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liderazgo diferido

liderazgo diferido

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“- Dice usted que el universo era amenazante en su infancia pero ¿qué era lo amenazante?

– El tamaño. Entonces yo era más pequeño.”

Magic in the moonlight (Allen, 2014)

 

Existe una estrategia de comportamiento que hoy en día, a pesar de su probada efectividad y eficacia, sigue siendo revolucionaria y ajena a la mayor parte de personas, equipos y consejos de administración que yo conozco. La mayoría de personas olvidamos a menudo el efecto curativo y redentor que tiene sencillamente no hacer nada. Y creo que esto ocurre porque olvidamos que no hacer nada en sí mismo también es hacer mucho.

Hoy comparto contigo, lector o lectora, las dos tesis y las tres acciones de lo que he llamado LIDERAZGO DIFERIDO.

 

PRIMERA TESIS: Existe liderazgo inmediato y liderazgo diferido

Existe liderazgo inmediato y liderazgo diferido. El problema común de las personas es que frecuentemente entienden que alguien que no practica el liderazgo inmediato no es consecuentemente un líder. Olvidan para su desgracia que todos podemos educarnos en la equilibrada combinación de liderazgo inmediato y liderazgo diferido. Y que no es más líder aquel que adopta decisiones con más celeridad sino aquel que las adopta con mejor juicio. Porque el tiempo es solo amigo de aquellos que saben esperar.

Cuando era adolescente leí de seguido con gran pasión los Pensées sur la religion et autres sujets (1670), obra póstuma de Blaise Pascal. El genial francés, que investigó durante años el papel de la presión y el vacío en la materia, realizaba en esa misma obra una afirmación que jamás me ha abandonado. Pocos años antes de morir, tras vivir una vida tortuosa y desde su celda en un convento apartado del mundo, escribió:

“Todas las desgracias del hombre se derivan del hecho de que no es capaz de estar tranquilamente sentado y solo en una habitación.”

Lo que de algún modo nos estaba diciendo Pascal tiene que ver con que las personas nos atareamos diariamente con preocupaciones inventadas. La única acción útil para remediar esto es lo que en las 8 claves del cambio intencional llamábamos DISTINGUIR ENTRE EL LIMÓN REAL Y EL LIMÓN IMAGINADO.

En todo caso es un hecho que la percepción de liderazgo y respeto entre personas no se deposita en las acciones a corto plazo sino en el hábito continuado de acción en el largo plazo. Y esto es clave para entender el concepto de liderazgo diferido. No respetamos más en el ámbito estratégico a quien es autor de una sola acción admirable sino a quien en el balance global de sus acciones demuestra a diario su excelencia.

 

SEGUNDA TESIS: No tener un plan (y reconocerlo) a menudo es la opción más respetable

En las Escuelas de nEGOcio es frecuente educar en lo que denominan el Arte de obtener resultados inmediatos y la Habilidad para la Toma de decisiones. El gran problema es que por medio de una oscura combinación de ambas en la que se pierde el valor real de cada una, educamos a nuestros líderes desde la urgencia de atender a la primera y no desde el necesario entrenamiento consciente que implica la segunda. Contra esta tendencia más que generalizada que no nos ha llevado a muchos desengaños en el mundo empresarial, yo sostengo que es necesario defender dos asunciones básicas que no implican dejación de funciones o falta de liderazgo, sino más bien todo lo contrario.

Las dos asunciones básicas son las siguientes:

  • No tener un plan es a menudo el mejor plan de todos los posibles.

  • Reconocer que no se tiene un plan es la única alternativa saludable para uno mismo y para el resto de personas si de hecho no se tiene.

Ambas creencias suponen que no tener un plan es a menudo también una estrategia y que reconocer que no se tiene un plan también es practicar el liderazgo.

 

LOS 3 PASOS DEL LIDERAZGO DIFERIDO

Durante años he experimentado el magnífico poder de esta estrategia que comparto a menudo en las sesiones. En el fondo no es más que el resultado de la suma de 3 pasos que ya por separado son profundamente beneficiosos: 

 

1. PENSAR DESDE LA HUMILDAD: Atreverte a conocer tus limitaciones personales y las debilidades, reconociendo también los propios logros sin envanecerte. La Carta de Navegación de la iniciativa reza “No hables de tu vida, deja que tu vida hablé de ti”. También decía el maestro Cervantes en El coloquio de los perros (Novelas ejemplares, 1613) que “La humildad es la base y fundamento de todas las virtudes, y que sin ella no hay alguna que lo sea.” Pensar desde la humildad y no desde el EGO nos habilita a actuar desde la honestidad propia.

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2. ACTUAR DESDE LA HONESTIDAD PROPIA: Actuar de forma justa, recta, íntegra y razonable de acuerdo a lo que piensas o sientes. Actuar desde la honestidad propia es ser fiel a uno mismo y a su aprendizaje. No es tan importante ser fiel a algo durante toda una vida sino ser fiel al aprendizaje que uno mismo ha tenido sobre algo a lo largo de su vida. Actuar desde la honestidad propia nos habilita a menudo a suspender el juicio.

