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Catastroika: el mito de la privatización

Catastroika: el mito de la privatización

catastroika

 

“Es la libertad o la tranquilidad. Tú eliges”

Tucídices

Termino de ver Catastroika (2012), un documental griego de los mismos creadores de Debtocracy (2011). El documental que ha sido rodado por medio de crowdfounding (financiación colectiva a través de la red) se puede descargar libremente en su web oficial. Os lo recomiendo. También podéis contribuir a la realización de otros documentales o reportajes mediante donación.

Realmente estamos dormidos y vivimos en un tiempo loco en el que no encuentro sentido a esta gran paja mercantilista a la que estamos asistiendo. Particularme en España muchas de las medidas que estamos tomando con los últimos dos gobiernos me chirrian bastante y creo que nos hacen esclavos de un futuro triste por el que ninguno hemos trabajado ni nos merecemos. De hecho desde hace año y medio cada vez estoy más convencido que la “crisis” es un producto de marketing exitoso generado por el sector financiero para provocar beneficios aún más inmediatos en una escalada de crecimiento insostenible. Todas las medidas que se están tomando para “rescatar a Grecia” no están rescatando a ningún griego -esto es un hecho- sino que están cuidando de los prestamistas y los bancos a base de aumentar la deuda griega de forma aún más rápida de lo que ya crecía. Ninguna de las medidas “redentoras” del BCE o del FMI enriquece la zona sobre la que se proyecta sino que la empobrece aún más. Cada vez creo menos que haya una crisis financiera real y cada vez veo más claro que muchos la estamos pagando (personalmente estoy sufriendo mucho) y pocos la han parido para beneficiarse ahora de ella. Creo que se trata del mayor timo de la estampita jamás ideado por el hombre. Y el sistema de engaño masivo ha sido, no me cabe duda, admirable.

Porque claramente vivimos en deudocracia como los autores nos sugerían en su anterior documental. La deudocracia es ese mercado de la deuda que se generó para poner correas a los estados cuando estos empezaban a controlar demasiado. Con la vuelta de tortilla actual, con los mercados controlando los países (las banderas cada vez se parecen más a marcas en declive), algunos espíritus libres griegos han realizado este documental. El reportaje expone y argumenta la sinrazón absurda del modelo de privatización total de la troika, auspiciado por el FMI, un tipo concreto de clase financiera y la Unión Europea. Este modelo resta control público sobre los bienes comunes a la ciudadanía y se lo da a empresas desregularizando mercados. Los casos no exitosos de privatización que destacan en contra de este proceso incoherente desde el punto de vista lógico y social son los siguientes:

