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yo tengo un sueño

yo tengo un sueño

sueno

 

I have a dream

Martin Luther King, gradas del Lincoln Memorial, 28 Agosto, 1963

 

ESTO ES LO QUE SOMOS. 

LA INICIATIVA EXPLICADA A PARTIR DE UN DISCURSO HISTÓRICO:

No ignoro que algunos de ustedes han llegado hasta aquí con grandes esfuerzos y problemas. Algunos de ustedes sufren directamente desde sus tradicionales puestos de trabajo. Algunos de ustedes han venido de áreas donde su búsqueda de la libertad y la creatividad los ha dejado golpeados por la tormenta de persecución y derrumbados por los vientos del individualismo. Ustedes han sido los veteranos del sufrimiento creativo. Continúen trabajando con la fé de que el sufrimiento no merecido es redentorio. Alimenten la esperanza de que un día sus pequeños esfuerzos darán fruto. Regresen a su gran empresa; regresen a su realidad cotidiana; regresen a sus procedimientos; regresen a sus cubículos y departamentos aislados; regresen al modelo productivo de la fábrica, háganalo sabiendo que de alguna manera esta situación podrá y será cambiada. No nos cebemos en el valle de la desesperación.

Hoy les digo a ustedes, mis amigos, que aunque nosotros enfrentemos las dificultades de hoy y de  mañana, todavía tengo un sueño. Es un sueño profundamente arraigado en el sueño de nuestros abuelos y padres emprendedores, el sueño de que un día cada trabajador surgirá y vivirá verdaderamente el credo que reza “Este país se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo.” (1)

Tengo el sueño de que ese día en los entornos de trabajo tradicionales, los hijos de los actuales asalariados y los hijos de los actuales emprendedores se sentarán juntos a la mesa de la hermandad.

Tengo el sueño de que un día incluso el empleado que está empezando, ese muchacho que arde por el calor de la ilusión, podrá aportar valor al crecimiento de su empresa y que esa empresa le aportará también valor a él.

Tengo el sueño de que mis futuros hijos algún día vivirán en una nación donde no serán juzgados por intentar cambiar las cosas, sino por el valor que tiene el esfuerzo de cambiarlas.

Hoy tengo un sueño.

Tengo el sueño de que un día en las grandes corporaciones, con sus pesadas estructuras, con sus dirigentes con las bocas llenas de palabras como equipo y motivación, un día aquí en este país las empresas, pequeñas y medianas, podrán unir las manos con otras pequeñas y medianas hermanas.

Hoy tengo un sueño.

Yo tengo el sueño de que algún día cada valle será elevado, y cada colina y montaña serán hechas llanas. Los lugares más ásperos serán aplanados y los lugares torcidos serán hechos rectos, y la inteligencia del bien común será compartida y todo género humano se verá junto.

Esta es nuestra esperanza: Transformar la cultura de las organizaciones en España a través del aprendizaje en equipo. Esta es la fe con la cual yo construyo mi trabajo cada día. Con esta fe podremos labrar de la montaña de la desesperación, una piedra de esperanza. Con esta fe podremos transformar el sonido discordante de la crisis en una hermosa sinfonía de hermandad. Con esta fe podremos trabajar juntos, salir de esta juntos, luchar juntos, ir hasta el final juntos, pararse juntos por  nuestro desarrollo, sabiendo que algún día seremos libres, y este es el día. Este será el día cuando todos los hijos de los que ahora trabajan podrán cantar con nuevos sentidos “Mi sueño es el tuyo, dulce tierra de libertad. Yo te canto, tierra donde mi padre murió trabajando, tierra del orgullo de los valientes. De cada lado de la montaña, dejemos resonar la libertad.”

Y si esta tierra va a ser una gran nación, esto tendrá que hacerse realidad.