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3. SUSPENDER EL JUICIO: Tener al menos la opción de practicar el reposo mental derivado del derecho a “no mojarse” o “no tomar partido”. Al menos a no hacerlo de una forma inmediata u obligatoria. En otras palabras, tenemos el derecho a no tener las cosas claras y esperar a tenerlas claras para tomar partido. La escuela escéptica griega hablaba hace más de dos mil años del concepto de Epojé, ese estado mental necesario en el que no se afirma ni se niega nada. Husserl hablaba de que tenemos el derecho a alejarnos de esa propensión natural del ser humana a hablar o participar de todo. Él decía que lo útil en una sociedad en la que todo el mundo habla es talv vez atreverse a dudar, “poner entre paréntesis” o “desconectar” por medio del derecho ya olvidado de suspender del juicio.

Si una persona piensa desde la humildad, actúa desde la honestidad y luego decide o no suspender el juicio, ha cubierto el proceso completo de LIDERAZGO DIFERIDO. Sostengo que la mayor parte de líderes lo son no por aquello que deciden hacer sino por aquello que deciden no hacer. En este sentido, existen innumerables ejemplos históricos de liderazgo diferido.

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8 claves del cambio intencional

8 claves del cambio intencional

Fotografía de los Agentes de Transformación intencional (GAIT nov 2014, Madrid)

Fotografía de la familia de Agentes de Transformación intencional (GAIT nov 2014, Madrid)

 

“Me encanta que los planes salgan mal”

A propósito de la famosa frase de Anibal Smith

 

El presente artículo es un texto constructivo sobre algunas de las claves que Moliní compartió con nosotros en el encuentro GAIT (Glocal Agents of Intentional Transformation) que tuvo lugar en Madrid el 28 y 29 de noviembre de 2014. Comparto hoy contigo, lector o lectora, las lecciones magistrales de una persona dedicada al cambio cultural durante los últimos veinte años de su vida. Entre comillas aparecen sus lecciones literales, fuera de ellas reflexiones propias. Gracias a Miriam Moreno por las fotografías. Comenzamos.

 

REFLEXIÓN PREVIA

No quiero exponer hoy aquí la metodología completa de Moliní sobre el cambio intencional. Eso pertenece a su propio modelo de trabajo del que es propietario y facilitador. Mi intención es compartir tan solo las bases prácticas que a mí me han resultado interesantes para una posible aplicación en tu realidad diaria.

Por otro lado es importante comprender que lo que aquí se refleja no es la verdad sobre el cambio, sino una aproximación más a ella de acuerdo a la propuesta subjetiva de un profesional experimentado.

El lector identificará en la teoría del cambio de Moliní no pocos elementos de la Escuela Gestalt de comprensión integral del individuo sumados a la teoría del cambio de Nardone y Watzlawick (Escuela de Palo Alto).

Estas son las 8 claves para trabajar el cambio intencional:

 

1.- INTERIORIZAR QUE “NADIE CAMBIA SI NO QUIERE”

La actitud de cambio está basada en la voluntad propia. Los cambios no se pueden imponer si queremos que sean efectivos. Los cambios llegan y tienen el ritmo de aquellos que desean formularlos y asumirlos. La única forma que conozco de disfrutar del cambio es compartirlo. El mundo no es de los sabios sino de los soldados con auténtico propósito. El conocimiento es fundamental pero nunca es determinante. Ninguna persona está más viva que aquella que compromete cada día su vida en lo que hace. Y este tipo de personas, hábiles para el cambio, formulan y acuerdan sus propias condiciones, nunca asumen las de otros.

Trabajando la vocación y la profesión en el GAIT 2014, Madrid

Trabajando la vocación y la profesión en el GAIT 2014, Madrid

 

2.- PRACTICAR LA COMPASIÓN PARA EL CAMBIO 

“Como profesionales del cambio es fundamental identificar las andaduras (gaits) de otros profesionales con intereses similares a los nuestros en el ánimo de practicar el cambio de acuerdo a nuestra vocación transformadora, sin ponernos en peligro a nosotros mismos o a los demás, por medio de la compasión hacia aquellos que quieren cambiar”.

La compasión (del latín cumpassio, calco semántico o traducción del vocablo griego συμπάθεια (sympathia), es una palabra compuesta de συνπάσχω + = συμπάσχω, literalmente “sufrir juntos”, “tratar con emociones …”, simpatía) y además es un sentimiento humano que se manifiesta a partir de la comprensión del sufrimiento de otro ser. Más intensa que la empatía, la compasión es la percepción y comprensión del sufrimiento del otro, y el deseo de aliviar, reducir o eliminar por completo tal sufrimiento. Cuando hablamos de ser compasivos con aquellos que quieren cambiar, nos referimos a comprender el sufrimiento inherente a cualquier proceso de cambio en las personas. Situarnos en la perspectiva de la compasión nos ayuda a no ser excesivamente duros y ahondar en la debilidad de las personas, para focalizarnos en la comprensión de su sufrimiento (su mantenimiento del dolor).

