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3 películas para 3 valores

3 películas para 3 valores

goodwill

 

Listening the song Between the bars, Elliott Smith

Vivimos entre barrotes. Podemos leerlo entre líneas en esta bonita canción de Elliott Smith. De hecho podemos vivirlo porque todos sabemos que los barrotes más fuertes nunca son de hierro. Los que apostamos con todos nuestros recursos por el cambio lo sabemos. La mayor parte de barrotes están hechos de prejuicios, tradiciones, culturas, valores establecidos. Estamos instalados en pequeñas celdas de seguridad imbricada, recluidos como castigo a nuestro afán de libertad, buscando la esperanza o diseñando instantes que bloqueen el silencio. Yo trabajo para hablar a través de estos barrotes. Lo hago cada día -entre otros- con Gloria, una maravillosa mujer que forma parte de uno de mis equipos y que se une al club de lectores de este blog. Bienvenida y feliz lectura en adelante 😉

Una de las obras que más me ha reconciliado durante años con la honestidad humana es la película Good Will Hunting (2007) escrita y protagonizada por Matt Damon y Ben Affleck. La película se desarrolla en el ambiente real en el que ambos actores se conocieron en Boston cuando eran estudiantes y fue una apuesta personal cuyo guión final, tras varias revisiones, se pagó a nada menos que 800.000 dólares. Considero la película una obra de referencia en la historia del cine. Sin más. Esta noche la veo por sexta vez y aún descubro grandes lecciones y nuevo valor en cada escena. Hace poco utilicé la película en un taller y esta noche repasando apuntes he descubierto el dulce tema del fallecido Elliott Smith que acompaña algún momento especial de la película. Hace tiempo el cantante dijo en una entrevista lo siguiente:

Depresiva” no es la palabra que yo usaría para describir mi música, pero hay algo de tristeza en mi música. Creo que tiene que estar ahí para que la felicidad en ella realmente importe.”

Interesantes palabras sobre la felicidad. Elliott Smith murió con 34 años de dos puñaladas autoinfligidas en el pecho en un aparente suicidio aún no esclarecido mientras su pareja estaba encerrada en el baño tras una dura discusión. Su tortuosa vida es digna de aparecer en uno de los libros que más marcó mi adolescencia: La lucha contra el demonio de Stefan Zweig. Su vida me recuerda en algunos instantes de su biografía a la vida de Heinrich Von Kleist, también muerto con 34 años y uno de los biografiados en el libro de Zweig. La historia de Elliott Smith está plagada de pequeñas luchas contra las drogas, el alcohol, la depresión y un tardíamente diagnosticado y medicado TDAH. Su legado musical en esta película -en la que trabajó con el gran compositor orquestal Danny Elfman– es algo más que un regalo. Se trata de un testimonio de genialidad en mitad de la particular lucha épica de Will Hunting contra su miedo personal a amar a los demás. El año en el que Gus Van Sant le pidió a Smith que le ayudara con la música de la película, corresponde con una de las peores etapas personales del cantante continuamente intoxicado por el uso de antidepresivos, pero también corresponde con su mejor etapa profesional tras el álbum Either/Or, sin duda su mayor éxito. Mi personal balance de la vida de Elliot Smith es tremendamente positivo y tiene que ver con escuchar y leer sus dos canciones Between the bars y Angeles. Ambas letras hablan de su continua lucha contra el demonio y ambas canciones aparecen en la película ganadora de dos estatuillas.

