en el que el aprendizaje cada día es más social y de tipo informal ¿están las titulaciones sobrevaloradas? ¿Sirven como índices de calidad o de capacidades? Además, por otro lado, estamos viviendo una auténtica escalada de titulaciones. Hoy en día no te vale con ser titulado, sino que además te exigen máster o doctorado. What’s next?

En mi caso concreto, considero que mi titulación me ha dado las herramientas básicas para obtener y desarrollar mi profesión, pero alrededor del 80% de mi desarrollo profesional ha sido posterior y por iniciativa y aprendizaje propio. ¿Podría por ejemplo una persona sin la carrera de medicina trasplantar un corazón? Parece que sí y de hecho todo hace indicar a que posiblemente fue la primera persona que lo hizo http://es.wikipedia.org/wiki/Hamilton_Naki

Personalmente creo que sí son necesarias para acreditar unos “mínimos” de calidad en el desempeño profesional en algunos casos, pero por otro lado hoy en día puedes obtener cualquier aprendizaje sin pisar una Universidad y eso no significa que no sepas hacerlo, incluso por encima de los que sí tienen la titulación.

En la nueva sociedad del conocimiento ¿es necesario redefinir el aprendizaje y las capacidades individuales? Es un tema complejo, pero me gustaría conocer vuestra opinión

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El profesor Enrique Tierno Galván, inhabilitado por el franquismo, vuelve a la Universidad. Conferencia magistral en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía de la Universidad Complutense. Madrid, 10 de febrero de 1976. Copyright: Manuel López. La maestría no rivaliza con los nuevos modelos de aprendizaje. No todos sabemos y hemos experimentado tanto pero todos somos maestros de nuestro propio aprendizaje. Cada uno de nosotros es maestro de la mejor versión de sí mismo.

VORPALINA: Yo creo que lo que comentas tiene todo que ver con el debate que siempre mantengo en relación al triunfo de lo amateur y la descentralización de la propiedad sobre el conocimiento. Creo que las titulaciones que fueron ideadas para un entorno social post-industrial deben reinventarse. En este entorno imperaban principios como la ética del trabajo como sacrificio y todo el ecosistema de vida giraba en torno a la profesionalización y la lucha por la supervivencia a través de la superación de clases. La tradicional disputa entre el Estado y pueblo se ha dirimido en las últimas décadas a favor del pueblo, no como sustento de la masa sino como suma de talentos lo suficientemente revolucionarios.

El sistema de regulación colectivo al que llamamos Estado articuló un constructo inteligible para todos en el que estaban adecuadamente distribuidos los roles y responsabilidades. La base del sistema social que ahora conocemos y en el que hemos sido educados está basada en la propiedad y sin embargo la mayor parte de agentes y motores de cambio en las últimas décadas se han fundamentado en la pertenencia. Lo que nos gusta hacer lo hacemos muy bien y además de una forma mucho más inteligente y productiva.

El concepto de la productividad es también básico a la hora de comprender el nuev escenario. Al actual modelo aún vigente que es herencia del modelo agrícola medieval y que divide el mundo entre clases productivas y clases no-productivas, le deviene un problema inmenso: el gran descontento de la población con las infinitas desigualdades de las que cada vez más -gracias a esa descentralización del conocimiento- es consciente en mayor medida. Dice un sabio que la felicidad tiene en una proporción amplia muchas dosis de ignorancia. Cuando la clase productiva necesitaba una infraestructura de gobierno que garantizase su seguridad e identidad, perdonaba desmanes y abusos en pro del bien común. Sin embargo, ahora, con conocimientos de fácil o libre acceso y cuando los errores de la clase no-productiva (políticos, gobernantes, dirigentes empresariales) se hacen más patentes e inmediatos, resulta más difícil digerir las diferencias.

De algún modo todo esto tiene para mí una explicación sociológica que intentaré exponer.

