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Albert Einstein sonriendo al mundo

A propósito del sugerente y genial post de @virginiog titulado “La comunidad: la nueva forma organizativa que define al líder” ayer mismo reflexionaba acerca del papel que los llamados “jefes” deben tener en las nuevas organizaciones basadas en meritocracia, gestión transparente de conocimiento y openmind. Por la noche cené con unos amigos y hablamos sobre el tema. ¿Qué esperamos de la gente que ha liderado hasta ahora las organizaciones? Estamos acostumbrados a una gestión autocrática que define directrices incuestionables, a una jerarquía férrea basada en la asunción y el cuidado receloso de los secretos, ¿qué será del jefe cuando las organizaciones asuman que el flujo de conocimiento e ideas es clave para la mejora continua y real de la sostenibilidad del negocio?. Nuestra conclusión fue que el cambio puede tardar pero llegará, que necesitamos facilitadores y no líderes, que debemos fomentar la gestión distribuida. Cuando hace unos días hablábamos en twitter sobre que cada uno de nosotros debe ser marketer de la marca con la que debe identificarse, esto implica que debemos estar contentos, satisfechos y motivados con el trabajo que realizamos, que debemos trabajar de forma sostenible evitando rotaciones y ritmos de trabajo discontinuos, que debemos sobre todo sentirnos útiles y escuchados, valorados.

Los grandes referentes del siglo XX eran iconos que habían fraguado su valor a base de esfuerzo, pertenecían a esferas de conocimiento relegadas cuyo trabajo no tenía aplicación directa en las disciplinas humanas de trabajo. Tal vez el pensamiento de Einstein, el desubrimiento posterior de los agujeros negros o la formulación de la estructura atómica nos ayuden a comprender mejor nuestra realidad y la realidad de nuestras relaciones. Incluso en equipos de trabajo, SOBRE TODO en equipos de trabajo. Ya no sirve el látigo porque lo que necesitamos no son muros sino puentes tal y como un joven refugiado de Cisjordania comentaba ayer en el telediario. Eso que es fundamental para nuestra vida diaria, lo es también para nuestro trabajo. No podemos desvincular o abstraer nuestro trabajo de nuestra vida: necesitamos ser emocionalmente felices y saber que mentalmente podemos ayudar y contribuir. Incluso (y tal vez sobre todo) los trabajos más productivos, aquellos que pueden resultar más repetitivos, son susceptibles de contribuir a la mejora de los procesos y de la influencia de nuestro trabajo en nuestra vida. Dedicamos mucho tiempo a trabajar, es hora de dedicar todo el tiempo a lograr un mismo objetivo dual: ser felices y sentirnos realizados y hacer que las organizaciones y estructuras en las que participamos salgan adelante de una forma humanamente viable. Necesitamos diseñar y rediseñar negocio continuamente, replantearnos máximas y preceptos aceptados tal y como nos enseña Header Fraser en su documento Business Design: Becoming a bilateral thinker Se trata de fomentar ese pensamiento lateral que nos hace ser productivos y creativos, esa motivación intrínseca que elimina barreras, o esa empatía que promueve la mentalidad abierta a través de la colaboración multidisciplinar. Porque si desarrollas tu actividad en un puesto de trabajo concreto seguramente debas conocer la realidad de otras líneas y unidades. Levántate y colabora, busca información e ideas de otros que te serán de ayuda. Seguimos pornunciando el WE ARE SMARTER THAN ME por encima del desengaño y el carácter acomodaticio. Co-crear es vital. Promueve inteligencia emocional donde solo veas mentalidad a corto plazo y falta de perspectiva. Visualiza y mapea ideas, acepta críticas y empápate de otros. Habla a tu red de contactos inmediata y amplíala, promueve la síntesis y la intuición, la fe en el cambio. Aprende a escuchar con tolerancia para saber hablar con coherencia. Facilita que se produzcan mejoras, no lideres objetivos.