Imagínense a ese cuerpo frágil de Elliot sentado en el el escenario del Kodak theatre cantando ante miles de celebrities su particular mensaje de esperanza. Interesante contraste. Una de las estatuillas -estaba cantado- fue para el guión de Damon y Affleck, la otra fue para un gran actor cuyo trabajo me ha acompañado durante años en mi crecimiento personal y que también ha sufrido episodios de alcoholismo y adicción a la cocaína.
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La persona que a lo largo de su carrera ha interpretado a u loco locutor Adrian Cronauer (Good Morning Vietnam, 1987), al loco profesor John Keating (Dead Poets Society, 1989) y a tres extraordinarios doctores como son el doctor Malcom Sayer (Despertares, 1990), el doctor Sean Maguire (Good Will Hunting, 1997), y el doctor Patch Adams (Patch Adams, 1998) es el gran intérprete Robin Williams. Realmente  las cinco películas anteriores son magníficas y algunas de ellas relatan las historias reales de superación de personajes que siempre me han fascinado. Por eso no me arriesgo a decir que en esta película hace su mejor interpretación pero sí diré que la relación entre su personaje (el terapeuta) y el joven genio problemático es sin duda la clave de la película.

Existen particulares luchas contra el demonio que también me generan no poca admiración. Es por ejemplo el caso del personaje ficticio Luke Jackson inventado por el escritor Donn Pearce e interpretado en el cine por Paul Newman en Cool Hand Luke, 1967, un hombre es condenado a dos años de trabajos forzados por romper un poste de aparcamiento. La película (traducida como La leyenda del indomable) es también ilustrativa sobre la capacidad de liderazgo natural y personal de un hombre que lucha contra sus propios miedos y por forjar su propia identidad. En este caso además en un entorno claramente hostil de abusos morales por parte del establishment. Esta rebeldía contra lo impuesto, contra la autoridad incuestionable, que ha sido un continuo valor a lo largo de mi vida, se ve reforzada también por la clave de comedia dramática que aporta la música de Schifrin a la película del gran Stuart Rosenberg.
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Para cerrar este repaso a mis últimas revisiones cinematográficas de la gran lucha contra el demonio (el personal, el profesional, el vital) he de confesar que anoche vi de nuevo -esta vez he perdido la cuenta- The magnificent 7 (John Sturges, 1960). Además de recordar diálogos enteros de memoria, he revivido la estrecha relación entre esta adaptación de Sichinin no samurai (Los siete samuráis, Akira Kurosawa, 1954) y los diferentes tipos de motivación que mueven a personas y equipos a lograr cumplir sus retos. En ambos películas -americana y japonesa- 7 luchadores a sueldo prestan ayuda a pueblos oprimidos que no pueden pagar a cada uno más que 7 platos de arroz al día o 20 dólares por 6 semanas de trabajo. ¿Por qué entonces asumen ese reto? Lo asumen -y así se reconoce a lo largo de ambas películas en varios diálogos clave- por su propio honor de luchadores, por una necesidad de cobijo y reconocimiento tribal, porque se identifican y se respetan entre sí y necesitan un reto que les una, porque se siente parte del proyecto y no propiedad suya, porque saben que lucharán por algo en lo que creen. Con indiferencia de que la acción se desarrolle en el Japón del siglo XVI o en la frontera del oeste de Estados Unidos en el siglo XIX, el demonio contra el que ellos luchan es el mismo contra el que luchan la mayor parte de equipos y se llama también IDENTIDAD. El precio de esta búsqueda a menudo es elevado pero casi siempre, si uno es fiel a su viaje iniciático en compañía o en soledad, se encuentra recompensa en la memoria de los otros.

aparcado

aparcado

Cartel promocional de Parked (2010)

In the middle of the journey of life, I was in a dark wood.where I lost the true path. And so we came forth and once again beheld the stars

Esta es la particular versión personal de William Styron sobre el comienzo del Canto I del Infierno de la Divina Commedia con la que Fred habla a su amigo Karl por última vez en esta maravillosa película. No diré más de este momento. Mi descubrimiento de hoy es Parked, película que no ha sido traducida al castellano y que fue estrenada en Irlanda en 2010. En ella Colin Meaney hace una gran interpretación de una persona que ha perdido todo en la vida salvo el coche en el que duerme en un aparcamiento junto al mar.