PRIMEROS 150 años: Superada la estructura rígida de castas de la Edad Media a partir del siglo XV, el humanismo comenzó una larga carrera social encaminada al desgaste de la gobernanza tal y como se había entendido hasta el momento. De la fidelidad a un rey o un señor se pasó a la fidelidad a un pueblo o un contexto físico e histórico concreto: De servir a un señor se pasó a servir a un país. El concepto de castas y propiedad sobre tierras se reconfiguró durante 150 años hasta que a mediados del siglo XVII se daba por hecho en todo el mundo occidental que el Estado-Nación era la unidad social más rentable. Cuidado porque hablo de rentabilidad social pero no de sostenibilidad. De hecho el concepto de Estado-Nación pronto volvió a entrar en conflicto debido a la lucha de intereses entre potencias que pujaban por la primacia de sus respectivas identidades históricas.

SEGUNDOS 150 años: Tuvieron que pasar otros 150 años para vivir el surgimiento de nuevos modelos de gobierno más descentralizados y equitativos que la monarquía. A finales del siglo XVIII (hace relativamente muy poco) y de la mano del liberalismo económico renació un sentimiento democrático que había permanecido oculto desde el periodo de república romano. Este sentimiento colectivo que fue extraordinariamente disruptivo y revolucionario adaptaba los valores griegos a la filosofía de mercado, conceptos aparentemente incompatibles pero que sumados dieron lugar a la ficción de innumerables repúblicas populares a lo largo y ancho del mundo en sus diferentes formatos de gobierno: democracia participativa, democracia representativa, república popular, república presidencial, presidencialismo,.. Basicamente la colectividad mediante un mecanismo artificial de participación indirecta elegía sus representantes de acuerdo a un sistema de méritos primitivo en algunos casos pero espectacularmente avanzado en otros.

TERCEROS 150 años: Poco a poco en los siguientes 150 años el sistema de participación fue cada vez más directo pero a la vez menos participativo y deliberativo en la mayoría de casos. El gobierno ya no era un organismo consultivo sino ejecutivo y por una evolución gradual se produjo un desgaste y un deslinde entre los intereses reales de cada población y sus representantes. En este contexto, parecía lógico que grandes individualismos provocaran un colapso sin precedentes a nivel global. Y así fue. Prematuramente, una década antes de la mitad del siglo XX, el fanatismo y el mesianismo emocional se adueñaron del colectivo y los modelos autocráticos resurgieron en respuesta a una incapacidad flagrante y generalizada para la autarquía. De nuevo la historia se repetía: durante décadas estuvimos viviendo la muerte lenta de la perfección del individuo. Los movimientos democráticos resurgieron con no pocas imperfecciones de facto ya que nos encontrábamos en un periodo de transición social y en un diálogo todavía inmaduro entre gobernantes y gobernados.

HOY: Lo que vivimos hoy, aún a riesgo de caer en el desgaste conceptual de la palabra, es un cambio real de paradigma. Y este cambio es el resultado de una larga descentralización de la gobernanza desde los estamentos de gobierno tradicionales hacia el concepto moderno de ciudadanía. En esta nueva realidad los límites entre gobernantes y gobernados se desdibujan a pesar de las pesadas leyes que interponen fronteras burocráticas. Una voluntad de protagonismo cada vez mayor en la toma de decisiones sostenibles, obliga a cualquier persona a vivir la doble velocidad de la estructura tradicional, sistémica e invariable y una nueva corriente de “hacer las cosas” basada en un acceso semi-transparente a los recursos y al conocimiento. Durante siglos hemos reinventado silos de poder excluyentes en los que “los mejores del mundo” se educaban para educar e iluminar al mundo. En política hemos pasado de la corte a los parlamentos replicando los errores y la deshumanización del primero en el segundo. En educación hemos pasado de los monasterios donde monjes selectos eran dueños de la verdad a las escuelas de negocio donde estrategas que no lo son por mérito se adueñan de la verdad en la gestión. Unos y otros han desvirtuado en el camino las escuelas, las universidades, los institutos y las comunidades de aprendizaje como entornos fiables y socialmente valorados. Sin embargo ahora “los mejores para el mundo” son autodidácticas o adquieren nuevas capacidades y destrezas mediante una colaboración transparente o rivalizan desde lo amateur con las profesiones heredades del modelo postindustrial o proyectan su excedente cognitivo desde las estructuras donde no se encuentran representados o valorados hacia nuevos escenarios de valor infinitamente más productivos y útiles “para el mundo” y para ellos mismos. Esto no significa que las profesiones deban desaparecer sino que deben convivir con la pujanza de lo amateur que no es otra cosa que la suma de diversión, ilusión e interés. Estos tres elementos redefinen el conocimiento hasta el punto de que ya no solo es necesario conocer y vivir un proceso de aprendizaje individual sino además visualizar el conocimiento y vivir un proceso de aprendizaje colectivo (mezclando intereses, hibridando, generando diversidad) que a su vez facilite el aprendizaje INDIVIDUALIZADO. En esta dimensión dejan de tener sentido los grandes patrones educativos generalistas del pasado y nuevos modelos de aprendizaje se abren paso.