Hace poco explicaba en el marco de una sesión de facilitación a un equipo directivo de un hospital, la diferencia que existe en la mayoría de culturas no teistas orientales entre la comprensión del “dolor” y la del “sufrimiento”. El dolor es algo inevitable y responde a una pulsión física u orgánica, el sufrimiento es la elección que nosotros hacemos respecto al mantenimiento o la gestión de ese dolor. Toda organización y todo equipo manifiestan dolor y sufrimiento. Como agentes de cambio y facilitadores debemos acompañar los dos. La compasión es clave en este tránsito.

Decía el maestro Edgar Schein que todo cambio trascendente es duro, lento y doloroso. Lo que sirve a nivel físico y biológico para la recuperación de nuestras enfermedades, sirve a nivel organizacional para los cambios culturales. El ser humano y las construcciones de sistemas basadas en seres humanos, no pueden evadirse de su naturaleza. Antes bien, conviene aceptarla desde el principio.

Detalle del trabajo sobre el método de Transformación Intencional

Detalle del trabajo sobre el método de Transformación Intencional

 

3.- COMPRENDER EL MARCO DEL CAMBIO INTENCIONAL

El marco global de trabajo para perseguir la transformación intencional se basa en cinco estadios que se corresponden, de acuerdo a Moliní, con los paradigmas de la historia de la Humanidad y con nuestro día a día (en nuestra vida, trabajo, equipos, organizaciones). El lector o lectora identificará enseguida el paralelismo entre este marco conceptual y muchas teorías sociológicas y psicológicas de conciencia arraigadas en la práctica del acompañamiento. El marco bebe también de la historia de la filosofía de la ciencia en la que me inicié hace unos años gracias a mi buen amigo y maestro Javier Taravilla.

Moliní habla del marco conceptual global del cambio intencional

Moliní hablando del marco conceptual global del cambio intencional

 

Como siempre no es tan importante entender esta fotografía como proceso unívoco sino como un marco para la toma de conciencia de dónde estamos y dónde queremos estar:

  • El estadio del MIEDO: Un sistema de creencias reptiliano que articula la convivencia, la comprensión del mundo y el comportamiento humano alrededor del miedo. Cuando estamos en MIEDO pensamos en sacrificios. Es un estadio primario que necesitamos detectar y superar en los niveles personal y colectivo.
  • El estadio REDUCCIONISTA: Un sistema de creencias basado en la causalidad lineal, en la reducción de la realidad a modelos lineales comprensibles desde la sencillez y el entendimiento humano. Es un enfoque muy extendido según el cual la reducción es necesaria para resolver diversos problemas o retos de conocimiento. Cuando estamos en REDUCCIONISTA solemos relacionar con cierta facilidad conceptos, objetos y sucesos que parecen explicar otros. Vivimos en un reduccionismo constante en el que entendemos la vida a partir de nuestro prisma. El eje conocido de cambio es el paso del estadio reduccionista al sistémico…
  • El estadio SISTÉMICO: Un nuevo paso más en el que comprendemos que la causalidad lineal no siempre es efectiva, sobre todo en las relaciones humanas. En este estadio accedemos a comprender lo que ocurre desde la interconexión no lineal y compleja, esto es, utilizando dos lecciones básicas de dos maestros: La primera es de William Ury y la denominó hace décadas “subirse al balcón” o ejercer el derecho a la práctica del distanciamiento para entender lo que pasa. La segunda es de la escuela sistémica (muy comentada ya en este blog) y se basa en comprender la realidad DESDE la suma de las realidades de otros y está basada en la Teoría de Sistemas. “De alguna forma lo que trabajamos en el estadio sistémico es la aceptación de que si empujamos en una dirección, no podemos saber qué va a provocar o activar esa fuerza”. Reamente “Somos capaces de mantener la perspectiva sistémica pero en el momento en el que ejecutamos tendemos a ser reduccionistas”. Como profesionales del cambio vivimos esta continua resistencia que nos obliga a veces a intentar convencer, machacar o reducir la realidad del otro con nuestra propia realidad o modelo. Por eso, según Moliní el eje no explorado de cambio es el paso del estadio sistémico al de campo…
  • El estadio de CAMPO: En él tendemos a comprender la realidad desde el contacto. No tememos bajar al terreno. “No nos podemos mojar y guardar la ropa”. No es tan importante lo que nosotros creemos que puede pasar o conservar nuestro rol objetivo como saber realmente lo que pasa desde aquellos a quienes les pasa. En el estadio de campo, en palabras llanas, nos mojamos. Lo prioritario aquí es simpatizar con lo que pasa y creo que el riesgo gestáltico derivado -y altamente peligroso- es el que me mostró hace unos meses mi compañera Uxue Ibarrola: Se trata del riesgo de confluir. La confluencia es ese resorte por el cual nuestra mente es capaz de anular nuestras emociones y percepciones perdiendo identidad en favor de las emociones o percepciones de aquellos a los que queremos comprender. En nuestra voluntad de comprender al otro, nos anulamos.
  • El estadio de UNO: Esta es una visión puramente espiritual y muy trabajada de la realidad y creo que entronca directamente con las nuevas teorías de conciencia y con la trascendencia religiosa en general. En el estadio de UNO entendemos y vivimos de acuerdo a un sistema de creencias integrador el que somos uno con el sistema a través del amor y la compasión por el resto de elementos de ese sistema.