Aprendamos en nuestras organizaciones de ese gran ejemplo histórico que es la Historia de la física moderna. Cuando hace 350 años Newton formuló la ley de la gravedad, nadie creyó que fuera a superarse una concepción tan firme de nuestro universo. A principio del siglo XX Albert Einstein formuló reformuló la concepción macroscópica de nuestra realidad. Cuando todo parecía conocido y el electromagnetismo y la relatividad general eran lo esencial, en la década de 1940 el mundo dedicó su investigación y esfuerzo al mundo microscópico y descubrió la enormidad de la fuerza nuclear y la fuerza débil de los átomos que completaban el panorama físico hasta nuestros días. Sabemos qué puede esperarnos: la teoría de cuerdas, la unificación que soñó Einstein y que recluido en su casa no supo lograr. No nos rendimos, queremos comprender e interactuar conscientemente con nuestro universo; del mismo modo no podemos abstraernos de las estructuras y organizaciones que son la base de nuestra sostenibilidad. Si no son emocionales, si no son humanas ni permeables, no seguirán siendo organizaciones

Gramática de la fantasía

Gramática de la fantasía

Vladimir Propp, Russian philologist

Vladimir Propp, erudito, filólogo y etnólogo soviético.

Reposo en un lugar apartado del mundanal proyecto en la casa de mis suegros y sustraigo (por no decir “robo con fruición y alevosía”) un libro de la estantería de la habitación en la que duermo. El libro reza “Gramática de la fantasía”, el autor Gianni Rodari, un fenómeno revolucionario en sí mismo. Había oído hablar del libro pero más aún de su autor. Cojo el volúmen del estante y lo desperezo. Tras saltar las páginas de cortesía, ojear la editorial y el año de edición, me decido a explorar el interior auténtico. Comienzo a leerlo por encima con la intención de hacer un expurgo inicial o sustraerlo con solución de continuidad (por no decir “robarlo hasta que acabe de memorizarlo y devolverlo a su estante original si es que no quiero poseerlo como un testimonio más de mi biblioteca personal”). Decido lo segundo -sustraerlo con solución de continuidad- gracias al siguiente extracto del libro realmente inspirador y en el que habla de la importancia de la diversión y la libertad en el ejercicio de la investigación creativa entre otra suma de cosas en las que os recomiendo profundizar. En este fragmento del capítulo 22 Gianni Rodari habla del señor que tienen ustedes a la derecha de este artículo. Lean, disfruten y extrapolen a nuestra realidad actual parte del sistema de Propp tal y como yo -mentalmente- lo he hecho:

(…)

Capítulo 22: Las cartas de Propp

Un aspecto característico del genio de Leonardo, que encuentro brillantemente expuesto en un artículo de la revista “Scienze” (edición italiana de “Scientific American“), lo constituye su capacidad para considerar, por primera vez en la historia, una máquina cualquiera no como un organismo único, un prototipo irrepetible, sino como un conjunto de máquinas más simples.

Leonardo “descompuso” las máquinas en elementos. En “funciones”. De esta manera logró estudiar por separado, por ejemplo, la “función” del rozamiento, y este estudio le llevó a proyectar conjuntos esféricos y cónicos, e incluso cilindros troncocónicos, que tan sólo han sido fabricados en tiempos muy recientes, para el funcionamiento de los giroscopios indispensables para la navegación aérea.

Con estudios de este tipo, Leonardo lograba incluso divertirse. Recientemente ha sido descubierto su dibujo de una invención burlesca: un “amortiguador para frenar la caída de un hombre desde lo alto”. Se ve al hombre caer, no se sabe dónde, frenado por un sistema de cuñas ligadas entre sí y, en el momento final de la caída, por una bala de lana, cuya resistencia al golpe se mide y controla por una última cuña. Es muy probable por tanto que deba atribuirse a Leonardo también la invención de las “máquinas inútiles”, construidas por juego, para realizar una fantasía, diseñadas con una sonrisa, momentáneamente opuestas y rebeldes respecto de la norma utilitarista del progreso técnico científico.

Algo similar a la descomposición de Leonardo de las máquinas en sus “funciones” ha hecho, respecto a las fábulas populares, el etnólogo soviético Vladimir Ja. Propp, en su obra Morfología della fiabe y en su estudio La transformazione della fiabe di magia.

Propp es también famoso por su libro Le radici storiche dei racconti di fate, en que expone de manera clara y, por lo menos desde el punto de vista poético, convincente, la teoría de que el núcleo más antiguo de las fábulas mágicas deriva de los rituales de iniciación usados en las sociedades primitivas.