Estos modelos en mi opinión están basados en aprender haciendo, en un mayor peso de la experimentación real sobre la investigación teórica y en la superación gradual de la relación de mentorazgo unidireccional e impermeable entre docente-discente por una nueva relación mucho más empática y dinámica entre colaboradores o participantes con intereses comunes. No se trata de eliminar la autoridad del docente sino de ganarla mediante identificación y comprensión del contexto a través de considerarse a sí mismo un discente junto con el resto de integrantes del proceso de aprendizaje. Sobre la base de un conocimiento fundamental que debe ser connatural al colectivo, debemos trabajar no tanto en generar excelentes nodos sino en fortalecer mallas y relaciones lo suficientemente flexibles como para ser generadoras y receptoras de cambios y mejoras continuas. El estatismo intelectual y la rigidez académica generan una insatisfacción social constante que puede superarse sin abandonar la técnica pero puliendo la humanización de los espacios pedagógicos. Se trata de alinear el gobierno de las ideas con el gobierno de las personas. El primero hasta ahora ha ido siempre varios mundos por delante del segundo.

Mis recetas para lograr cambios efectivos y reales se basan en los siguientes factores:

  • Redefinición de los conceptos de cultura, creatividad y conocimiento. Esto implica un estudio exhaustivo de las nuevas posibilidades derivadas de tres nuevos canales cada vez más decisivos en la generación de pensamiento: RED, MULTIMEDIA y MOVILIDAD. La visualización es una forma de creatividad. En cualquier formato útil y amigable. Si no asumimos esto, no sabremos conectar las realidades independientes y seguiremos sin poder establecer un mapa real de lo que nos ocurre. Crear es también recortar, mostrar y enseñar. La red es también eje vertebrador porque hoy en día crear es también interpretar y comunicar. Las comunicaciones son una forma de metacreatividad que hace posible el nuevo arte y el nuevo conocimiento más allá del individuo. Interiorizar este mensaje es clave.
  • Redefinición del concepto de propiedad y autoría de conocimiento (algo que ya se está produciendo muy a pesar de las industrias). Esto implica una redistribución de la riqueza cultural desde los intermediarios hacia los creadores y consumidores de intereses culturales.
  • Reformulación del papel del docente y capacitación empática y redlacional de la clase creativa. Esto implica cuestionar los modelos pedagógicos tradicionales y ceder protagonismo y responsabilidad desde los docentes hacia los aprendices. Implica sustituir el rol docente-discente por discente-discente favoreciendo y premiando la autoridad de la experiencia pero sin castigar o menospreciar la fuerza y potencial de la inexperiencia.
  • Empoderamiento ciudadano en los instrumentos de aprendizaje y gobierno de las ideas. Esto no implica un apoyo institucional -que se presume irreal- sino la creación autogestionada de grupos de interés que generen la base para establecer acciones a escala local que sumadas puedan provocar un cambio de meme pedagógica a escala glocal, y en consecuencia ejerzan como grupos de presión en la descentralización de la responsabilidad en el aprendizaje. Esto implica la cesión de poder desde las escuelas de negocio a un nuevo modelo de universidad plural y participativo cuya riqueza inclusiva de cualquiera supere la riqueza exclusiva de unos pocos.
  • Sustitución progresiva del concepto de Lider por el de Facilitador. Este cambio está derivado de la ausencia de seguridad y estabilidad hacia los gobernados (social, empresarial y familiarmente) generada sistemáticamente por los gestores tradicionales. El nuevo rol no controla sino que habilita, no contiene sino que favorece el desarrollo personal de cada nodo, no tiene un elevado peso en las decisiones sino que delega y distribuye entre sus colaboradores, no es tan útil por su presencia como por su ausencia inteligente de las cosas, no promueve sino que sugiere.