 

4.- DETECTAR LAS REACCIONES AL CAMBIO

Aquellos que vivimos a diario procesos de cambio o aprendizaje intensivos en equipos solemos encontrarnos un catálogo muy reducido de reacciones. El que más respeto es el que Giorgio Nardone realiza en su estudio Más allá del miedo, continuamente reeditado en multitud de editoriales y disponible íntegramente aquí. Suelo trabajar con los equipos la detección de lo que Nardone denomina los 4 guiones perceptivo-reactivos, a saber, evitación (huida del problema), solicitud de ayuda (hasta el punto de no poder vivir solos), control que hace perder el control (hipocondria vital), y rituales tranquilizadores (el famoso cuento del loco que aplaude para que no haya elefantes).

Moliní no obstante destaca tan solo 3 reacciones al cambio: parálisis (a menudo por análisis o por impacto excesivo o indigesto), pelea (o reacción primaria de conflicto ante lo desconocido o incontrolable) y huida (lo que Nardone llamó evitación).

Pre-sesión

Pre-sesión

 

 

5.- RESOLVER LA HERIDA: IR DE LA PIEDRA A LA PERLA

Llevo conmigo las heridas de las batallas que he evitado

maestro Fernando Pessoa

 

Quizás este sea el aprendizaje más interesante de la teoría de cambio intencional formulada por Moliní.

“Todos tenemos al menos una piedra y siempre una perla. La piedra representa nuestra herida, aquello que nos marca y nos genera dolor o sufrimiento. No solemos mostrar la piedra y solo es útil compartirla con aquellos en los que más confías. Pero también tenemos la capacidad de encontrar y mostrar nuestra propia perla, aquello que nos mueve, nuestro anhelo. Este es el catálogo de piedras y posibles perlas asociadas”:

  • Humillación > Empoderamiento
  • Abandono > Inclusión
  • Escasez > Bienestar
  • Absurdo > Sentido

“El camino vocacional consiste en identificar tu herida y encontrar una proyección de solución en el mundo a través de la formulación de tu perla”

“Proyecta desde el anhelo (la perla) y no desde la herida (la piedra)”

JAO y yo trabajando sobre el cambio intencional de una organización

JAO y yo trabajando sobre el cambio intencional de una organización

 

6.- DISTINGUIR ENTRE EL LIMÓN REAL Y EL LIMÓN IMAGINADO

“Cerrad los ojos. Imaginad que estáis en un lugar apartado del mundo, en una playa paradisiaca de vacaciones. El sol está en lo alto y vosotros estáis disfrutando de ese maravilloso día soleado. Notáis cómo vuestra piel se dora y la temperatura de vuestro cuerpo poco a poco sube. Tenéis sed, tenéis mucha sed de repente. Acudís a un chiringuito y no tienen nada de beber. Veis a lo lejos una fuente a dos quilómetros de distancia. Camináis lentamente hacia ella al principio y a medida que os aproximáis cada vez más rápido. Al llegar veis que no tiene agua. Decidís ir entonces a vuestro apartamento. Pero pensáis que está lejos. Son cinco quilómetros por un camino de polvo. Intentáis coger un taxi pero no hay, de modo que vais andando. Sentís vuestra garganta seca. Al fin llegáis al portal y acudís al ascensor. Pero no funciona. Son cinco pisos. Subís andando muy deprisa. Abrís la puerta, vais a la cocina. Abrís entonces el frigorífico para beber agua bien fría. Pero solo hay un limón. Decidís hacer una limonada. Abrís el grifo pero no hay agua. Entonces abrís la boca y ponéis el limón encima de ella y lo exprimís. ¿Qué sentís?”

“El cerebro humano no está capacitado para distinguir entre lo que puede provocar una sensación provocada sobre algo real y una sensación que está provocada por algo imaginado o en lo que creemos. Por eso da igual si nuestras heridas de humillación, abandono, escasez y absurdo son reales o imaginadas. Nuestro cerebro va a reaccionar de la misma forma tanto si algo está pasando de verdad como si creemos que está pasando. Aprended que a veces vuestra herida o la de otros también puede ser un limón imaginado y no por eso deja de dolerle”

 

Rueda de recopilación de datos e hipótesis

Rueda de recopilación de datos e hipótesis

 

7.- SER CONSCIENTES DEL CAMBIO QUE TENEMOS Y/O QUEREMOS

A la hora de afrontar el cambio, es necesario que tengamos claras algunas cosas. Moliní nos recuerda en una breve matriz el terreno de batalla en el que cada uno de nosotros puede encontrarse en un determinado punto de la prestación de servicios de cambio (la facilitación ya sea interna o externa) o de la contratación o compromiso de cambio (desde el punto de vista del usuario o cliente de ese cambio). Desde este prisma, es importante aprender y ser conscientes que tenemos:

