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David, de 5,17 metros de altura, alzado sobre el resto de mortales por Miguel Ángel Buonarotti hace ahora 507 años, observa impasible a los gerentes desde su podio en la Galería de la Academía

Tardó varios meses en comenzar a ser diseñado y dos largos años en nacer a partir de un bloque de 18 pies olvidado en la cantera Fantiscritti en Carrara. Algún gerente aventajado se preguntará: Y en ese tiempo, ¿a qué código imputó las horas de trabajo?, ¿no le reclamaron sus clientes? La verdad es que no lo se pero me resulta completamente indeferente.

Hace ahora once años que tuve el privilegio de contemplar el resultado y puedo asegurar que mereció la espera: la mía durante una soleada mañana de julio y la del resto de los hombres cada día desde que fue creada durante los últimos quinientos años.

Ernesto Weissmann se preguntaba no hace mucho algo con lo que me sentía identificado y que me ha hecho escribir este post a partir del suyo titulado Miguel Ángel, un ejemplo para la toma de decisiones:

“Ante la velocidad que impera en el mundo de los negocios, a veces se pierde de vista la necesidad de enmarcar las decisiones en un contexto y tomarse el tiempo para entender cuál es el problema, por qué y para qué queremos resolverlo. […]

Pero si Miguel Ángel hubiera sido un ejecutivo de una corporación moderna, probablemente nunca habría llegado a tomar el cincel. ¿Cuántos jefes habrían soportado verlo inmóvil y “sin trabajar” durante tanto tiempo?

La velocidad intrínseca a la vida corporativa nos sesga hacia la acción. Se supone que nos pagan por actuar, no por pensar. Entonces, con mucha frecuencia, tomamos decisiones de problemas que aún no hemos enmarcado correctamente. Esto hace que en ocasiones resolvamos de una manera técnicamente impecable cuestiones que no eran relevantes o que no agregaban valor para el negocio. […]”

¿Realmente tienes tanta prisa o lo estás haciendo flagrantemente mal? Profesional y personalmente a la hora de tomar decisiones nos condicionan aspectos externos que nada tienen que ver con el objetivo que nos habíamos marcado. De hecho esos condicionantes nos hacen olvidar cuál es el objetivo real, nuestro cometido. Superados por los planes de negocio y los márgenes económicos, sometidos al corto plazo y al ayer, no somos capaces de digerir cambios ni de plantear mejoras porque estamos hundidos en la acción. Esa es la verdad: la acción nos ciega. No existe un equilibrio entre la necesidad de planificar con perspectiva y el apremio de los resultados inmediatos. “A mí me piden facturar, me piden hacer dinero, para el resto ya sacaré algo de tiempo” Pues bien, no facturarás ni un solo euro si continúas con esta mentalidad arcaica y tu propio framework te ciega y te limita. TODOS NECESITAMOS TIEMPO porque TODOS TENEMOS TIEMPO. El problema no es saber cómo gestionarlo sino saber que no es realmente lo importante. No hay nada diferencial en dedicar más o menos tiempo a algo por sí solo, lo realmente diferencial es la creatividad y la capacidad de traducir al mundo tus ideas.

Perennial. Imagen de xerguio.es que parece hacernos reflexionar sobre el tiempo y sus ramificaciones

Hoy en día nadie se pregunta cuánto tardó Miguel Ángel en esculpir a una persona viva que parece respirar entre turistas boquiabiertos de todos los países. El sueño al que dió forma ha cumplido más de quinientos años pero nadie sabe que tardó un mes en comenzar a construirlo después de que los canónigos de la catedral le hicieran el encargo y varios más (alrededor de tres o cuatro) en dar el primer golpe de cincel. Hasta entonces, cada mañana se despertó y acudió hasta el bloque, lo rodeó en paseos infitos, escudriñó su alma hasta que le gritó sus primeras voluntades. Miguel Ángel no imputaba horas, nunca tuvo un despacho ni se ciñó a una rama concreta de las artes. Sus poemas me siguen causando cierta sensación de estrépito interior que no alcanzo a describir con elegancia.

Os desvelaré sin embargo cuales fueron las fases de la consultoría y cómo fue el proyecto cuyo resultado exitoso (una de las grandes maravillas del mundo en mi opinión) ya conocéis. Basicamente al proveedor del servicio “REALIZAR UNA ESCULTURA DE DAVID” le daban igual los tiempos y cuidaba detalles técnicos y creativos que le parecieron fundamentales. La consultoría se realizó de la siguiente manera:

ANTECEDENTES (Pliego de proyecto):
El gremio de tejedores de Florencia (Arte de la Lana) dispone en su propiedad de un bloque de 18 pies al que llamamos “el gigante”. Deseamos que dicho bloque se transforme en escultura para disfrute del pueblos florentino. En 1460, hace ahora 41 años Agostino Di Duccio intenta domar el mármol pero deja completamente inservible el bloque. Se ruega a cualquier proveedor que pueda acometer la recuperación y escultura del bloque que responda a esta Request For Proposal (RFP) indicando capacidades y destrezas oportunasa

CANDIDATURAS PRESENTADAS A LA RFP (Concurso):
Andra Sansovino, Leonardo Da Vinci y Michelangello Buonarotti

Candidatura personal de Michelangello Buonarotti (Referencias y DAFO):
Mi nombre es Miguel Ángel, soy un joven toscano de apenas 26 años. Me gusta lo que hago y creo en ello. He realizado diversas pinturas y poemas y gran cantidad de esculturas, entre ellas una encargada por Su Santidad el Papa a la que denominé La Pietá. Adjunto Curriculum Vitae y skills. Les seré honesto, en estos momentos estoy embarcado en algunos proyectos importantes pero ninguno llega a buen puerto y me entusiasma la idea de “sacar el alma de ese bloque“. Les doy mi garantía personal de que esculpiré un David de ese bloque sin necesidad de utilizar ninguna otra piedra y además de una sóla pieza. No me comprometo en tiempo y no necesito equipo de trabajo.