Se trata de una historia de ficción que recrea una relación entrañable entre un hombre que aparentemente no tiene nada, un joven drogadicto que aparca junto a su plaza de aparcamiento y con el que logra entablar una relación de amistad que le cambiará la vida, y por último una mujer finlandesa que vive en su comunidad y a la que conocen de forma casi fortuita. Fred no recibe asistencia del Estado por no disponer de una vivienda habitual y a pesar de ello da lo mejor de sí mismo a su amigo Karl y a la misteriosa profesora de piano Jules. Una historia de amistad, orgullo y dignidad, un relato de riqueza humana y moral en medio de la más absoluta miseria material.

El genial primer verso del Canto I del Infierno de Dante dice así:

“Nel mezzo del cammin di nostra vita mi ritrovai per una selva oscura ché la diritta via era smarrita”

“En mitad del viaje de nuestra vida, me encontré a mí mismo en medio de un bosque oscuro, donde el camino recto se había perdido.”

Puede que perder el camino recto de la vida haya sido mi único objetivo sostenible hasta esta frase. 🙂

Algún amigo de la red reflexionó antes sobre este verso en su blog. También desde otra perspectiva aquí.

leaving is not living

leaving is not living

Restaurante turco en Harleem. La bicicleta como un modo de vida en cualquier parte y momento.

Marcharse no es vivir. Vivir es quedarse en cada sitio. Así es como yo entiendo el incomprensible fervor que me ha producido Holanda hace ahora una semana. Creo que ME HE QUEDADO ALLÍ.  Puede que sea el lugar del planeta en al que más conectado me he sentido hasta la fecha.

Durante cuatro días intensos he estado conociendo a nuevos amigos en los Países Bajos, siempre muy centrado en dos ciudades cercanas a Amsterdam más que en la propia capital. Harleem y Leiden han sido mis dos objetivos no planificados en los que he conocido a una joven pareja, Susanna y Brahm, y he vivido otra nueva entrega del viaje hacia el equipo dentro del programa MINN en el que como sabéis sigo dando guerra y paz a partes desiguales. Esta vez hemos visitado Team Academy Harleem gracias a la hospitalidad de nuestros compañeros holandeses. Hemos tenido nuestra primera evaluación 369 (no es una errata) y además hemos realizado una propuesta de valor a una compañía de muebles holandesa que está posicionada en varios países. El feedback de la empresa ha sido positivo y durante algunos momentos he creído que podíamos nacer… Estamos en ello.

Equipo MINN durante la evaluación 369 en Harleem

La calidad de vida de todas las personas que he conocido en Holanda es algo más que buena. Creo que la muestra de personas conocidas no es representativa pero sí habla mucho del alto nivel de civilización que ha alcanzado esta parte del mundo. La mayor parte de ciudades que he conocido están completamente construidas para ser habitadas y disfrutadas por el usuario de un modo no invasivo y natural.

Por otro lado, en nuestro propio viaje hacia el equipo hemos tenido algunas bajas temporales y se han sumado nuevas ideas que nos ayudarán a crecer más allá de cada uno de nosotros. Creo que todo el equipo necesita crecer desde cada nodo y sin conocer la realidad de cada uno de nosotros, nuestras expectativas, lo que esperamos de los otros o del viaje, creo que será complicado llegar a buen puerto o al menos a un puerto que nos resulte útil a todos.

Mucho antes del viaje había estado trabajando un TEAM-MAP que quiero compartir con vosotros por si os resulta de utilidad. Se trata del boceto inicial en el que detallo lo ocho pasos que creo que deberíamos dar antes de empezar a pensar qué queremos ser o hacer en común. Hago una analogía con el nodo social más elemental: la FAMILIA y a partir de ella intento estructurar un discurso de valor basado en cuatro ejes: PENSAR EN UNO MISMO (desarrollo personal), PENSAR EN AQUELLOS QUE ESTÁN A TU LADO (Invierte en tu vida), PENSAR EN TU EQUIPO (Team Building).