  • Alemania Oriental donde se generó una cultura de privatización que contribuyó a una burbuja empresarial que incrementó el paro en un 20% y cuyo máximo exponente, Treuhand, la agencia creada para la privatización de todas las empresas del este, tuvo ganancias por valor de 60.000 millones y pérdidas por valor de 300.000 millones cuando en sus balances esperaban una ganancia de 600.000 millones bajo el gobierno de Helmut Kohl. Esta deuda todavía no ha sido pagada por completo por Alemania aunque no se incluye nunca en el presupuesto alemán. En Alemania, desde donde se promueve la privatización eléctrica en países deudores, se está viviendo un proceso de remunicipalización de la electricidad en detrimento del sector privado.
  • Chile bajo la dictadura tutelada de Pinochet que vivió un proceso de privatización basado en la consolidación del concepto de DEUDA externa que generó dependencia exterior y contribuyó a la demolición controlada de la participación del Estado en las decisiones públicas hasta nuestros días.
  • Argentina, que se convirtió en un laboratorio del neoliberalismo en los 90 y de la que el director del FMI dijo literalmente que “entraba en el nuevo siglo con una base económica muy sólida”. Estas palabras fueron pronunciadas un año antes del colapso argentino en 2001 y justo en el momento que toda la riqueza del Estado y la explotación de recursos naturales se vendiera por partes a inversores extranjeros privados.
  • Gran Bretaña bajo las decisiones lamentables de Margaret Tatcher y posteriormente de John Major en la privatización del mantenimiento de infraestructura pública (ferroviaria mayoritariamente) y en el intento de privatización del agua,  que ha llevado a la pérdida de miles de millones de libras en subvenciones públicas y a una situación de descontrol gestor mucho peor que la vivida anteriormente
  • Rusia en lo que se conoció como Catastroika en la década de Yeltsin y que llevó a un desembarco masivo de capital en el control de los bienes y servicios públicos que generó un nivel de desigualdad sin precedentes incluso en el declive de la era soviética.
  • EEUU donde se desregula el mercado eléctrico hace veinte años: construcción, operación y propiedad eléctrica intentando dejar el sistema de distribución al Estado. En palabras de un experto, “desregularizar el mercado eléctrico es un mito, se trata de un monopolio natural: solo un cable va a tu casa y no puedes elegirlo”. Las tarifas hasta ese momento eran controladas. A partir de entonces, Enron comienza a subir sin límite el precio de coste de la electricidad, el resto de las 5 competidoras junto con Enron dejan incluso de producir electricidad para generar escasez en el mercado y subir el precio del kilowatio/hora. Existen grabaciones telefónicas de gestores de Enron riéndose del corte del suministro eléctrico a abuelas en California para poder justificar subidas de tarifas. El negocio era redondo: las empresas recibían dinero del contribuyente por fabricar electricidad que nunca generaban y a su vez cobraban al contribuyente precios un 1000% más elevados en horas punta. La consecuencia fue una infraestructura eléctrica lamentable que sufría apagones a principios del año 2000 y una espiral de competitividad sin regulación que provocó que incluso estas empresas tuvieran pérdidas.
  • Francia en su capital París bajo la protección, amparo y promoción de su entonces alcalde Jacques Chirac dando la gestión del agua a dos empresas Suez y Veolia cuyos directivos y ejecutivos son a su vez consultores en estos momentos del FMI y están estrechamente vinculados al BCE. De hecho un antiguo directivo de Veolia se encargará de la privatización del agua griega. Desde que Veolia gestiona con Suez el agua parisina, su precio se ha incrementado un 260%.
  • Italia tras el desembarco del gobierno mesiánico de Mario Monti y la destitución del inefable Berlusconi, que tras un referendum popular en el que el 96% de la población votó en contra de la privatización del agua, en estos momentos se estudia bajo imposición de los mercados la más que posible privatización del agua.
  • Europa entera con el Tratado de Maastrich donde se promete que la desregularización eléctrica bajará precios y mejorará servicios. Nunca más se supo…
  • Grecia donde la troika europea campa a sus anchas y está tomando decisiones en la línea de las anteriores en materia de infraestructuras y demolición del sector público. Contribuyentes griegos que han estado pagando impuestos durante décadas y que ahora se encuentran con una riqueza entregada por completo a financieros externos que son los mismos que provocaron internamente y en su mayor medida el colapso griego. Se calcula que las ganancias de las primeras medidas, 50.000 millones de euros (está por ver si se darán) irán integramente a acreedores y no serán reinvertidas de acuerdo a anuncios de la propia troika, en los griegos. A pesar de ello la troika ha fijado que cualquier coste de las privatizaciones recaerá sobre los griegos. La privatización del agua en Atenas y Tesalónica, cuyas instalaciones han empeorado, ha supuesto un incremento de precios del 20%. La privatización eléctrica en Grecia ha sido lamentable ya que ninguna empresa privada ha invertido en ella hasta 2006 por el lento retorno de inversión. La solución que se planteó en 2006 fue insultante: subir el precio de las facturas al contribuyente griego para hacer atractiva la inversión a las empresas. Surgieron entonces supuestos “proveedores” que simplemente eran intermediarios que pagando 60.000 EUR adquirían licencias (unas 63 se concedieron) y tomaban todo su valor de la red eléctrica pública sin invertir ni un céntimo en generar nueva electricidad. La troika les liberó del compromiso de tener que justificar que tenían electricidad para venderla. Tampoco pagaban nada al Estado por la producción y distribución de “su servicio”. El proceso ha seguido su curso y gran parte del dinero ganado ha ido a Suiza. Sin más. En este caso, en 12 años de desregularización eléctrica no ha existido beneficio, no se ha reducido burocracia y el servicio es cada vez peor. La dependencia energética ha aumentado y la factura del usuario ha subido un 80%. Sin embargo sí se ha reducido algo. El empleo nacional que provocaban las empresas públicas era de 35.000 trabajadores, ahora las empresas concesionarias han precarizado o subcontratado servicios y emplean a 22.000 personas. Han crecido los accidentes mortales a causa del empeoramiento de las infraestructuras y la calidad de la red.

Dice Naomi Klein en el documental que en la época en que Milton Friedman y el resto de buitres preparaba su banquete, se decía en el FMI que las leyes del neoliberalismo eran como las leyes de la ciencia: eran válida en cualquier situación, contexto, época o lugar. Con independencia de entrar a valorar la opinión de estos salvajes, parece como si privatizar fuera la solución a eso que se inventaron para controlar el poder público y que se llama “crisis de la deuda”. Esta deudocracia que promueve la privatización genera -en palabras de los propios expertos de Harvard y Chicago cuyas escuelas idearon el neoliberalismo- ganancias a corto plazo y destrucción de la economía a largo plazo.

El otro punto importante del que habla el documental es de la insultante, impúdica y contumaz privatización de las universidades que se comienzan a convertir en espacios cuyo éxito se evalúa no por el nivel de educación que generan sino por lo adaptadas o no que están a los mercados. Es, tal y como se comenta, un proceso de asimilación de las universidades públicas a las privadas en la mercantilización de la educación. Es decir, la educación no es un derecho sino un producto más del mercado.

El documental incluye esta reflexión literal que no quiero dejar de compartir con vosotros: “La crisis que el sector privado ha generado se convierte en un pretexto para un ataque general e indiscriminado al patrimonio público heredado”.

Nota: en el documental algunos economistas de Harvard aluden a Bolivia y Ecuador como procesos modélicos de recuperación de bienes públicos. En mi opinión estos procesos de estatización no son del todo ejemplares aunque la negativa de Rafael Correa a pagar la deuda externa y su posterior compra encubierta a los propios acreedores para mejorar los servicios sociales en Ecuador me parece loable.