  • Proyectos suicidas: Cuando estamos realizando un proyecto que no forma parte de nuestra vocación y el usuario de cambio además no lo quiere. Son los típicos proyectos que se enredan y se enredan sin saber cómo se ha llegado a eso hasta el punto de que no somos capaces de salir de ese bucle ahondando en la herida del absurdo.
  • Proyectos secuestrados: Nosotros estamos facilitando un cambio en el que no creemos que no tiene que ver con nuestra vocación pero el cliente sí cree que es necesario y sí lo quiere. Son proyectos ejecutados en base a la supervivencia, es decir, con una expectativa mínima de ambición por el cambio. Son necesarios y útiles pero no responden a lo que realmente queremos. Hacen falta pero no son completamente honestos.
  • Proyectos troyanos: Estamos convencidos de algo en lo que queremos que el cliente o usuario del cambio participe. Es necesario cuidar el lenguaje y formato de impacto e inmersión de estos proyectos.
  • Proyectos genuinos: Muy ligados al concepto de participación genuina de Moliní. Proyectos en los que partimos de lo que la gente quiere y sumamos a eso lo que nosotros podemos ofrecer. Es el escenario ideal para el cambio.


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8.- CONVIVIR CON LA RESISTENCIA NECESARIA

“El cambio deseado no es el cambio posible”. “Nos hace falta resistencia para el cambio”. “La resistencia es asistencia”. No podemos comprender nuestro cambio ni formular su diseño desde la negación o la lucha contra la resistencia. Antes bien resulta mucho más útil y real asumir que existirá cierta resistencia.

Esta lección del cambio intencional suelo interiorizarla trabajando con equipos la curva de adopción tecnológica y extrapolando esa curva a una posible curva de adopción del cambio. En dicha curva, lo útil no es eliminar a los que más tardan en comprender y compartir el cambio, sino hacerles partícipes del cambio a través de sus ritmos y voluntades durante el proceso. En procesos de cambio lo útil es respetar y lo inútil tratar de machacar. El verdadero facilitador del cambio es un auténtico vigilante del respeto.

 

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Gracias especiales por su comprensión, apertura y calidad humana durante el aprendizaje a Jose Miguel Bolívar, Alfonso Romay, Antonio José Masía, Paz Garde, Cruz Guijarro, Jaime Izquierdo, Paula Aguiló, Pablo Retana, Marimar Etxebeste, M´angel Manovell, Isabel Sánchez Mugarra, Antia López y Jose Antonio Ojeda.

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Espero que este artículo te resulte práctico y útil en tu proceso de cambio. Si necesitas asesoramiento o compañía profesional en ese cambio estos son nuestros servicios.

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Qué es la cultura de una organización y por qué cambiarla

Qué es la cultura de una organización y por qué cambiarla

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LA NECESIDAD DEL CAMBIO CULTURAL

Uno de los servicios que ofrece la iniciativa es el acompañamiento a empresas que necesitan y quieren realizar un cambio cultural. Este servicio se enmarca dentro de la práctica de consultoría de Desarrollo Organizacional en nuestra apuesta por favorecer la innovación interna de modelos de trabajo en las organizaciones. Es importante destacar que los dos elementos enunciados anteriormente son fundamentales para el cambio: la necesidad y la voluntad de cambio.

Como profesional del acompañamiento me encuentro un alto porcentaje de personas que se encuentran instaladas en la negación continua de su estancamiento. Mi actitud cuando detecto este tipo de disociación entre lo que transmiten y su realidad, ha variado con el tiempo y ha pasado en pocos años de:

  • …Querer convencer a otros de que necesitan un cambio
  • …A adoptar una postura de no-intervención para que ellos mismos interioricen o no que necesitan un cambio

Podría parecer que lo segundo es menos comercial y genera menos ventas al negocio de agentes de cambio pero lo cierto es que sin cooperación no es posible el cambio. La primera de las dos opciones, pasado el tiempo, implicaba en mi opinión volver a replicar modelos de consultoría que ya había vivido y que no me aportaban nada nuevo. En estos modelos conductistas de relación siempre sentía que el compromiso del cambio recaía en mí como agente externo desde incluso antes del inicio, cuando tenía que vender a otro su necesidad de cambio. Y lo cierto es que la única forma de lograr un cambio (hace poco recomendé 5 transiciones y esta era la primera) es combatir la negación y practicar la aceptación de la realidad, lo cual sin duda es un trabajo duro. No descubro nada nuevo, cualquier trabajo terapeútico y cualquier sistema de progreso (negociación, superación o transformación) está basado en esto. Es este el motivo por el que dejé de intentar convencer a la gente de que necesitaba cambios. Paradójicamente me di cuenta de que tal vez yo necesitaba cambiar esta actitud para que otros cambiaran de algún modo la suya.