La idea es realizar una foto de toda la familia en la que cada miembro sea un perfil y en el que todos podamos saber aficiones, nombres de los hijos y pareja, trabajos, responsabilidades, preocupaciones, capacidades, experiencia… Se trata de facebookear el equipo para poder conocer a los otros. También intento explicar a mi equipo la importancia que tiene comprender a los demás y empatizar realmente con sus necesidades. Intento llevar la iniciativa #occupyminners a un ámbito más funcional y realizable para todos. Aunque de momento solo lo intento. Como sabéis, en mi ánimo por naturalizar el equipo, intento asediar, ocupar y meterme en cada casa de cada miembro del equipo. De alguna manera hago shadowing para entender sus necesidades. Intento ser su sombra sin perder mi esencia. Tal vez esta sea la clave para construir equipos. Los equipos no tienen porque tener una marca en común pero sí una meta o un espacio compartido en el que todos encuentren un beneficio mayor al que podrían generar por separado. No se si lo lograremos alcanzarlo pero moriré intentando tener una bandera 😉

Boceto inicial para el diseño de TEAM-MAP

Apnea de sueños

Apnea de sueños

Apnea del sueño, en un esquema de la Fundación Mayo

“La respiración, un factor determinante a la hora de poder disfrutar de un sueño reparador, depende durante estos periodos de los músculos que controlan la mandíbula, la lengua y el paladar y que mantienen abierta la vía respiratoria. Cuando estos músculos se relajan, la mandíbula cae y la lengua retrocede, estrechando u obstruyendo la vía aérea y produciendo las dificultades respiratorias, que van desde los ronquidos hasta las apneas. En estos momentos, el cerebro se ve obligado a realizar lo que se denomina microdespertares, instantes en los que el sueño se interrumpe para que el cuerpo pueda recuperar el ritmo respiratorio. Estas interrupciones impiden que el organismo descanse completamente, lo que provoca la aparición de un gran número de dolencias, como dolores de cabeza o cefaleas matutinas, hipertensión pulmonar al exigírsele un esfuerzo añadido a este órgano, hipertensión y problemas cardíacos como arritmias cardiopatías isquémicas,temblores o espasmos musculares entre otras.”

apnea, wikipedia.

Vivimos una apnea de sueños colectiva que comienza a resultarme incómoda. Explicaré por qué digo esto con 4 fenómenos que detesto y con los que me encuentro cada día:

EL AMOR A LO LEJANO: Cuanto más lejos o menos conoces a alguien, más le admiras. Cuanto menos cerca estés de lo que soy o de mí mismo, más admirable me resultas. Esto implica infravalorar a las personas que conocemos, a nuestros equipos, y -lo que es más insultante- a nuestra familia. Para la mayor parte de personas las cosas son especiales porque ocurren pocas veces, porque le ocurren a otros o porque otros dicen que lo son. Esto tiene una segunda lectura: Cuanto más alejado de nosotros sentimos algo, más especial se nos presenta. De hecho en la mayor parte de casos lo especial se desgasta y pierde sentido por el uso. En mi entorno más inmediato veo cada día como hemos perdido tres tipos de valor: el valor de las pequeñas cosas, el valor de las personas y el valor propio. En los tres casos la clave está en que no encontramos ni energía ni belleza en nuestro ámbito inmediato o en nosotros mismos. Y esto sí que es una crisis.

El problema es que esa necesidad de creer y trabajar por algo más allá de nuestra realidad, frecuentemente nos hace olvidar el valor real de nuestras vidas y de las vidas de aquellos que forman parte de la nuestra. Envilecemos e infravaloramos nuestro entorno. Es conocida la ley de murphy de la consultoría que reza “El que viene de fuera es un consultor experto y el que trabaja dentro es una puta mierda”.

LA BELLEZA ES UNA EXCEPCIÓN: Lo que nos ocurre cada día parece no ser especial y por eso nos apresuramos a inventar y convocar grandes momentos. Fruto de esto, entendemos nuestra propia vida, la vida a solas, la vida personal de las pequeñas cosas, como un conjunto de espacios muertos y controlables entre diminutos microdespertares que nos hacen sentir vivos. Lo bello y lo que realmente tiene valor para nosotros parece ser excepcional. No nos sentimos cómodos con nosotros mismos. Recelamos de aquellos que cultivan con detalle y esfuerzo cualquier tipo de vida interior o de equilibrio y enaltecemos a aquellos que transmiten y comunican mensajes o iconos redentores. La salvación tiene forma de iPad, de trofeo o de último modelo de automóvil. Estas interrupciones, al igual que leíamos en la entrada inicial, generan hipertensión vital, arritmias personales y breves espasmos sociales pero nos mantienen vivos. Nadie sabe bien por qué.