Si es así dejen resonar este sueño desde la cima de los montes Pirineos; dejen resonar este sueño desde las poderosas montañas de Sierra Nevada; dejen resonar este sueño desde la meseta castellana; dejen resonar este sueño desde las rocas costeras de Galicia; dejen resonar este sueño desde las altas montañas de Cantabria, de Euskadi, de Asturias; desde las pequeñas cooperativas de agricultores; desde las grandes empresas energéticas, la sucursal de banco, el pequeño comercio y los nuevos negocios digitales; dejen resonar este sueño desde los valles de Catalunya hasta Málaga; desde la multinacional al funcionario; desde los puestos directivos hasta la pequeña cadena de montaje.

“De cada lado de montaña dejen resonar la libertad.” Y cuando ésto pase y cuando dejemos resonar este sueño, cuando lo dejemos resonar de cada aldea y cada caserío, de cada estado y cada ciudad, de cada departamento y unidad dentro de la empresa, de cada humilde equipo, podemos apurar el día en que todos los hombres y mujeres, sean junior o senior, de izquierdas o derechas, viejos o jóvenes, pequeños o grandes, podamos unir nuestras manos y trabajar por ese momento en que entonemos el siguiente canto a nuestro esfuerzo:

“Libre al fin, libre al fin para ser la mejor versión de mí mismo. Gracias a todos por este sueño compartido, somos libres al fin.”

NOTAS:

Adaptación del discurso de Martin Luther King

(1) Extracto de la Constitución española de 1978

Superación

Superación

El afán de superación, la motivación y la ilusión son tractores fundamentales para el cambio. También son multiplicadores natos de la energía personal y de ese coeficiente de optimismo del que siempre habla Emilio Duró. En una sociedad que vive un choque constante entre una capacidad creativa que permite una personalización y comunicación sin precedentes y un sistema taylorista heredado del siglo XIX, la superación evita sin duda el desgaste. De algún modo nos convertimos en facilitadores cuando entendemos que somos nuestro propio reto y que lo que no te destruye… te hace fuerte. Como a nuestro amigo, al que un sistema pensado para matar le ha permitido fortalecerse y reinventar la realidad. Suerte en el camino, amigos 🙂

1985 spirit: YOU must overcome

Steve Jobs en su casa de Palo Alto (California) en 1982. Según Allan Deutschman de una forma similar a esta estuvo trabajando Jobs tras ser despedido de Apple con 30 años de edad. Aunque forma parte del mito y realmente nada fue tan traumático para Jobs, este es el espíritu 1985: la superación propia.

Últimamente no paro de mantener acalorados debates con personas que sostienen que si existe cualquier tipo de realidad, tendrá algún sentido y debemos entenderla y vivir en armonía con el momento que nos ha tocado vivir. Esta reflexión no tiene nada que ver la filosofía oriental ni con la paz interior sino con un estado de embelesamiento constante hacia los sistemas,  la trasladan a cualquier ámbito: laboral, personal, social, financiero,… Es indiferente el plano sobre el que proyecten su actitud, el caso es que se sienten obligados a cumplir cierto mandato consuetudinario que les impele a seguir hacia adelante sin reflexionar sobre su propia inercia. Creo -y así se lo he intentado explicar- que ningún cambio trascendente a lo largo de la Historia se ha producido por una masa de espectadores abstraídos de la vida que permanecen atentos y perezosos en la barrera. Hay también una fe común en la relatividad de todas las cosas que me enerva y que creo que tiene que ver con la carencia histórica que nuestras estructuras educativas tradicionales (familia, colegio, universidad,…) tienen respecto a la ausencia casi absoluta de sentido de la conversación.