Nota: Para más información sobre algunas de las ideas compartidas en este documental, podéis visitar algunas de las entradas que escribimos sobre otros documentales acerca del sistema financiero y el neoliberalismo. En concreto sobre Collapse (2010), Capitalism: a love story (2009), Shock doctrine (2010) e Inside Job (2011) Añadimos a estas recomendaciones el documental ¿Y tú, cuanto cuestas? sobre el consumismo y la irresponsabilidad social derivada.

gobernar-se

Aunque manden unos pocos, las ideas siempre son de muchos. Favorezcamos la pluralidad de ideas porque esa es la gran riqueza que aprendimos de la RED

En respuesta al post De política, representación e informática de mi compi Javier Ruiz que os recomiendo leer y en el que se compara el mercado de la consultoría con el sistema político.

Gran post, Javier. Me gustó el paralelismo. Lo único que no comparto es esta afirmación: “Trabajar con estándares o con software libre muchas veces no te hace competitivo porque cualquiera puede replicar tu solución.” Sé que esto no es cierto por experiencia y que existen gran multitud de modelos de negocio dentro de FLOSS que permiten mantener un nivel de sostenibilidad y crecimiento elevado. Sin embargo me encanta la analogía que sigue a esa frase y que dice: “Por tanto, el cliente suele optar por pocos proveedores y normalmente, que sean los mismos, que son los que conoce y le dan confianza, aunque sea por la experiencia con los sistemas.” porque expresa claramente cuál es el problema social al que nos enfrentamos y que es muy parecido al típico caso de FUD en el mercado de la ingeniería de software. La gente confía en lo que conoce. El problema es que hay que recordar que lo que se conoce no necesariamente es lo correcto. De hecho a menudo es precisamente todo lo contrario. Innovar en democracia es la base de la propia democracia. En mi opinión estamos en un estadio evolutivo similar al que estaban los grandes padres de la democracia moderna (Jefferson entre ellos) a los que se hace una mención especial y un homenaje merecido en la peli de Spielberg La Amistad. La democracia americana es un caso claro de apoyo a las mayorías pero no siempre fue así y conviene recordarlo. El nacimiento de la democracia americana (el periodo más bullicioso y controvertido de todos, el más difícil) se logró gracias a que existía pluralidad y todos fueron escuchados.

En el caso español actualmente caminamos sobre miedo. Promovemos el miedo y en el debate televisado previo a las elecciones se vio claramente cómo los candidatos gestionan las expectativas de miedo de los votantes. Y es un espectáculo lamentable. Porque el recurso de miedo indica una falta de recursos, argumentos talento innatos y configura una clase política estancada.

Yo no creo que en la II República existiera desgobierno y puedo argumentar esto ante las continuas acusaciones que se han producido. La historia desde la caída de la II República la estaban escribiendo los vencedores, hasta que llegó Paul Preston y muchos otros historiadores y nos descubrieron que la II República fue sin lugar a dudas el periodo de las Luces de la democracia en España. En ese periodo se modernizó realmente este país y no se produjo una atomización de los partidos o se dio el caso de que hubiera partidos que iban contra el sistema. El argumento de los golpistas era ese pero creo que ha quedado superado. El problema no es que el sistema fuera inclusivo sino que la sociedad se encontraba en una tremenda crisis de identidad a caballo entre el caciquismo y el progreso y que por ello la cámara era un reflejo de su pueblo. Eso no justifica el golpismo de ninguna manera ni dice que fuera un fracaso el sistema de gobierno, simplemente la sociedad no estaba madura para asumir la velocidad de los cambios que se estaban produciendo. Pongo algunos ejemplos:

El alcance de la reforma agraria de Azaña es indudable y fue iniciativa exclusiva de la II República. Hasta entonces el país vivía sumido en un sistema de castas donde la nobleza y los terratenientes explotaban a la gran mayoría de personas como ocurría desde la Edad Media. La situación era de miseria absoluta y la gran parte de población vivía apenas con lo puesto. Sobre la industrialización de las ciudades y el mejor reparto de la riqueza, dato importante es el flujo migratorio de las ciudades. Madrid en 1930 tenía menos de un millón de personas. Sobre este tema te puedo prestar especialmente cierta bibliografía. Si este país tiene un buen sistema de reparto de la riqueza se lo debe en gran parte a los ocho años de la II república. Cuando el gobierno ilegítimo llegó al poder derogó los pocos logros de la Ley de Reforma Agraria que no se pudo cumplir enteramente por la oposición de el bloque de derechas en el Congreso de los Diputados.