Lo que las fábulas narran -o, lo que esconden al final de su metamorfósis- sucedía antiguamente: cuando llegaban a cierta edad, los niños eran separados de la familia y llevados al bosque (como Pulgarcito, como Nino y Rita, como Blancanieves)… donde los brujos de la tribu, vestidos con ropas horripilantes, con la cara cubierta con horribles máscaras (que a nosotros nos hacen pensar en magos y brujas)… los sometían a pruebas difíciles y frecuentemente mortales (como las que todos los héroes de las fábulas encuentran en su camino)… los jóvenes escuchaban las narraciones de los mitos de la tribu y recibían las armas (los dones mágicos que en las fábulas seres sobrenaturales dan a los héroes en peligro)… y finalmente regresaban, frecuentemente con otro nombre (también el héroe de la fábula vuelve a veces de incógnito)… y haían adquirido la madurez para casarse (igual que en las fábula, que nueve veces de cada diez acaban con un banquete de bodas)…

En la estructura de la fábula se repite la estructura del rito. Y precisamente de esta observación Vladimir Propp (y no sólo él) deduce la teoría según la cual la fábula ha empezado a vivir como tal, cuando el antiguo rito ha caído, dejando solamente la leyenda (…)

(…) En el sistema de Propp las funciones son treinta y una, y son suficientes, con sus variantes y articulaciones internas, para describir la forma de la fábula:

  1. alejamiento
  2. prohibición
  3. infracción
  4. investigación
  5. delación
  6. trampa
  7. connivencia
  8. mutilación (o carencia)
  9. mediación
  10. consenso del héroe
  11. partida del héroe
  12. el héroe sometido a la prueba del donador
  13. reacción del héroe
  14. donación del atributo mágico
  15. transferencia del héroe
  16. lucha entre el héroe y el antagonista
  17. el héroe marcado
  18. victoria sobre el antagonista
  19. reposición de la mutilación o carencia inicial
  20. regreso del héroe
  21. su persecución
  22. el héroe se salva
  23. el héroe llega de incógnito a casa
  24. pretensiones del falso héroe
  25. al héroe se le impone una misión difícil
  26. ejecución de la misión
  27. reconocimiento del héroe
  28. desenmascaramiento del falso héroe o del antogonista
  29. transfiguración del héroe
  30. castigo del antagonista
  31. boda del héroe

Naturalmente no en todas las fábulas están presentes todas las funciones: en su sucesión hay saltos, agragaciones y síntesis, pero no contradicen la línea general. Una fábula puede empezar con la primera función, con la séptima o con la octava, pero -si es suficientemente antigua- es difícil que salte atrás para recuperar los pasajes olvidados.

La función de “alejamiento”, que Propp indica en primer lugar, puede ser cumplida por un personaje que se aleja de casa por cualquier motivo, un príncipe que parte a la guerra, un padre que muere, que va al trabajo (aconsejando a los hijos – he aquí la “prohibición”- no abrir la puerta a nadie, o no tocar una determinada cosa), un mercader que inicia un viaje de negocios, etcétera. Cada “función” puede contener a su contrario: la “prohibición” puede estar representada por una “orden” positiva.

No desarrollaremos más nuestras observaciones sobre las “funciones” de Propp si no es para sugerir, a quien lo desee, un ejercicio que consiste en confrontar su secuencia con la trama de cualquier film sobre las aventuras del Agente 007: se podría asombrar de la gran cantidad que encontraría casi en el mismo orden. Tan viva y extendida está la estructura fabulosa en nuestra cultura. Muchos libros de aventuras tienen igualmente la misma estructura.

(…)

Un texto admirable. Me dedicaré a leerlo en los próximos días junto con el resto de lecturas. Os dejo más abajo la reseña bibliográfica. Gianni Rodari es un referente pedagógico para profesionales de la educación. Sobre la polémica Lévi-Strauss y Vladimir Propp, recomiendo también leer el libro de la Editorial Fundamentos.

Fuente bibliográfica:

Gramática de la fantasía: Introducción al arte de inventar historias, Gianni Rodari, Hogar del libro, Colección REFORMA DE LA ESCUELA, 1985, ISBN 84-7279-217-X , D.L. B 41.222 – 1985 Trad. Carlos Alonso y Adela Alós del libro Grammatica della fantasia, Giulio Einaudi, Torino, 1973