ALL MARKETERS ARE LIARS: The power of telling authentic stories in a low-trust world, Seth Godin

Seth Godin ha escrito el libro que está sobre estas líneas y que se titula TODAS LAS PERSONAS QUE TRABAJAN EN MARKETING SON MENTIROSOS: El poder de contar historias auténticas en un mundo desconfiado. Lo encontré en la casa de Brahm en Leiden (Holanda) justo antes de dormir y estuve leyéndolo un rato. Viene a decir muchas de las cosas que os he ido compartiendo durante las últimas semanas y me encanta el formato y la frase. Creo sinceramente que decir la verdad es totalmente diferencial en nuestros días. Hablar con honestidad y transparencia es aún más disruptivo. Nadie lo practica.

EL BECERRO DE LO INMEDIATO: En este largo camino hacia la quiebra, realmente demandamos algo sorprendente, algo que nos haga levantarnos de la silla. Tenemos una ansiedad incontrolable por sentirnos parte de algo o sumarnos a alguna identidad que trascienda nuestra gris y fría realidad inmediata. Entiendo que es una mezcla asumible de una vida insípida y un afán humano de socialización. Los expertos en marketing lo saben y trabajan cada campaña a partir de ambas realidades. Construyen personas y diseñan perfiles y targets de mercado cada vez más generalistas. Porque el aburrimiento es una enfermedad masiva. Porque buscamos algo más. Los grandes gurús depuran su mensaje para captar la voluble atención de una masa saturada de mundos cotidianos. Porque ese “algo” parece estar en otra dimensión. En San Francisco desde hace años crece una escuela de educadores mesiánicos en lo que se conoce como “elevator pitch”, discursos redentores de no más de 3 minutos en los que debes convencer a alguien de lo que sea captando su atención. Porque no tenemos tiempo. Los grandes eventos deportivos, los aniversarios, ir al cine, “escapar” a la playa o la montaña, viajar a un lugar lejano, salir a cenar fuera o hacer algo “diferente” siguen siendo motivaciones esenciales para todos los mortales incluso en la era de las redes sociales y la conectividad digital. Porque necesitamos descansar de nuestra propia vida, porque vivimos en el “YA” y en el “AHORA” pero necesitamos soñar con otros realidades para no sentirnos presos de nuestra libertad no disfrutada.

NOTA MENTAL: La gente que no tiene tiempo acaba completamente consumida por él.

El gran becerro dorado de nuestros días es la promesa de un mundo mejor solo en breves intervalos de descanso. Porque parece que no podemos aspirar a más y eso es todo cuanto podemos hacer para ser felices. Este nuevo icono del INMEDIATO PLAZO nos hunde porque lo veneran los incompetentes directivos con flamantes MBAs en nuestras empresas, también aquellos que nos gobiernan con indiferencia de color político y por supuesto los responsables de que la maquinaría no pare de girar: los equipos.

Ningún planteamiento de cambio es escuchado en las organizaciones sino maneja este nivel inmediato de retorno. Esta epidemia de ansiedad por el inmediato plazo y por el amor a todo lo lejano, se ha extendido entre aquellas personas cualificadas que respeto. Uno de mis equipos me ha dicho claramente -junto a otros muchas opiniones que sí considero respetables- que no me entiende cuando hablo. Realmente no sé si existe un esfuerzo real por entender a los demás pero sí detecto un esfuerzo real por demostrar al mundo que uno “no tiene tiempo” para entender a otro, y que es necesario “dejar las cosas claras de una forma directa y sencilla, comprensible para todos”. Y este esfuerzo es insultante a todos los niveles.