  • Fomento de experiencias dinamizadoras que faciliten el intercambio emocional e intelectual de conocimiento y trayectorias más allá de la horizontalidad sectorial, deontológica o corporativa. Esto implica la abolición de algunas barreras artificiales entre profesionales de diferentes ramas o entre profesionales en momentos diferentes de su carrera o entre aprendices de diferentes regiones o ubicaciones físicas. Implica trascender el contexto inmediato en favor de la construcción del l realidad colectiva.
  • Contextualización de los errores en todas las esferas y niveles. Entender un error es provocar un éxito. Si no somos capaces de manejar cierta perspectiva de aprendizaje a partir de los errores no seremos capaces de asimilar una mínima sostenibilidad en el éxito. Y un éxito momentáneo o débil es siempre un primer error futuro. No debemos penalizar los errores aunque tampoco promoverlos.
  • Abolición total de la división entre educación y trabajo. Sin duda para mí este es un cambio mayor que el que producirá el desgaste en las fronteras entre lo personal y lo profesional. La educación y la producción no son mundos paralelos sino un solo mundo continuo. Como expliqué hace poco no se trata de LOS QUE PIENSAN VS LOS QUE EJECUTAN sino que los que ejecutan tienen que ser todos y todos tienen que pensar. En la continuidad y la unión de ambas realidades se encuentra la eficacia de los nuevos entornos de desarrollo. Una persona no puede disociar linealmente etapas de aprendizaje y de trabajo, ambas se producen de forma simultánea. Un puesto de trabajo es un puesto de aprendizaje siempre.  Una división por fases en el desarrollo capacitativo de las personas sería razonable si quisiéramos que una persona definiese su destino a los 14 años pero la realidad laboral y sociológica actual obliga a la redefinición continua de nuestro destino cada poco tiempo. Esta redefinición continua que hemos fomentado por leyes de competitividad continua no casa con la oferta y la demanda de capacidades y necesidades en la actualidad. El nivel de obsolescencia de conocimientos técnicos es exponencialmente mayor que los conocimientos demandados. Parece lógico pensa entonces que una competitividad continua en el mercado laboral exige un aprendizaje continuo de nuestro sistema de capacidades. Mientras el modelo educativo colectivo no se adapte a las necesidades individuales (se personalice) y de mercado (se glocalice), el modelo educativo personal atesorará la mayor parte de conocimiento generado. Esto supone un traslado ingente de valor de los silos tradicionales (incapacidades de cristalizar) hacia las personas y comunidades (agentes reales de cambios). Esto está pasando ahora e inhabilita a las instituciones como motoras del cambio favoreciendo que la sociedad civil genere entornos que no son fiscal ni socialmente contemplados por el aparato del sistema. Este choque, que es real y cuyo drama vivimos a diario, es un choque mucho más traumático que el choque de civilizaciones o cualquier otro ya que habla de capacitados que se mueven y actúan como fallas tectónicas en una sociedad incapaz de digerir los cambios en medio del magma inasumible de conocimiento

Esta reflexión que comparto con vosotros pretende sintetizar la estrecha relación entre la evolución de la gobernanza y la evolución del aprendizaje estableciendo paralelismos que consideré necesario plasmar en este artículo. Tiene mucho que ver con lo que estoy diseñando en la actualidad para ayudar a las empresas y organizaciones a asumir y formar parte del cambio. Si necesitáis más info poneos en contacto conmigo.