Aunque gracias a algunas iniciativas innovadoras el modelo educativo se está modificando, mi educación formal se ha basado en dogmas, doctrinas y una relación topdown que establecía no pocas distancias entre aprendizaje y enseñanza. El que aprendía era yo, el que enseñaba era el profesor. No había lugar para la duda o réplica, simplemente era un hecho asumido. Nadie educaba en el debate y nadie confrontaba opiniones, no se aprendía a base de un intercambio fluido de conocimiento sino a base de una memorización constante de reglas, datos y directrices. Durante algunos años decidí no leer solo lo que me recomendaban y además aprender de los errores de los otros. Leí buena parte de la filosofía clásica, representantes del pensamiento moderno, teorías económicas, legislación, literatura, experimenté por mí mismo sin permiso de nadie… me empapé de vida en definitiva. Siempre me ha faltado viajar para completar mi educación: La barbarie de la ignorancia de la que hablaba Steiner se curan leyendo y viajando. El solo hecho de ver perspectivas tan dispares y una riqueza natural implícita en la condición humana, me amplió enormemente la visión del mundo. Fue un esfuerzo personal y un afán de superación propio, nunca impuesto. Realmente los mayores logros que he conseguido a lo largo de mi vida me los he impuesto yo mismo.

Podemos decir que toda opinión y toda visión de la realidad tiene matices pero no que absolutamente todo es relativo. Lo siento pero esto no es válido para ningún universo de conocimiento. Si no logramos establecer puntos en común o vínculos que consideremos válidos ni siquiera podremos establecer el límite entre lo que está bien o mal hecho. Habrá algunas acciones o decisiones que se encuentren en el término medio pero para saber cuáles debemos delimitar qué entendemos en cada momento como BIEN y qué entendemos como MAL. También habrá que aplicar premios y castigos derivados, básicamente educar en valores. Y habrá que hacerlo entre todos, incluso con esos vagos morales que se limitan a asistir a la vida y no a vivir con todas sus consecuencias, miedos, incertidumbres y peligros.

Por lo general, la gente que defiende la tesis del relativismo en cualquier ámbito de la vida también se siente confortable con el hecho de que debemos aceptar lo que nos ha sido dado. Como ya dije en otro post, heredar la realidad es muy sencillo, crearla continuamente es lo que realmente da valor. A mí no me basta con heredar el mundo, yo también quiero crearlo. Para crear realidad hay que superar el estatismo y ese línea de seguridad tan ancha que nos permite nunca equivocarnos, para crear realidad hace falta equivocarse, amar aquello o aquellas personas en las que crees y defender tus ideas. La fe no ciega si tiene perspectiva y es consecuente, si sabe reconocer errores y aprender de ellos. La fe mueve montañas, la fe en una iniciativa, en un proyecto de vida, la fe en la razón humana, en el hombre. Todo lo que tiene valor en mi vida se construyó con fe, incluso mi ateísmo.

En 1985 Steve Jobs fue expulsado de la compañía que había ayudado a crear. Podía hacer grandes esfuerzos simplemente por superar lo que se entendió como un fracaso o podía crear su nueva realidad. Decidió lo segundo, lo decidió a pesar de muchos que no estamos de acuerdo con la coherencia de su modelo de empresa pero tomó una decisión. En apenas cuatro años compró a George Lucas la compañía Graphics Group invirtiendo 5 Mill. $ en ella y creando de este modo Pixar que se convirtió en la compañía de animación por ordenador que cambió el mercado de los dibujos animados y logró notables éxitos hasta ser comprada tras varios avatares por Disney por aproximadamente 7400 mill $ convirtiendo a Jobs en el mayor accionista individual de Disney. En estos cuatro años también fundó NEXT que posteriormente compró Apple al demostrar la primera que los sistemas operativos de los Mac estaban desactualizados. Desde entonces todos conocemos la historia de Steve Jobs y el cúmulo de éxitos comerciales y de producto que ha cosechado. En 2005 Steve Jobs ante una multitud de graduados recordaba su falta de educación reglada y su espíritu de mejora continua, consúltenlo si tienen tiempo aunque creo que en algún momento posteamos este video.

Yo no estoy de acuerdo con la gran mayoría de principios que mueven la estrategia comercial ni de negocio de Jobs, no le considero un referente pero admiro su afán de superación y su entrega. Me resulta respetable. En su medida y escala extrapolables, el mundo está preparado para 6000 millones de Steve Jobs cada día y en sus diferentes ámbitos de actividad humana pero no está preparado para 6000 millones de cenizos. Despierta y sueña.