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“Mañana te quema en los dedos de ganas de entrar.
Te esperan más puertas cerradas que pasos por dar.
Mañana dibuja una calle por estrenar.
El pasado es sólo una piedra  para alzarse a mirar.
Que no te aplaste la carga,
que no te abrumen las faltas,
que no te venzan derrotas por llegar.
Detrás de la nube 
siempre está el sol
y aunque ahora llegue otra nube mayor
son cosas que pasan…
El pasado es solo una piedra para alzarse a mirar…”

De la canción Mañana, Irene Tremblay, BSO de la peli Madrid,1987

Sábado 13 de octubre. Madrid, 2012. Como pequeño intelectual de barrio que solo ha salido de casa para decir que ha estado en California, esbozo algunas nuevas teorías a partir de la lectura de varios libros que compré en la Cuesta de Moyano. En un delirio de productividad preparo durante todo el fin de semana (3 días) el plan de negocio para una idea compartida con algunos otros locos. Cambio el mundo, no hay duda, pero también hago descansos. En esos puntos muertos necesarios conecto con películas, salgo a correr y leo la Breve historia del cerebro de Julio González. En esta inmersión de aprendizaje, descanso por momentos y me reconcilio con el cine patrio gracias a Madrid, 1987 (2011, David Trueba) Desde ya una película de culto. Lo que más me gustó: el guión interior bruto del propio David Trueba. José Sacristán en tal vez uno de los mejores personajes que recuerdo: un periodista consagrado tras años de transición democrática. María Valverde en su papel de recién llegada al mundo. Estos son algunos momentos cortados que anoto al vuelo:

Ella saca el DNI del bolsillo y dice: – Está caducado. Él responde – No puedo estar más de acuerdo

– Le leo cada día, me encantan sus artículos – Yo no escribo para que me lean, escribo para que me paguen

– Me encantan tus sandalias, parece que me aplauden

– En el fondo han dejado de interesarme los besos. Son interesantes en la adolescencia, luego saben a trámite, a burocracia, estás deseando pasar a otra cosa.

– Mi hermana me dijo que eras un escritor sobrevalorado – Solo un escritor totalmente sobrevalorado puede ganarse la vida con este oficio.

– Hay quien viaja con una novela dentro toda la vida por esa cosa antigua de la trama y contar una historia, yo que sé…

– Conocer a alguien a quien se admira es como dar el primer paso para dejar de admirarle. Solo se puede admirar a los muertos o a los cuerpos. Lo de dentro está sucio, podrido, sin barrer. Mejor no entrar.

– Y entonces ¿tu por qué cojones quieres ser periodista? Si en este país ya ha pasado todo lo interesante. Hasta que no vuelvan a matarse los unos a los otros esto va a ser un bostezar de datos económicos y resultados electorales.

– Una mujer que grita no es lo mismo que un hombre que grita. A un hombre no quiere salvarlo nadie.

– Eres joven y aún crees que queda algo por ahí flotando que se parece a los sueños…

– Lo que lees de joven es lo único que lees

– De joven te gusta lo imposible y de mayor lo más sencillo. Es como volar. De joven piensas que se puede volar, que se puede salir de aquí volando.

– La literatura elude la verdad porque quiere competir con Dios en lo desconocido. Con Dios y con la Disney.

– Desconfía de lo abstracto, fíate de los sentidos. De Stendhal un crítico de su época dice que escribía como un conserje. Esa es la virtud, no el defecto. Escribir llanamente, contar lo que ves.

– Cuando dos amantes se desean y hacen el amor, sus cuerpos no pesan, es como si flotaran. Pero al saciarse se hacen plomizos, se hacen reales otra vez. Como las carnes de las mujeres de Rubens.

– En el mejor teatro cómico se da mucho el argumento del viejo gagá en busca de la carne joven y fresca, siempre inalcanzable. Esta situación ridícula da mucha risa pero desvela que la distancia entra la locura y el equilibrio se reduce al tamaño de un pelo de la cabeza. Entonces la risa se vuelve terror, miedo de que pueda sucederte algo parecido.

– …Eso te importa, porque lo comprendes, porque es real. Solo lo que es de verdad puede emocionar.

– Que va, no importa. Si yo me meto con un ministro le importa a un ministro. A la gente lo único que le importa es que no te metas con ellos.

– ¿No piensas en la gente que te lee? – No, prefiero pensar en la empresa que me paga.

– ¿No me digas que eres de esos que piensa que se puede cambiar el mundo escribiendo? Escribir bien es lo único que puede hacer un escritor por el mundo. La tragedia es en sesión continua, cambian los detalles pero el argumento sigue siendo el mismo.

– Los jóvenes olvidáis que seréis como nosotros

– Preferiría que me enseñaras algo de verdad creyendo en ello.

– Ventajas de crecer sin televisión: no sueñas con salir en televisión.

– ¿Si no te engañas no eres feliz? – Aunque no lo parezca, no tengo respuesta para todo

– El desesperado ya no espera nada. Y suele ocurrir que entonces llega lo mejor

– Yo he sido educado en el sentimiento de culpa. El cambio es veros a vosotros.

– No olvides que la vida es el sabotaje perfecto de los sueños.

Son solo algunos momentos de una gran película. Espero que algún día puedan disfrutarla…

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