Actualizaré este innochar con futuras respuestas 😉

Un abrazo a todos.

el talento trastornado

Estudio realizado por el Sarq (Sindicato de Arquitectos) en 2011 en el que se concluye que el 73% de arquitectos españoles está buscando trabajo fuera de nuestro país

Disculpad que siga en tono Scruch porque no es una simple queja. Me está afectando. Sigo preocupado con el despilfarro de talento en España, en concreto por lo que algunos denominan ya la Diáspora del talento en España y que es un problema muy grave que tiene su orígen conceptual en el fenómeno del brain drain (la entrada de wikipedia que os enlazo hace un repaso histórico muy interesante) o del llamado human capital flight, literalmente: el vuelo del capital humano. Luisa Montuschi ha realizado un estudio más que interesante sobre la capacidad que tienen las comunidades de perder talento y sobre las migraciones del capital humano en la Sociedad de la Información y más en concreto en la clase PTK (Profesional, Technical and Kindred). Gilles Saint-Paul, de la Toulouse School of Economics hace ya tres años escribió un artículo titulado The european brain drain: european workers living in US cuyas premisas y comportamientos socio-económicos parecen trasladarse cada vez al ámbito local, en este caso a nuestro país. También es un problema que ya ocurrió en Argentina hace algunos años y del que habla Micaela Persson en El drenaje de cerebros: una aproximación holística a la realidad argentina. El abstract de este artículo puede servirnos de advertencia y WARNING local para nuestro caso:

En la actualidad existen unos 7000 científicos argentinos trabajando en el exterior, que a diferencia de las emigraciones precedentes, el origen de las causas se fundamenta en cuestiones básicamente económicas. En tal sentido, este país periférico subsidia la actividad científica de los países del centro, acrecentando la brecha del desarrollo, anulando así, cualquier perspectiva de avance en el desarrollo nacional, paradójicamente, en un contexto en donde el mundo compite por el dominio del saber.

La historia es cíclica y esta vez también se repite. Ya no migramos por guerras, sino en busca de conocimiento. Parafraseando a Micaela, “subsidiamos” la actividad del conocimiento a países creadores y convertimos a nuestro país en un mero consumidor de conocimiento. Estamos desaprovechando diariamente la oportunidad de ser parte del eje vertebrador del conocimiento. Y lo malo es que tenemos conocimiento pero no sabemos como gestionarlo y lo maltratamos. En la sociedad del conocimiento, es así como estamos evitando en España nuestro desarrollo como comunidad, no de otra forma. Obviamos este problema a la espera de un mesías. Problema: el mesías eres tú.

Creo que esta noche hay un debate de dos personas que se van a presentar a presidentes del gobierno. El problema es que no me preocupa lo que van a decir. Nada. En los últimos 30 días, 4 amigos míos con estudios superiores, cada uno con conocimiento en diferentes ramas de consultoría e I+D y alrededor de 10 años deambulando por empresas e instituciones españolas, se han ido fuera cansados de la falta de reconocimiento y de la cultura de trabajo nativa. No saben si encontrarán lo que quieren fuera de este país pero sí están convencidos de que aquí dentro no pueden abrirse paso de ninguna manera. Estamos hablando de un problema grave de reconocimiento y canalización de talento. Las razones que me expusieron el otro día entre cañas no tuvieron nada que ver con la crisis, con los bancos, con finanzas, con los 55.000 millones que han descubierto en Alemania o los tropecientos mil que faltan en Grecia. Sobre todo porque parece que en los últimos meses criticamos en global pero no paramos de equivocarnos en local.