ELECCIÓN DE COLABORADOR (Decisión del cliente):
La catedral elige a Michelangello Buonarotti como escultor oficial del David. Comience a trabajar cuanto antes, por favor. Queremos hacer historia.

CICLO DE VIDA DEL PROYECTO:
Kick-off: El 13 de septiembre de 1501 Miguel Ángel se encierra con el bloque
Planificación: Tarda más de 3 meses en dar el primer golpe sobre el bloque
Desarrollo iterativo: 2 años en solitario atendido por discípulos y aprendices que realizan iteraciones ágiles estableciendo feedback continuo de mejora al autor sobre el desarrollo de su propio código (lo que será el cánon de la belleza de Occidente hasta nuestros días)
Pruebas: El 23 de junio de 1503, con 29 años de edad, el autor muestra visualmente la obra a algunos ciudadanos. Observa sus gestos y apunta posibles correcciones para alcanzar la perfección
Reuniones previas para la puesta en producción: En enero de 1504 un comité se reune para buscar ubicación a la gran obra maestra del Renacimiento florentino.
Entrega de producto: En mayo de 1504 descansa el cincel de Miguel Ángel. No se vuelve a tocar la obra. La belleza humana ya tiene un aspecto único y formal.
Puesta en producción: Una vez decidido el emplazamiento, la escultura se traslada a la Piazza della Signoria para el disfrute de todos los usuarios (ciudadanos)

INCIDENCIAS:
SD 1504: En el traslado al entorno de producción, varios jóvenes han apedreado el producto final. El proveedor no se hace responsable de dichos daños tal y como consta en el contrato establecido con el departamento de Compras de la catedral de Florencia.
SD 1527: Se le amputa un brazo (se hace un fork) al producto final. Se hace un merge diez años después.
SD 1843: En un formateo rutinario se quita la protección contra las inclemencias externas (antivirus) al producto
SD 1991: Un hombre hace otro fork esta vez en el dedo gordo del producto. Las medidas de seguridad no funcionan pero el proveedor responsable de la autoría del producto sigue sin hacerse responsable y es necesario contratar a otro proveedor de seguridad.

AMPLIACIÓN DE ALCANCE:
Cambio en el entorno de producción: En 1873 el producto se traslada a la Galeria de la Academia, un CPD con muchas más garantías que la calle. Se realiza una escultura espejo del producto final entregado que se deposita en el sitio del anterior para facilitar la gestión del cambio y aseurar backup.
Restauración de producto: Dos etapas: 1843 y 2003. Hay dos formas de restaurar el producto: intervención seca y no invasiva, intervención húmeda con compresas de agua. Se opta por la segunda. Se termina la restauración en 2004. El cambio se hace en producción, a la vista del público.
Auditoría: A los expertos no les gusta el método utilizado (cambios en producción) pero los usuarios no encuentran diferencias y agradecen poder ver los cambios realizados
Cierre de Fase II: 24 de mayo de 2004

Bueno, esta es básicamente la forma en que ocurrió todo, ¿o no?. Fuera de broma, ¿Realmente creéis que se puede planificar y anticipar todo esto?, ¿Es real querer establecer un marco antes de construir la idea?, ¿Sirve de algo útil o es mejor establecer entornosy formatos abiertos que faciliten la transparencia?. El amigo Ernesto Weissman nos insistía en su post citando a Peter Drucker:

“La manera en que un problema ha sido enmarcado influye directamente en la solución que finalmente le encontraremos. Por eso, el primer paso es enmarcar adecuadamente el problema que tenemos entre manos. Esto es, entender qué es lo que estamos decidiendo y por qué. Los marcos son estructuras mentales que creamos para simplificar y organizar nuestras vidas. Ellos controlan la manera en que reaccionamos ante las situaciones que nos topamos. Nos ayudan a reducir la complejidad, lo cual es muy bueno. Pero el problema es que los marcos vienen dados. No somos conscientes del recorte que hacemos de la realidad. Y esto puede generar dificultades a la hora de tomar decisiones, como encontrar la solución perfecta a un problema que no existe. Como dijo Peter Drucker, Hay una diferencia entre hacer las cosas correctamente y hacer las cosas correctas“.

Tal vez debamos fabricar marcos y entornos pero lo más seguro es que primero debemos diseñar y construir ideas. Y para ello hacen falta que no matemos la creatividad entre todos. Se trata de generar un clima de autonomía y libertad orientada que facilite, no que nos limite. Como dice el título de este post nadie comienza a pintar un cuadro eligiendo el marco, simplemente todo eso tal vez venga después. O no. Buenas noches, amics 🙂
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