Cultura red y cultura industrial de creación

El aguador de Sevilla, Diego de Velázquez, 1620

El aguador de Sevilla, Diego de Velázquez, 1620

Dejen que les sorprenda: estamos viviendo una revolución cultural que tiene precedentes. Aunque no comparto la forma en la que Carlos Rebato expone su ejemplo en ALT1040, el ejemplo del que habla supone una metáfora real del cambio que estamos viviendo. En su post hace referencia al cuadro de Velázquez el Aguador de Sevilla en el que se retrata un modo de vida (evito utilizar por respeto a Carlos el término “modelo de negocio”) que ha caído en desuso por la universalización del servicio de agua corriente a través del sistema de canalización y abastecimiento a poblaciones que conocemos hoy en día, o bien a través del complejo sistema logístico de distribución de agua mineral que las compañías articulan para explotar los manantiales naturales. El ejemplo me parece lo suficientemente inspirador para hacer comprender la importancia del cambio de escenario a aquellos que permanecen aún alejados de la cultura red y sumidos en un modelo productivo industrial. Tanto el cuadro como la profesión que refleja me resultan admirables. Como siempre que atendemos a nuestro pasado, tenemos muchas más cosas en común con la Sevilla del siglo XVII de las que nos gustaría creer.

A principios del siglo XVII, cuando el cuadro fue pintado, existía en Sevilla una fluida economía que contribuyó a la construcción de los más importantes edificios que actualmente conocemos. En el siglo anterior la ciudad había liderado en gran medida el crecimiento económico de toda una nación haciendo florecer industrias importantes dedicadas a la fábrica de jabón, la artesanía cerámica y el negocio de la seda. Las instituciones comerciales del sur español encontraron en la ciudad una referencia a explotar a través del río Guadalquivir cuyo empuje cedería posteriormente a favor de Cádiz. La expulsión de los moriscos en 1609 afectó al norte español pero no tanto al sur que vio incrementar su población de forma vertiginosa con la inmigración africana, canaria y la sincrética disolución social de los moriscos reconvertidos para luego sufrir una drástica reducción demográfica por la crisis económica (¿les suena?) y la peste. Efectivamente en esa época toda España, Sevilla incluida, padeció una epidemia de peste que contribuyó a diezmar la población reduciendo en un 1.500.000 habitantes la población española de aproximadamente 7.000.000 de habitantes, una población enorme para la época en aquel entonces. Aunque la población de Sevilla era elevada, se concentraba en la ciudad el grueso de la inmigración esclava que existía residualmente en la península: alrededor de 50.000 personas que supusieron el último resquicio de esclavitud antes de que su existencia pasara a ser anecdótica en el siglo XVIII. El historiador Luis de Peraza relataba en el primer tercio del siglo XVI “”Hay infinita multitud de negras y negros de todas las partes de Etiopía y Guinea, de los quales nos servimos en Sevilla y son traídos por la vía de Portugal”. De esté número de habitantes, un censo eclesiástico de la época cifra en 6327 el número de esclavos de lo que podemos deducir junto con las familias moriscas (los llamados esclavos blancos) y los esclavos musulmanes, que en la época en la que vivía el aguador había gran diversidad de culturas y modos de vida diferentes en una sociedad jerarquizada y sujeta a una estructura rígida de reparto de poder. Relata Diego Ortíz de Zúñiga que “Eran en Sevilla tratados los negros con gran benignidad desde los tiempos de don Henrique Tercero, permitiéndoles juntarse a sus bailes y fiestas en los días feriados, con que acudían gustosos al trabajo y toleraban mejor el cautiverio” por lo que si damos fe a este testimonio dentro de la diversidad y la férrea estructura de esclavismo (debemos contextualizar) había un respeto escrupuloso hacia la condición de algunos esclavos si bien otros eran denigrados tras la subasta en las gradas exteriores de la Catedral de Sevilla. Dada la época y como bien señala Alma Mater Hispalense el medio más apto para la integración era la religión por lo que muchos de estos esclavos se integraron en la sociedad con la normalidad que les era permitida a través de cofradías y hermandades.

Mulata en la cocina, Diego de Velázquez, 1620

Mulata en la cocina, Diego de Velázquez, 1620

Otro cuadro de Velázquez, Mulata en la cocina, refleja la presencia de esclavos negros en las casas pudientes sevillanas cuya relación incestuosa con sus amos daba lugar a los mulatos. Estos mismos esclavos servían el agua a sus señores cerrando el círculo de la discriminización social de la que también participaba el negocio de la distribución de agua. Era pues una sociedad mestiza que inconscientemente y fruto de el clasismo de sus ciudadanos fomentaba la aparición de elementos sociológicos diferenciadores de forma totalmente natural y sin solución de control o tutelaje.