Ellos se van porque no encuentran cabida aceptable en un modelo de mercado orientado a servicios y al corto plazo. El detalle argumental que me dieron es este:

  • Falta de financiación en investigación y de un plan riguroso y transversal de I+D+i que genere ecosistema y cultura, conexión entre la investigación y la calidad de vida (la inversión). No hay networking de conocimiento ni conciencia de ello. Priman los eventos y congresos e iniciativas personales de gente admirable pero nuestro modelo de trabajo país no es transaccional porque ni siquiera es relacional. Estoy orgulloso de nuestra propuesta i-deals en este sentido y nunca le sabré expresar a @angelsanchez la falta que hace su planteamiento en este sentido.
  • Falta de capacidad de desarrollo de negocio a gran escala. Existe un gran tejido PYME en todos los sectores pero los casos de grandes éxitos o fracasos (incluso) a nivel internacional son aún muy tímidos. La proyección es compleja aunque hay ejemplos de que es posible un cambio. El problema es que el cambio es a base de mucho desgaste y el coste es elevado.
  • Nula cultura de aprendizaje y mejora continua. Se castiga y se hunden negocios al primer error o revés del mercado.  Achaco esta falta a la carencia de un modelo educativo sólido y continuado con cambios constantes de planes y sistema a través de los diferentes gobiernos. También a una desconcienciación masiva del hecho de que la educación nos afecta y es responsabilidad de todos. En el blog hay modelos educativos con los que sabéis que simpatizo y que evitan esta carencia.
  • Ausencia casi total de networking y cultura de innovación abierta. A excepción de iniciativas de pequeña escala y pioneros. En el mundo 3.0 del que habla Ghemawat caminamos con pies de dinosaurio, luchando por separado y sin aprender en común. CERO inteligencia colectiva a pesar de iniciativas sectoriales y comunitarias encomiables pero que actualmente son quijotescas. No hay cultura de colaboración. Seguimos compitiendo con el “menos recursos por más dinero” en lugar de asumir el “más recursos con más conexión”
  • Maltrato continuo de la creatividad en entornos de fábrica constante en los que se prima la masa sobre el detalle. Pérdida de valores artesanos, cercanía y humanidad.
  • Incomprensión de lenguaje. La sociedad no habla el idioma de los técnicos y solo paga por aquello que comprende. Triunfan los negocios generalistas con un público objeto maximalista. Ni el mercado español habla su idioma ni ellos hablan el idioma del mercado español. Aunque hablan en castellano, resulta que sienten que piensan en inglés. Porque sus ideas vienen de fuera. Consecuencia: deciden irse a aprender el idioma en el que piensan para de paso aplicarlo al planeta en el que viven. Esta desambigüación políglota genera un trastorno grave del talento. Hace unos días @berniehernie decía de algún modo que hace falta superar esta incomprensión entre actores mediante la formación y la tecnificación. Menos MBAs y más gente con inquietudes que sepa concretar.
  • Ausencia de motivación tras probar suerte en el mercado español. Bolsa de trabajo débil, sistema de retribución cuestionable, y de nuevo mala inversión. Invertir no consiste en gastar, consiste en plear un dinero para sacar un beneficio mutuo. Es la forma más antigua de colaboración después del mercadeo. Hecho: No sabemos invertir en conocimiento.
  • Asesinato de ideas por medio de la burocracia y los aparatos 1.0. Crimen perpretrado en estrecha colaboración por Estado y clase empresarial. Tímida aparición de thinktank de conocimiento, no orientados a política ni al poder sino a generar valor social real. Estos núcleos de conocimiento están controlados por las grandes corporaciones que a su vez manejan cultura 1.0. El papel dinamizador de I+D+i en Telefónica en España es esencial pero está excesivamente concentrado el control de estos focos de conocimiento.

Los 4 intentaron intrainnovar en las diferentes organizaciones a lo largo de su carrera y los 4 hayaron la misma respuesta día tras día. Yo  también estoy algo desencantado con la falta de permeabilidad de las organizaciones con las que he colaborado. Y eso en un mundo en el que la innovación dejará de venir de San Francisco y de los laboratorios para instalarse en cada casa. Tal vez por eso no me interese el debate de esta noche. Porque esta noche nadie hablará en serio de innovación, de emprendimiento ni de educación. Ninguna de las tres da dinero ni votos a corto plazo y sin embargo son pilares del nuevo estado de bienestar. Sobre todo la educación. Lo que históricamente sí da dinero y genera afinidad es la gestión del miedo. Las propuestas de cambio son propuestas de continuidad, de gente que ha formulado en otro tiempo el modelo que ya ha dejado de funcionar. Esta noche cuando escuchéis atentos al televisor los mensajes catastrofistas del otro y los mesiánicos propios, cuando oigáis el “y tú más” comenzad a entonar internamente el “y yo cada vez menos“. Y sobre todo, haced algo por evitarlo 😉