Respecto a la escolarización, la II República instauró el laicismo y suprimió instituciones religiosas como la Compañía de Jesús en la educación porque el sistema educativo estaba estancado y era completamente dependiente de la Iglesia. La mitad de la población era analfabeta y más de la mitad de los niños <2.270.000 niños de un total de 4.500.000> no estaban directamente escolarizados por falta de escuelas, algo que la Ley de Instrucción Pública comenzó a corregir con la construcción de colegios. Florecieron entonces la flor y nata de las letras españolas desde la época de Cervantes y la calidad de los científicos e investigadores era conocida internacionalmente. Y premiada. La deuda que había dejado la monarquía era de 25.000 millones de pesetas y eso era realmente grave, pero peor era un país analfabeto, incapaz de progresar. La cualificación profesional que hoy llamamos formación profesional la inventaron entonces para capacitar a la masa proletaria de la época estableciendo colonias de verano para el aprendizaje de aquellos que no tenían rentas. Se instauró todo un sistema de Universidades que no logró fraguar por la falta de profesores y que fue paliado con la creación de Universidades populares organizadas tanto por sociedad civil como por la iglesia, ya que hasta entonces la iglesia estaba controlada por la Iglesia y solo accedían a ella o nobles o gente que entraba en los seminarios para ordenarse sacerdote, ni qué decir tiene lo que luego con Franco se hizo con la Universidad. A pesar de quitar titularidad a la Iglesia se permitió que continuaran centros privados católicos gracias a la Ley de Confesiones y Congregaciones Religiosas que promovió Azaña y que garantizaba el respeto a la Iglesia pero la primacia del Estado y la ciudadanía para tomar decisiones democráticas. Se implató un sistema de escuela de mayores porque había que enseñar a leer y educar no solo a más de dos millones de niños sino a un 60% de población activa. Se protegieron las culturas autóctonas y las lenguas vernáculas de cada tierra, algunas casi en desuso y otras sin literatura ni registro escrito ya que había estado prohibido durante siglos. La construcción de Escuelas Normales, luego llamadas Nacionales, fue promovida por la república. Es de señalar que se intentaba dar infraestructura escolar a todas las poblaciones, incluso las rurales y por ello cada escuela contaba con un número determinado de alumnos asumible. La educación de los profesores fue materia obligada, de ganar menos de 1000 pesetas al mes, pasaron a ganar 3000 pesetas < eso sí es reconocer al profesor> y su reciclaje didáctico fue continuado con programas de las Semanas Pedagógicas que controlaban inspectores del Ministerio de Educación. La carrera de Magisterio fue elevada a rango universitario, hasta entonces era una enseñanza no reglada por lo que los profesores no eran profesionales sino simpatizantes de una determinada forma de pensar. Fue la base del progreso que hoy en día conocemos. Todas estas medidas fueron frenadas por los grupos de derecha de cada región que en muchos casos se negaban a acatar la legalidad constitucional.

Además de este problema, que era de esperar, la II república se vio obligada a dar de comer a los niños antes de educarlos. Las Misiones Pedagógicas, cuya fama trascendió las fronteras de España, iban de pueblo en pueblo enseñando a leer y dando de comer, creando bibliotecas ambulantes. Pues bien, todavía hoy, en cualquier sitio al que voy a investigar, encuentro libros con el membrete de las misiones pedagógicas, esas que posteriormente la dictadura se empeñó en tapar promoviendo la idea de que el dictador había creado el sistema educativo en España para superar una etapa negra de disenso y oscurantismo. Nada más lejos de la realidad. Así que incluso con la censura franquista y el recorte de estos sellos, todavía hoy llegan a nosotros volúmenes de enciclopedias, libros de historia, de lengua, de matemáticas que se crearon en aquella época. A todas estas medidas que he enunciado se las acogió bajo el paraguas de la “Escuela unificada” que no era, como se dijo posteriormente por algunos imbéciles iletrados, la disminución de la libertad de la escuela y su sometimiento al Estado, sino la pluralización de todas las creencias y métodos didácticos. Era el nacimiento de la pedagogía en España. Sinceramente, me duele mucho que todo el esfuerzo que en España se hizo en aquella época, hoy en día no se vea reconocido. El impulso de aquella época al sistema educativo no se ha vuelto a dar en España si realizásemos un estudio comparativo y proporcional del resto de épocas posteriores y si comparásemos contextualizando en volumen e importancia de las medidas adoptadas cada etapa política. Pasar de no tener nada a tener un sistema de educación montado es mucho más difícil que pasar de tener algo a tener más, pero el desagradecimiento histórico a este hecho ha sido norma en nuestro país.

Un colectivo es como una casa repleta de servicios. Es evidente que se puede vivir debajo de un puente, el problema real es que si conectamos personas, tenemos suficientes recursos como para vivir en una casa equipada con domótica

La incultura o la incapacidad del pueblo para gobernarse no existe, es una invención de las élites para hacer inaccesible la enseñanza. La inteligencia colectiva tiene límites pero no debemos promover aún más límites. Mi abuela no sabía escribir practicamente y nunca la consideré una inculta, al contrario ha sido una de las personas que más me ha enseñado.

No creo que sea lícito limitar la capacidad de un colectivo para equivocarse, educarse en la autocrítica o para decidir a sus gobernantes en pro de la estabilidad social. Necesitamos equivocarnos, necesitamos no ganar siempre porque ganando siempre hemos llegado a donde ahora mismo estamos. Ganando siempre, gestionando el miedo y evitando el error nacieron las principales doctrinas que nos llevaron a la II Guerra Mundial y esta fe promueve el enfrentamiento. Más bien se trata de todo lo contrario. Las cámaras deben ser un reflejo de su pueblo. Respetemos sus errores e intentemos mejorar, no censurar.