Todos ellos tenían que convivir mediante modos de vida muy diversos. Entre ellos y dado el inexistente servicio de canalización de agua potable exenta de enfermedad (tifus, catarro, peste atlántica), el aguador tenía un papel clave. Era una profesión respetada y fundamental para la vida diaria de una ciudad tan grande como Sevilla, abastecía a las casas pudientes y en menor medida (con pequeñas dosis a precios a menudo abusivos para tratarse de un bien de primera necesidad) a la gran cantidad de hogares que se encontraban a medio camino entre la casta mendicante (elevada y sin derechos de acceso salvo caridad) y la casta noble (privilegiada y que acaparaba el poder). Esta profesión fue poco a poco quedando en desuso hasta que en el siglo XVIII y ya a principios del siglo XIX la ciudad contó con una red de suministro de agua potable en cada hogar de la ciudad sin distinción de clase o condición. El hecho de que una nueva forma de abastecer a la población diera paso a un control eficiente de la potabilidad del agua evitando enfermedades y pasando de una logística de barrio a una logística metropolitana, tiene cierta similitud con el proceso de democratización de la creación y autoría de contenidos en la actualidad. Nadie de los que consumió agua a través del grifo de su cocina quiso menospreciar el admirable trabajo de varias generaciones de aguadores en pro de la salud pública de los habitantes, simplemente se trataba de un nuevo escenario gracias a tecnologías novedosas de distribución de agua que favorecían a todos, incluso a los aguadores que supieron reciclar su negocio y montar pequeñas flotas de distribución de agua embotellada para los más exquisitos.

Quiero extrapolar con vosotros esta bella lectura de la historia a nuestro momento actual: No se trataba de criticar un cambio en el abastecimiento de agua (cultura) sino en hacer fluir ese agua (cultura) a cada ciudadano que necesitara beber (consumir cultura) para saciar su sed (generar conocimiento) y con ello evitar el enquistamiento y el acceso restringido y controlado de las élites sociales (industria de la cultura) al agua (la cultura). La riqueza multicultural (riqueza en la creación y consumo de formas diferentes de conocimiento) unida a la decadencia hegemónica española (crisis económica pr
ovocada por los mercados financieros actuales), confiere a los cuadros de Velázquez esa pátina de genialidad que retrata la cruda y meridiana realidad (cruda y meridiana realidad actual) de la España y los modos de vida de la época, como es el caso de la profesión de aguador (industria cultural) en decadencia. El cuadro reflejaba una época en la que un mediador (el aguador/industria cultural) suministraba agua potable (conocimiento/cultura) a aquellos que podían permitirse el lujo de pagarla (de pagar CDs, royalties, derechos,…). Tampoco se trataba de que los generadores del agua (cultura) que sacaban y explotaban los pozos minerales (autores sujetos a propiedad intelectual) no fueran reconocidos por su trabajo ya que simplemente se cambiaba la cadena de reconocimiento de valor de la época anterior a una nueva cadena que fomentaba la distribución del agua (cultura) entre los habitantes y pagaba también por ello pero de una forma novedosa a los generadores de esa agua (autores). Claro que siempre había gente que acudía a los manantiales por la noche (crackers) a robar el agua o las carrozas que portaban las tinajas (películas de estreno o discos de moda) para ser consumidas sin pago de tasas. También en Sevilla existían personas que reclamaban que el agua era un bien común (procomún) y que el acceso debería ser universal, del mismo modo que en Aranjuez pocos años más tarde la población enfervorecida reclamaba el pan para vivir.

Cuando existe un cambio cultural, que no teman los autores (generadores de conocimiento/agua) cuando los mediadores (que siempre han sacado su parte del negocio a menudo explotando de una forma poco ética su papel de facilitadores entre partes) pretendan elevar su voz y provocar la alarma, porque  nada miran por la preservación y difusión del agua (cultura) sino por sus propios intereses. Si eres autor, sigue creando y pon en valor tu trabajo sin necesidad de que las masas sean bombardeadas con él para consumirlo no por su valor sino por la voluntad de quienes quieren distribuir según qué cosas. Que tu derecho a crear y ser reconocido nunca choque con mi derecho a consumir la información y el contenido libremente sin necesidad de que se exhalte y se encumbre a unos pocos por encima de la mayoría creadora. Que tampoco tema ningún gobierno que quiera representar la voluntad popular y cubrir las expectativas y necesidades de su pueblo, porque primar el beneficio de unos pocos (repartir el agua entre las casas nobles mientras otros que no tienen acceso al agua sustentan con su trabajo esas mismas casas) nunca redundará en la mejora del concepto de ciudadanía ni en la pluralidad y riqueza culturales.