Y sin embargo hemos avanzado: Antes nos exiliábamos por hambre en busca de dinero, perseguidos por nuestras ideas políticas; ahora nos exiliamos por conocimiento en busca de dinero, maltratados por nuestras ideas. 🙁

Otros artículos:

Educar talentos para exportar artículo del diario Expansión y empleo.

Estudio sobre drenaje de cerebros realizado en Venezuela con reflexiones interesantes del fenómeno de drain brain.

Drenaje de cerebros. Marco histórico y conceptual por Enrique Oteiza, Buenos Aires

Crear y perder cerebros pone en riesgo el futuro, Tulio del Bono, La Nación, Buenos Aires.

Finlandia. Educar en valores

Finlandia. Educar en valores

Finlandia

 

El éxito finlandés: eficacia y cultura del deber, así se titula el post de Mónica Mullor que hace un análisis genial del modelo educativo finlandés y los valores que lo sustentan. En el encabezado dice el artículo: “La escuela finlandesa es la estrella indiscutida del firmamento educacional europeo. Con un gasto por alumno significativamente inferior al español, obtiene resultados muy superiores a los de España. Ello prueba un hecho fundamental: que las deficiencias educacionales españolas no dependen de un problema de recursos, sino del uso de los mismos. Gastamos mucho, pero lo hacemos mal, mientras que los finlandeses gastan menos pero bien.” Soy de los que creo que la clave para reinventar la marca-España es mejorar el sistema educativo español tomando esta base y aplicando algunos de los modelos que están siendo pioneros como la iniciativa del SEK con Inteligencia Emocional o la del Col.legi Monserrat con Inteligencias Múltiples. La primera fue explicada en Redes y la segunda en el Global Education Forum. Hoy mismo se está proyectando el documental The Finland Phenomenon: Insede the World´s most surprising school system (trailer aquí) que ha rodado Tony Wagner, investigador de Harvard e invitado al GEF 2011, y que habla en detalle del modelo educativo finlandés. Él hace hincapié en reinventar las escuelas para modelar un mundo mejor y deberíamos escucharle. Hazlo.

 

HALLA LAS 7 DIFERENCIAS

Sin duda el artículo de Mónica Mullor es digno de leer por los siete elementos de éxito que destaca y nos debería hacer reflexionar sobre el actual campo de batalla ideológica que supone la educación. Personalmente admiro la intención integradora que ha tenido Ángel Gabilondo pero el camino sigue siendo largo y la cultura de país, obsoleta.

Entre los elementos del caso finlandés que señala Mónica, tenemos -y cito textualmente de su artículo- los siguientes:

  • Altísima calidad del personal que forma a los maestros
  • Alto nivel de excelencia de sus profesores en general, lo que tiene su origen no solo en la exigente formación que reciben, sino en el proceso de selección de los aspirantes a la propia carrera de profesor
  • La profesión de maestro otorga un alto estatus en Finlandia, y para nadie es fácil impugnar la autoridad de los profesores
  • Los políticos se cuidan de meterse en el campo educacional y convertirlo en arena de sus disputas, antojos y proyectos ideológicos
  • La gran autonomía de los centros educativos y de los maestros a la hora de articular su labor
  • No se aceptan el fracaso ni la mediocridad en el ejercicio de la función docente
  • Disciplina y los controles de calidad. No solo se controlan sistemáticamente los rendimientos, sino que los atrasos, la inasistencia y el incumplimiento en la entrega de deberes son considerados graves faltas al sentido del deber y tienen consecuencias.

 

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