En pocas palabras, el terreno de juego de la convicción o el convencimiento es peligroso en etapas de cambio. Convencer a alguien de que necesita algo es una estrategia provechosa de la mercadotecnia aplicable a la moda, el mercado de galletas o los automóviles pero no a la estrategia de cambio cultural. Si alguien cree no necesitar algo, por mucho que insistamos, sencillamente NO LO NECESITA. Si demandamos a alguien aceptación, practiquémosla primero como profesionales. Aceptemos que NO LO NECESITA AHORA. Porque si verdaderamente lo necesita, en algún momento futuro podremos serle útiles y si no lo necesitaba en absoluto, tal vez nosotros estamos sencillamente equivocados. Asumir ambos principios ayuda mucho a ejercer una práctica profesional honesta. Que al fin y al cabo, como consultor artesano, es lo que cada día intento.

Con independencia de que exista o no esta necesidad interiorizada, me encuentro también con que las organizaciones ignoran en a práctica dos cosas:

  • Que tienen una cultura propia
  • Que pueden cambiarla

QUÉ ES CULTURA

Para explicar la primera parte -¿Qué es una cultura?- hago breve resumen de los estudios funcionales de antropología cultural que el MIT imparte a día de hoy a este respecto:

  • Toda forma social está dotada de cultura. Tu organización es una forma social, dotada por tanto de cultura. Tus compañeros y tú sois los practicantes y mantenedores de esa cultura y por tanto los únicos actores reales y autorizados para el cambio.
  • La cultura es un componente social producto de la interacción humana. “La cultura es el conjunto de tradiciones, reglas, símbolos que toman forma y se representan como sentimientos, pensamientos y conductas de grupos de personas. Refiriéndose principalmente a una conducta aprendida como algo distinto a lo que viene dado por la naturaleza o la biología, la cultura se ha utilizado para designar todo lo que se ha producido humanamente (hábitos, creencias, arte y artefactos) y que ha pasado de una generación a otra. En esta formulación, la cultura se distingue de la naturaleza, y diferencia a una sociedad de otra.” La cultura de tu empresa corresponde por tanto a los hábitos (costumbres adquiridas), creencias (ideas aceptadas como incuestionables), arte (como práctica del servicio) y artefactos (como productos y servicios derivados) que tu organización posee en el ejercicio de su actividad.
  • Toda cultura está formada por lenguaje, valores y normas. “El lenguaje no es únicamente una herramienta o medio de expresión, sino que también estructura y da forma a nuestras experiencias del mundo y a lo que nos rodea. Los valores son las ideas que la gente comparte sobre lo que es bueno, malo, deseable o indeseable. Son normalmente muy generales, abstractas y van más allá de las variaciones de las situaciones. Las normas conductuales o modelos de interacción social derivan normalmente de los valores y funcionan como guías y críticas para el comportamiento individual. Las normas establecen expectativas que dan forma a la interacción.”
  • Toda forma social tiene identidad y diferencia. La identidad cultural la construyen los propios actores a través de un proceso de individualización y solo es fuente de sentido si los actores sociales la interiorizan y sobre esto último construyen su sentido. La identidad, por tanto, no se puede imponer, en contra de lo que practican la mayor parte de organizaciones que he conocido copiando modelos norteamericanos de identidad basados en la coherción, la negación de autonomía individual y el fomento de la conducta repetida. La diferencia es la aceptación civilizada del potencial que  son capaces de desarrollar los grupos heterogéneos que practican nuestra identidad. Personalmente recomiendo un libro que compré en la librería de la Universidad de Stanford hace ahora dos años y que por desgracia ni tiene traducción al castellano ni ha tenido tanta acogida en los foros de innovación como algunos otros panfletos pararevolucionarios de cambio con muchos más dibujitos y colores. El libro se titula “Different: The competitive herd. Succeeding in a world where conformity reigns but exceptions rule” (Youngme Moon, Ed. Crown Business, 2010) En este libro se abordan cuestiones tan útiles para el cambio cultural como el sentimiento de lealtad, la actitud inconformista saludable o la necesidad de rebeldía, espíritu este último del que hablé en Equipos CREAtivos hace unos días.
  • Toda forma social posee desviaciones naturales e inherentes. “Según las teorías funcionales de la desviación (Durkheim, Merton y Erikson) cualquier desviación cultural es social es origen y no individual o física. Cualquier desviación cultural no es por sí misma un hecho patológico y no posee a priori consecuencias negativas. Las desviaciones culturales son, de hecho, inevitables a partir de los objetivos, valores y normas establecidas por la forma social. La desviación es algo normal, no es un error ni algo necesariamente trágico. Existen en este sentido funciones y cosecuencias positivas de practicar la desviación social. Entre ellas: refuerzo de creencias, formación de una moralidad común, solidaridad social, delimitación flexible y adaptativa de la “conducta aceptable”, alivio de malestar, salida no conflictiva ante situaciones límites provocadas por el discurso universalmente aceptado,…”
  • Toda forma social incita a la violación de sus propias reglas. El equilibrio se encuentra en modular el tratamiento de estas violaciones dentro de un marco de convivencia favorable al desarrollo y el bien común. Desde esta perspectiva hablaremos de entorno de trabajo aceptable en una empresa, por ejemplo, no cuando fomentamos un cumplimiento férreo y doctrinal de las reglas de juego (a base de prohibiciones o estrategias de premio/recompensa privativas) sino en la normalización de comportamientos desviados no frecuentes que no tengan relevancia real sobre la identidad pública de la persona o la identidad de marca compartida. A mayor control social y práctica binaria del etiquetado social, mayor desviación y reacción de los miembros.