Todos ellos -nadie sabe bien por qué- han interiorizado que las cosas siempre están pasando ahora y que cualquier esfuerzo que implique más de 5 minutos, media hora, una semana o un mes es algo antiguo, obsoleto, desfasado. Gary Hamel ha detectado esta veneración profana hacia lo inmediato que muchos managers profesan y en este sentido su último libro se titula con alta claridad: WHAT MATTERS NOW (Lo que ahora importa). Por cierto, solo un apunte sobre no parar a pensar por un momento: cualquier mecánico sabe que no a veces sino siempre hay que parar la máquina para entender qué es lo que pasa.

Y aquí viene el segundo problema: Mi contundente rechazo hacia todos aquellos que no se esfuerzan por aprender, escuchar o comprender la realidad de otros. Esta clase de persona practica la palabra de moda, la “empatía”, pero en una sola dirección. El que habla tiene que ponerse en el lugar de los que escuchan pero nunca al revés. Esa, para ellos, es la clave de cualquier tipo de éxito. Personalmente heredé de un abuelo torero la noble inconsciencia de capear el temporal desde la arena más allá de ser espectador del mundo. Si no entiendo a una persona, se lo digo en el momento y hago lo posible por comprenderla más allá de todos mis recursos. Eso es todo. Y, de hecho, es todo cuanto exijo.

TODO EL MUNDO VALE PARA TODO: Más allá de estos tres fenómenos que provocan apnea de sueños, hay u cuarto que también me inquieta. Hemos generado una tabula rasa que no admite aristas, valles o montañas. La hemos llamado RED y aparentemente todo el mundo es igual ante esa RED. Realmente hemos tergiversado el concepto de red, lo hemos hecho en la mayor parte de empresas porque TODO el mundo AHORA quiere ser o estar en RED. En esa fiebre de la conectividad veo un enorme riesgo en descuidar cada uno de los nodos como si cada sacrificio personal alimentara el valor de la gran RED. Creo que este ha sido el motivo por el que la cuenta de resultados de la mayoría de personas y de empresas se lee en números rojos sobre una vida en blanco. La red que conforma nuestro cerebro tiene valor porque todas las neuronas son complementarias, no porque todas ellas sean iguales. Hace poco hablamos del comportamiento de las espinas dendríticas. Hablábamos de relaciones sin abordar la importancia de la autonomía y la independencia de cada nodo. A la hora de construir una red tenemos, en mi opinión, dos tareas claves:

  1. Alimentar de vida cada nodo y favorecer el desarrollo individual
  2. Alimentar las relaciones entre cada nodo fortaleciendo el valor de la gran malla

Se trata de dos tareas clave consecutivas, no de dos opciones o dos formas de abordar la construcción de redes de valor. Ninguna de ellas debe eclipsar a la otra en esa continua tarea por evitar nuestra actual apnea de sueños. En ello pongo toda mi experiencia 😉

NOTA MENTAL: No es que no sepamos donde ir, es que no sabemos leer ninguna brújula

Viaje a la Responsabilidad Sostenible

Viaje a la Responsabilidad Sostenible

Me alegra anunciaros que el próximo 19 de julio saldrá un nuevo vuelo hacia la Responsabilidad Sostenible. Desde la iniciativa estamos colaborando con el equipo de Creemos Creamos NRG para lanzar a la sociedad un nuevo mensaje de valor que nos ayude a salir de la crisis con creatividad, innovación y un planteamiento ágil de cambio.

Para más info sobre el contenido de la experiencia puedes visitar la página de Responsabilidad Sostenible o viajar con nosotros para adquirir una de nuestras guías orientativas. Te enviaremos una tarjeta de embarque personalizada que te dará acceso a un nuevo viaje hacia un destino sostenible para todos. Aquí os dejamos el cartel promocional por si queréis poneros en contacto con el equipo de trabajo de Creemos Creamos NRG para reservar asiento. Pincha en la invitación para ampliar detalles sobre lugar, fecha y datos de contacto. Solo unos pocos elegidos podrán ocupar uno de los 8 asientos de este vuelo hacia un nuevo presente de transformación y mejora continua. 😉