Sobre esta base, hablaremos de nuevos modelos de vida y de consumo adaptados a las necesidades e intereses que mejoren nuestra libertad con formatos más justos y equitativos, pero sin esta base común no hay diálogo posible. Vemos a diario a grandes expertos perdidos en el mundo de la red, un mundo nuevo que cambia por completo su ajedrez con nuevas reglas. Pero es un mundo meritocrático, en el que cabemos todos, en el que los que delinquen (de verdad) son condenados y los que poseen valor serán valorados. Es el mismo mundo, nada cambia salvo el medio y los canales, adaptémonos para llegar más lejos.

Enlaces relacionados:

Evolución de la población española en la época precensal (Wikipedia)

Los esclavos en la Sevilla del siglo XVI (Alma mater hispalense)

El ser creativo

Este post contiene una publicidad voluntaria sobre las jornadas que la iniciativa “El ser creativo” celebró hace unas semanas en Málaga los días 21,22 y 23 de Octubre de 2010. El evento es parejo a “La ciudad de las ideas” celebrado en Puebla (Méjico). Para más información recomiendo la nota de prensa de la propia web www.elsercreativo.com. El video que posteo contiene a la totalidad de ponentes que expusieron ideas sobre redarquía en el I Congreso de Mentes Brillantes celebrado en España. Aunque no nos sentimos cómodos con el concepto de “líderes de opinión” que se atribuye a los conferenciantes, Vorpalina y yo queremos agradecer personalmente el esfuerzo y la iniciativa por evangelizar un cambio en la mentalidad social y organizacional de nuestros entornos inmediatos. Recomiendo leer el post correspondiente en el blog de @jmegias para ampliar información sobre las ideas sobre Innovación formuladas de Guy Kawasaki en este congreso. Para los que aún no conocéis el Club Málaga Valley E-27, zona de excelencia tecnológica movida por 27 empresas españolas de IT vinculadas a Innovación, os recomiendo visitarlo y sobre todo conocer la Declaración de Málaga a través de la cual se produce la puesta en valor real de la Sociedad de la Información. Hace poco estuve allí y se huelen ciertas sinergias a innovación que deberíamos replicar más a menudo. Sin más.

Entre los ponentes, como ves, nuestro admirado Jose Antonio Marina, Eduardo Punset, Vandana Shiva y Bernard Henri-Lévy. Empapaos de este contenido.

IReNe, Inteligencia en Red para la Nueva e-conomía

IReNe, Inteligencia en Red para la Nueva e-conomía

Presentación oficial del método IReNe

"Un hombre que no arriesga nada por sus ideas, o no valen nada sus ideas, o no vale nada el hombre" Platón

Por fín publico mi Tesis Final de Master sobre Inteligencia en Red para la Nueva Economía. El documento y la idea han sufrido no pocas modificaciones de acuerdo a las muchas combinaciones posibles que pueden existir sobre un fenómeno tan abierto como la inteligencia en red (inteligencia colectiva). El trabajo es parejo al esfuerzo que Martín Méndez realizó desde Baires pero más llevado al ámbito del management que al de la innovación. Agradezco a Martín todo el tiempo empleado en la elaboración de su tesis por ofrecerme una foto de inicio para mi estudio. Durante este tiempo he ido anotando via blog o via microblog el pulso de cada idea que me surgía. Lo seguiré haciendo porque lo que ahora veis en una primera versión sobre un trabajo mucho más ambicioso que pretende aunar los esfuerzos 2.0 en FLOSS, blogosfera, biomimética, innovación, educación, etc… y enfocarlos a las relaciones entre personas para la consecución de objetivos comunes. La propia filosofía del método es estar siempre vivo y en continuo cambio, en contraposición a los métodos certificados y dogmáticos a los que estamos acostumbrados.  No empleo aquí el término “empresa” porque cada vez más caerá en desuso ni hablo ya de relaciones laborales porque cada vez más -debido a la apertura de conocimiento- tenderemos a desdibujar las barreras entre la persona y el profesional. Que este blog también sirva para que me digáis vuestra opinión, sugerencias o propuestas.

Iré trabajando en ello y os iré informando sobre novedades en IReNe (es asi como he denominado a mi propuesta de cambio). Este borrador inicial que podéis reaprovechar si os sirve de ayuda y que a mí me servirá el próximo viernes como presentación de Tesis, es un intento personal por eliminar ese mundo bipolar en el que nuestro trabajo parece no tener nada que ver con lo que somos.