 

QUÉ ES CAMBIO CULTURAL

La mayoría de cambio culturales consisten por tanto en dotar a todos estos elementos anteriores de un concierto y coherencia aceptables y beneficiosos para todos. Aunque es necesario recordar que algunos cambios culturales, necesariamente bien ejecutados, dan lugar a resultados totalmente inesperados en relación a las expectativas iniciales. Esto ocurre por dos motivos:

  • El cambio cultural es un viaje necesariamente compartido. Porque tiene elementos de fabricación colectiva que no es posible ignorar. Yo personalmente he vivido entornos de trabajo desastrosos que lo eran porque precisamente ignoraban este hecho. Esto implica que ningún billete para subir al barco debe ser más caro que otro. Por otro lado también implica que no podemos ejercer un control real sobre el cambio sino una conciencia real del mismo (lo explico más detenidamente en La necesidad y el cambio) Además implica que toda la tripulación tiene voz y es capaz de ponerle un nombre al barco, pero por descontado no todos tienen que saber gobernarlo ni mantenerlo a flote. Cada persona es responsable de la dignidad del barco a través del desempeño de la suya propia. Al contrario que muchos compañeros de cambio que admiro y respeto, creo que las especializaciones son necesarias y aún más que ellas su conexión con la vocación real del que las desempeña. También creo que no todo el mundo puede hacerlo todo y como hemos visto es parte básica de toda forma social e inteligencia derivada, el hecho de comprender sus limitaciones propias.
  • El cambio cultural es también un camino y como todo gran camino modifica al caminante. Todas aquellas personas con las que me he encontrado que tenían una clara idea de hacia donde iba a ir su empresa, han experimentado ese camino hacia otras ideas totalmente diferentes. No es esto parte del error sino de la propia naturaleza misma del cambio. Tampoco quiere decir que no haya que estar preparados sino simplemente que no se puede prever absolutamente todo y que el propio ejercicio de cambio transforma la cultura solo porque también nos modifica a nosotros. Lo segundo sin duda ocurre mucho antes que todo lo primero.

Para explicar la segunda parte de la afirmación que realicé al inicio -Que la cultura de tu organización puede cambiar- me gustaría utilizar una herramienta tan necesaria hoy en día como la metáfora y no añadir sencillamente nada más:

  • Todo el mundo sabe que la altitud de los picos más altos del mundo se mide siempre en relación al nivel del mar. Culturalmente, esto también es siempre cierto. El mayor éxito cultural reside en saber entender y equilibrar la proporción y condición de las relaciones que se establecen, desde los mayores planes estratégicos antes los procedimientos más operativos, desde el rol más directivo al más ejecutor. Cambiar es posible si todos los elementos se sienten necesarios en el sistema métrico común. Si ese sistema métrico está basado en valores humanos, el éxito es aún si cabe más probable.
  • Cada día de tu vida solo tú eliges ser la gente o la persona. Podemos escondernos detrás de grandes contenedores sociales pero lo importante es que cada uno de nosotros es el eje fundamental de cualquier cambio que realmente le afecte. Podemos elegir pertenecer al bulto (y escurrirlo, en esa expresión tan castiza) o ser la figura que lo expone a un nuevo ritmo. Del mismo modo que alguien que no se quiere a sí mismo es imposible que quiera a los demás, nadie que se niegue la posibilidad de evolucionar puede asumir o vivir ninguna evolución. Algunas tesis acerca de desarrollo personal y profesional, sostienen que el cambio es una realidad y un hecho desde el momento en que alguien simplemente comienza a plantearlo.
  • Cualquier niño de 5 años sabe que la forma más fácil de soñar es permitirse dormir tranquilo. Está bien que interioricemos que las prisas de nuestra actividad diaria son parte de la vida pero también que interioricemos que los descansos entre cada uno de esas prisas son si cabe aún más necesarios para imaginar nuevas realidades aún mejores. Ningún atleta que haya ganado el oro olímpico de maratón ha corrido el día anterior a la carrera, la distancia de 42,195 kilómetros. Permítete soñar para poder vivir despierto.
  • Las orugas llaman crisis al nacimiento de una mariposa” Con esta cita de autor desconocido, es como comienzo algunas de mis propuestas de cambio a organizaciones. No es algo rutinario y evidente, sino algo en lo que realmente es necesario pensar para interiorizar que no vemos lo que es sino lo que a todas luces somos. Puede que creas que no es posible un cambio cultural, pero tal vez lo entiendas cuando personalmente tú lo experimentes.