El caso de Italia representa al pueblo italiano. El hecho de que a los gobernantes les cueste encontrar apoyos o lograr un estándar común no es malo. Admiro a Romano Prodi y su caída reiterada representa la incapacidad del pueblo italiano para decidir qué es lo adecuado. Pero esto no es malo, simplemente es la realidad. Lo realmente malo -y se ha demostrado a lo largo de la historia- es la carta blanca y la confianza ciega e incuestionable.

Creo que el modelo español actual es extremadamente injusto, que promueve la perpetuación del modelo (es endogámico) y que impide la renovación del sistema. Esto último es algo completamente necesario para sacar a nuestro país adelante. Primar las mayorías es un error de facto, el bipartidismo es contraproducente y favorece el pensamiento único. Durante los últimos 15 años hemos visto cómo las ideologías han perdido valor en favor de los mercados. Lo han hecho por el acomodamiento de las masas. El caso italiano y griego son flagrantes y representan una advertencia pero no debemos sacar conclusiones equivocadas. Grecia e Italia no han caido en manos del mercado porque sus pueblos hayan tomado malas decisiones. Se trata de un tema exclusivamente financiero y tiene que ver con tratar a la ciudadanía como materia mercantil y como gasto y con ciertas deudas que no han podido pagar unos y otros. Tiene que ver con bancos que compran países que no administran sus cuentas adecuadamente. Nada tiene que ver que haya dos o cien partidos.

La productividad democrática bien gestionada puede darse con una cámara en la que se represente a todo el pueblo y no solo a las mayorías. Por encima de la configuración de un parlamento están los intereses e inquietudes latentes de una sociedad. Permanecer de espaldas a esta realidad es prolongar una agonía. Lo que se pide no es una asamble del #15m en el parlamento. El #15m, otros movimientos similares en la red y las recientes corrientes de productividad social que partieron de la Innovación Abierta y la malla, son herramientas para un fin pero no son el fin en sí mismo. Todavía. Lo que se pide es representatividad real en las organizaciones de las que formamos parte. Y la organización que artícula el Estado es el Congreso. El Senado es harina de otro costal. Y ahora mismo la representatividad real no existe. El cambio no sería muy revolucionario pero sería más justo. No sería revolucionario porque debemos asumir que los que han votado han decidido azul o rojo mayoritariamente y eso hay que respetarlo. Pero hay más opciones votadas que se están quedando fuera.  Cuando las voces no tienen altavoz a menudo no se las escucha. Acallarlas es un delito de Estado. El problema es que pueden unirse y lograr algo grande. Las revueltas sociales que nacieron en Tahrir, #15m, Occupy Wall Street y otros movimientos dignifican la voz de los dormidos. Creo que es algo innegable el hecho de que la representatividad real no sería muy revolucionaria como se demuestra en este gráfico en el que se ve el precio de un escaño según que partido lo ocupe. Que haya precios diferentes es ya un abuso.

Entre otras cosas un reparto más equitativo favorecería las intenciones iniciales de supuesta representatividad real que tuvieron los padres de la Constitución y que incluían la presencia de nacionalismos (las minorías de aquella época). El mundo ha cambiado, España ha cambiado, no parece lógico que por respeto a las reglas traicionemos nuestra propia voluntad.

Accountability problems in Heaven

Cartel promocional de Inside Job (2010) de Charles H. Ferguson

Depurar responsabilidades es uno de los grandes capítulos pendientes de una crisis financiera con nombres propios. Tras algo más de dos años de crisis, las agencias de rating siguen generando incertidumbre y especulando con el valor del trabajo de millones de personas. No se trata de corregir el sistema, se trata de reinventarlo. Charles H. Ferguson nos aporta en su segundo largomentraje documental ciertas claves para comprender el colapso de la gran estafa piramidal de aquellos que continúan decidiendo el futuro de la sociedad. Estrechamente vinculados al poder político, cobrando a base de cargos y puestos gubernamentales su fidelidad a la desregularización del mercado, grandes banqueros, supuestos reguladores y burócratas financieros continúan su camino sin que su irresponsabilidad haya sido penalizada, más bien al contrario. Las principales firmas y bancos han concentrado aún más su fortaleza y la presencia de los mismos creadores de la crisis en las actuales instituciones no augura un futuro digno para nadie. Inside job (2010)analiza este problema desde la base completando en gran medida el trabajo que nuestro admirado Michael Moore hiciera en Capitalism: a love story (2009), documental del que hablamos hace ahora un año en el blog y que resulta totalmente recomendable. Esta vez Ferguson, un antiguo techie y millonario de pro surgido de Sillicon Valley apuesta por mostrar en Hollywood la debilidad del sistema financiero y las conexiones y correspondencias deshonestas e insultantes entre los principales mandatarios de firmas directamente implicadas en el colapso y los actuales encargados de una supuesta regulación del mercado que no se está llevando a cabo. Inquietante reflexión que aportará al espectador elementos de juicio valiosos para corregir actitudes que están llamadas a extinguirse. Problemas de responsabilidad en el cielo que tendremos que nos toca resolver al resto de mortales. Cuando un 1% de la población incrementa desmedida e incontrolodamente su riqueza y un 90% sufre consecuencias devastadoras, no es que haya un problema en el sistema, es que el sistema es el auténtico problema.

¿Crisis?

Países en recesión 2007-2009

Crisis financiera mundial 2007-2009. En rojo, países con problemas reales y financieros en 2008; en rosa países gravemente afectados, en azul países con problemas reales y aceleración económica. Fuente: Joao Felipe C.S. (Wikipedia)

Cuando todos tenemos la misma palabra en la boca, al final su sentido acaba por perderse y los grandes edificios de conciencia colectiva parecen venirse abajo por momentos. A mi conciencia vorpalina le agota llegar a casa y ver un telediario que siempre diga lo mismo como mero trasncriptor de una corriente de actuación que le dicta qué es la realidad y cómo debemos entenderla. Por ello busco explorar nuevas fórmulas de contacto con la realidad real y no con aquella realidad imaginada que aparece en la pantalla, en los carteles publicitarios o en las marcas.

Algunos de los axiomas a los que he llegado a través de silogismos básicos son los siguientes:

– El congreso de los diputados no es real; el iPad no es real; un billete de 50 euros no es real;  una hipoteca no es real; 6000 millones de personas dependiendo de una sola, no es real; el coche en el que vienes al trabajo, no es real; la reunión para adoptar medidas correctivas ante la asunción de un plan de… no es real; el Alto Comisionado para las… no es real.

– Que no sean reales, no quiere decir que no sean nucleares y fundamentales para nuestro actual sistema de vida. Que nuestro actual sistema de vida se pueda redefinir, es materia de debate; que se basa en elementos inconsistentes e inestables, no es materia de debate.

– Son reales los siguientes hechos: una casa comprada a través de una hipoteca y el esfuerzo asociado al pago de la letra de esa hipoteca, el asalto violento y desmedido a un barco de ayuda humanitaria que pretendía abastecer a una población marginada en Gaza; el amor de una madre por un hijo y el sufrimiento de una madre cuyo hijo se muere de inanición;  el protocolo de no injerencia en países soberanos y el protocolo de pena de muerte ante comportamientos disidentes en países soberanos cuyo gobierno es una dictadura; la caducidad y desperdicio de los alimentos en occidente y la falta de alimento en poblaciones aisladas totalmente agrícolas en temporada seca; la multipropiedad que es la posesión de varias casas por un solo individuo, y la pérdida del hogar de una familia haitiana que es la pérdida de la única casa por varios individuos; los actos cívicos y el comportamiento comunitario real que dan lugar a organizaciones sin ánimos de lucro y a la trascendencia del yo hacia los otros, y la conciencia conformista y el comportamiento liberal que dan lugar a guerras y al aislamiento voraz y homicida en el yo; la falta de amor de un hombre que duerme en la calle cada noche y el exceso de amor de una organización que se cimenta en mármol blanco pulido por la sangre; la mujer que pierde su trabajo porque alguien en una calle de una ciudad lejana ha dicho que su país ya no es solvente, y el hombre que dice que ese país no es solvente y gana más trabajos.

A menudo es frecuente pertenecer o identificarse con grupos de realidad imaginada para poder cambiar la realidad real, es un método que promueve el uso de lo malo para conseguir lo bueno. Es lícito y en algunos casos hasta ético, se trata de moverse en el mundo de las ideas y de las identidades para actuar sobre el suelo firme. Es un método que tiene ciencia, se llama política. Personalmente la justifico si en la realidad atiende a este objetivo; profesionalmente la detesto porque es la conjunción de la mentalidad burócrata y la perpetuación de los intermediarios. Estas dos últimas características implican que la realidad imaginada y la realidad real no son capaces de hablarse entre sí y necesitan de actores que representen o sean capaces de interpretar ambos papeles. Organizaciones políticas hay muchas: partidos políticos, religiones, países, ejércitos,… Realidades reales solo hay una aunque a veces comprendemos que es mágicamente millonaria. La combinación desigual entre técnicos y políticos ha mantenido viva nuestra era pero no necesariamente es sostenible como estamos comprobando en este tiempo:

En el artículo “Cronología de la crisis de las hipotecas subprime” podemos ver un recorrido detallado por los hechos que desencadenaron el pánico en los centros de poder económico mundiales a finales de 2008. El artículo ha sido premiado y reconocido por la comunidad Wikipedia y recomiendo su lectura. Aparte de charlar sobre nuestra desgracia y nuestro sino en las tertulias de café o de cañas, recientemente he debatido en un ámbito más académico con profesionales del sector tecnológico sobre las causas de la crisis actual y su capacidad de reproducción en otros ámbitos y momentos de nuestra historia. El debate me pareció especialmente interesante puesto que cada uno aportó referencias y experiencias propias derivadas de un conocimiento real del proceso comatoso que las nuevas tecnologías vivieron en 2001 con la crisis de las puntocom. El fenómeno de bola de nieve es conocido y se ha dado a lo largo de la historia en multitud de ocasiones; en una situación como la actual en la que el debate está extendido y ni siquiera hay consenso entre los técnicos que deberían liderar las soluciones -precisamente porque las mismas herramientas de análisis para resolver la crisis son las que nos han llevado a ella-, parece inevitable que el ruido sea más grande que la luz.

Por otro lado el componente de desmotivación emocional y falta de fe y convicción en nuestra realidad más inmediata -aquella que nos da de comer y en la que actuamos- es, a mi modo de ver, lo más triste y descorazonador en los momentos como este. Si ocurre a nivel personal en nuestra vida cuando algo nos aflige y nos pesa, cuanto más en nuestro comportamiento social cuando cada hecho que ocurre cae como una losa en nuestro sistema de valores, esa tierra de nadie en la que todos pueden hablar y respetarse y que actualmente está demasiado ligado y acotada a la esfera económica y a lo material. Parece como si a medida que avanza la humanidad sintiéramos que en algo somos iguales: en que somos realmente pobres de espíritu; y que en algo podemos ser distintos: en que materialmente podemos diferenciarnos los unos a los otros. Por todo ello mi aportación será sesgada y se centrará en tres focos de análisis: lingüístico, social e histórico. Acerca de los condicionantes económicos que provocaron la crisis financiera a alto nivel, hay amplia y muy diversa literatura multimedia y por esto y porque no me creo capaz de aportar nada interesante, no trataré sobre este ámbito.

Resulta difícil abstraerse del hecho de que crisis es un término lexicográfica y lingüísticamente complejo por dos motivos: es acuñado siempre como apelativo de una situación comúnmente aceptada y asumida, por lo que se produce a posteriori de los hechos y en situaciones de trauma colectivo -es como una guía a la que agarrarse cuando estamos en modo pánico y esta situación implícita no ayuda a clarificar nada por sí misma-; y por otro lado se trata de un término definido a partir de conceptos muy ambiguos y mal aplicado a las épocas de dificultades. A continuación comparto algunas de las definiciones correctas del término crisis según la R.A.E., puesto que alguna de ellas aplica al escenario global en el que nos encontramos:

crisis.(Del lat. crisis, y este del gr. κρίσις).

1. f. Cambio brusco en el curso de una enfermedad, ya sea para mejorarse, ya para agravarse el paciente.

2. f. Mutación importante en el desarrollo de otros procesos, ya de orden físico, ya históricos o espirituales.

3. f. Situación de un asunto o proceso cuando está en duda la continuación, modificación o cese.

4. f. Momento decisivo de un negocio grave y de consecuencias importantes.

5. f. Juicio que se hace de algo después de haberlo examinado cuidadosamente.

6. f. Escasez, carestía.

7. f. Situación dificultosa o complicada.

Debería adentrarme ahora en los inicios del uso de este término a nivel etimológico hasta donde llegue Coromines; sin embargo la identificación de la situación global actual con las acepciones 2, 3, 4, 6 y 7 parece clara, por lo que me centraré en este particular. Todas estas acepciones, y algunas de sus derivadas (gabinete de crisis, por ejemplo), hacen referencia a situaciones excepcionales. Nos referimos por tanto a saltos o desviaciones imprevistas en el curso de los acontecimientos, pero también – y esto es algo que tiende a olvidarse- a situaciones previstas y necesarias. Identificamos crisis con los periodos de “escasez o carestía” o con la “situación dificultosa o complida” a los que hacen referencia la sexta y séptima acepciones de nuestro término, pero crisis es también aquella “Situación de un asunto o proceso cuando está en duda la continuación, modificación o cese“, no necesariamente algo negativo pero sí inevitable. En la comprensión de esta última parte de la frase se encuentra la clave para digerir y actuar en perspectiva. Pero hablamos ya de algo social, por lo que será mejor analizar esta segunda vía.

La constante lucha del ser humano contra lo impuesto y contra su propia condición -que es interpretada y entendida en muy diferentes manifestaciones y comportamientos individuales pero practicada colectivamente de una sola forma- me parece encomiable y es lo que ha aportado luz a la tiniebla del entendimiento pero no tiene nada que ver con asumir que formamos parte de un todo y ese todo es biológico, celular, fisiológico, matemático, cosmológico y tangible; tal vez no ahora ni por completo debido a las limitaciones que intentamos superar a diario, pero lo es. Para comprender ese Todo escribimos poesía, inventamos para adaptarnos, trabajamos en común y nos matamos y amamos los unos a los otros, pero ese Todo existe, es real y no es una abstracción ni una entelequia.

Un hombre llamado Bernard Madoff tranquilamente sentado junto a sus empleados

Un hombre llamado Bernard Madoff tranquilamente sentado junto a sus empleados

En muchos ámbitos de la naturaleza encontramos ciclos o procesos cuya definición implica una delimitación en espacio, tiempo y función. Así ocurre con el ciclo vital de la efímera común (insecto que solo vive un día pero cuya función en su ecosistema es esencial), el ciclo reproductivo de muchos animales (cuyo periodo dura meses), las épocas de migración de algunas aves (que responden a estímulos ambientales y a una necesidad de adaptación e identificación con el medio), los periodos glaciales e interglaciales (que regulan la temperatura y condiciones de vida en nuestro planeta) y el nacimiento y muerte de las estrellas (ligado a una evolución concreta y sujeto a teorías que poco a poco vamos formulando). Parece como vemos que necesitamos sistematizar la realidad y estructurar cada ítem, cada objeto de atención y partícula a nuestro alrededor. Esta parece nuestra condición y hacer inteligibles la materia, el universo y los procesos responde a nuestra naturaleza; hemos creado a partir de esto las artes, la ciencia y los lenguajes. Incluso mediante fórmulas metanaturales nos hemos inventado emociones con que responder a estímulos. Lingüísticamente hablamos de crisis y nos olvidamos de que nuestra falta constante de memoria, quizá el mayor de nuestros males, nos invita continuamente a establecer ciclos y a funcionar de acuerdo a unos procesos. Identificamos crisis con los periodos de escasez o carestía a los que hace referencia la sexta acepción de nuestro término, pero crisis es también aquella “Situación de un asunto o proceso cuando está en duda la continuación, modificación o cese“, no necesariamente algo negativo, pero sí inevitable. Por otro lado el “siempre más” como motor de éxito es insostenible;  el caso particular de Bernard Madoff – exitoso y reconocido hombre de negocios ahora encarcelado como ejemplo de arrepentimiento del sistema- y la insostenibilidad geométrica del Sistema de células de la abundancia, del Esquema de Ponzi y del Esquema de pirámide, son ejemplos claros que demuestran que este tipo de crecimiento y estructura social no funcionan.

Socialmente el fenómeno de dependencia parasitaria es exitoso en la naturaleza y provechoso para las especies implicadas, pero sin embargo en el ámbito de la especie humana la dependencia social promueve comportamientos desleales de aprovechamiento que conocemos como colonialismos, aunque en pocos casos genera mutuo respeto. El colonialismo puede ser caritativo (entendiendo desigualmente que estamos ayudando y no viendo que también al ayudar somos ayudados), económico (esquilmando las riquezas del grupo colonizado), o político (quizás el menos duradero aunque no el más inocuo). Que el hombre siempre ha tendido a la pirámide y a la estructura jerarquizada y no a un sistema de pares o de iguales como su propio sistema y organismos celulares, tal vez bromeando sea debido a que él mismo proviene de las ramas y necesita ramificar para vivir. Todo ello quiero constatarlo en el siguiente foco de análisis relativo a las crisis: la Historia.

¿Estamos peor de lo que hemos estado nunca? Diría que siempre hemos sido espiritualmente deficitarios, que otros colegas en otro tiempo han echado de menos una mentalidad más abierta y un sistema de valores más sólido de los que ha existido en su época. Sin embargo ahora estas carencias se han maximizado, llegan a todos, todos las conocemos porque al minuto esa información nos llega en forma de tweed, wiki metido en un widget, porlet, mashup, dashlet e infinidad de formas que se irán multiplicando hasta que el abanico tecnológico sustituya – ojalá nunca- al catálogo conceptual, hasta que como dicen los escépticos el medio por fin haya dilapidado el trabajo milenario que ha desempeñado hasta ahora el fin y las ideas. En este escenario no parece tan importante el concepto, la realidad real, sino que alguien llamado Nadie decida que cualquiera viaje a ninguna parte y le convenza de ello por ósmosis de datos, asedio constante y marketing viral. Al fin y al cabo vamos camino de ser totalmente permeables, algo terrorífico y formidablemente ideal. Nuestra doma – que no nuestra educación- nos ha enseñado doctrinas – que no ideologías- para asumir el cambio. Podemos sin embargo negarnos a asumirlo de este modo y aprovechar la corriente de comunicación actual para decir a todos aquellos que tienen acceso a banda ancha, wi-fi y tablet que vivir mal no es poder vivir mejor sino no poder vivir peor. Y en esta última situación, y pese a todos los avances y retrasos, hoy viven millones de personas.

Esta es una realidad histórica que ha desvirtuado Samuel Hungtinton precisamente para hacerla inteligible, aprovechando el influjo de Toynbee y dando pie a los neocons -esos viejos  patricios filisteos que aún sonríen -, pero que responde a una irracionalidad que ya parece implícita. El hecho de seguir hacia delante parece más importante que aquello que se queda en el camino. En esto la Historia también tiene mucho que decir y no faltan ejemplos de ambiciones y cambios de ritmo poderosos gobernados por generales que vieron campos de muertos donde antes tuvieron un ejército y piedras caídas donde antes se alzaban grandes templos. Así nació Egipto y su grandeza pero también su esclavismo severo; así surgieron los grandes reinos en la edad media pero también la pobreza de sus habitantes; así también parimos el estado-nación y las organizaciones supranacionales a base de la sangre de decenas de millones de habitantes. Nuestros templo actuales aparecen en el artículo de la wikipedia que os he recomendado: son grandes y altos, más altos y grandes de lo que jamás antes lo han sido. Nuestro complejo fálico ha llenado las ciudades con estas nuevas maravillas de la mente humana, respiran y se comunican internamente pero no son permeables, estos templos llamados oficinas siguen siendo edificios religiosos y toleran cada mucho tiempo alguna disensión de un protestante; que lo toleren no quiere decir que nunca acaben de aceptarlo, pero ese hombre rebelde e impulsivo, que no se acoge a reglas ni estándares y no comulga del mismo vaso que los otros, seguirá moviendo el mundo. Spengler y Toynbee hablaban de la relación entre grupos en términos de desafíos y respuestas; yo creo que es más constructivo hablar en términos de preguntas y respuestas.