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Sobre el salmón y Arquímides

Existe en el reino animal una cierta tendencia a la adaptación de las especies que fue enunciada por el naturalista inglés Charles Darwin en 1859 y que se basa en un espíritu natural de superación continua. Cierta transmutación de la variante anádroma del salmo salar conserva un espíritu de honestidad brutal que le permite nacer en aguas turbulentas o agua dulce y remontar un camino de emprendimiento personal hacia la transformación del ecosistema en el que habita. Es frecuente, no obstante, observar en esta variante denominada salmo vorpal una agilidad innata que condiciona el entorno establecido habiéndose dado casos comprobados de reinvención o creación de entornos a partir de este tipo de especímenes a través de un principio denominado consultoría simbiótica. Se han registrado indicios de cambio en la función motriz y anatomía de ciertas comunidades debido a la influencia de sujetos de esta especie invasora. A continuación se observa una comparativa de la evolución lograda a lo largo de generaciones y continuas adaptaciones:

Superando esta entradilla que enseguida comprenderéis, quiero compartir algo con vosotros. Actualmente la mayor parte de empresas cumplen el principio de Arquímides de una forma un tanto peculiar:

TODA PERSONA PARCIALMENTE SUMERGIDA EN UNA MARCA, RECIBE UNA PRESIÓN VERTICAL Y HACIA ABAJO IGUAL AL PESO DEL VALOR-PERSONA QUE NO APORTA

… hasta que se hunde. Porque las organizaciones actuales, como denunciaba en otro post, no dejan trabajar por defecto a sus empleados. Hablo por supuesto de marca-empresa y no de marca personal, el gran Andrés Pérez mediante 🙂 Desde hace no mucho, apenas unos años y desengañado del modelo de cultura fábrica al que intenté adaptarme durante 10 años de mi vida, decidí asumir que soy un salmón. Lo hice con la voluntad de mejorar mi salud mental frecuentemente enturbiada por procesos de desmotivación continuos que habían logrado por un periodo de tiempo reducir mi creatividad e ilusión a la mínima expresión emocional. Hace poco discutía con un amigo que ha interiorizado como yo la cultura del INprendimiento, sobre si una organización debe valorar a los salmones (perfil con el que ambos nos identificábamos) o más bien primar un modelo de piscifactoría donde todo se haga en serie y no existan ideas artesanas. Recupero algunos microposts que fui recopilando sobre nuestra conversación:

Las reglas se inventaron para que todos seamos la excepción que las confirme

Todo es posible cuando en tu dia a dia el diferencial es no ser gris. Cuando lo es y mucho, algo va mal

Reducir el éxito de una compañía a sus asientos contables es el primer paso para el fracaso

El futuro lo construyen los inadaptados y los que no se toman “en serio” su presente

Si una prueba tarda 1 hora, no tengo porque estar empantallado mirando. Calidad de vida + lógica = Productividad

Eres inteligente pero no das el 100% necesario. Necesitamos a alguien que copie y pegue

“Dentro de un mes lo hacemos bien, ahora hay que sacarlo”, “¿Y por qué no ahora?” El principio de la revolución

“Tienes un 4 en tu evaluación. No habrá subida, este año repites” Pero… ¿esto es una empresa o un colegio?

“Tienes que mejorar en A, B y C” “No lo creo, vamos a hablar x q piensas eso” “Tranquilo, yo se lo que te conviene”

Me dicen que soy así porque soy joven y tendré + oportunidades… pero no me voy a volver loco por un trabajo

Valorar mi trabajo en valores absolutos es como suspender historia por olvidar una fecha

Nuestro sistema de evaluación de esfuerzo es absoluto pero nosotros somos transaccionales. ¿Qué sentido tiene?

Pero sin duda lo que más me hizo pensar fue una frase que me dijo mi amigo cuando le dije que no pensaba abandonar mi condición salmonil. Me dijo: “David, no es que no vayas a dejar de ser un salmón, es que no puedes dejar de serlo. Ese es tu valor”  Pues bien, hoy puedo anunciaros que tengo la convicción de que soy un salmón ágil exitoso por el momento (un salmo vorpal) y tengo algunas pruebas que apoyan esta afirmación. Para ello intentaré hacer un remember que no os sea muy pesado. Perdonad si es así:

Hace tiempo que hablé en este blog sobre mi concepto de valor-persona. La madrugada del sábado 10 al domingo 11 renové el mensaje incluido en cada uno de los valores de la Iniciativa vorpalina, lo hice durante 7 horas seguidas frente a una pantalla sin necesidad de levantarme para ir al baño como le ocurría a nuestro viejo amigo Mataji hace más de un año. Ni siquiera me di cuenta de la hora que era hasta que un rayo de sol entró por las cortinas verdes del salón. En cierto sentido, este es el ejemplo más inmediato de que con motivación todo -absolutamente todo- es posible. Vorpalina es una iniciativa basada en el intercambio libre de conocimiento haciendo uso de las relaciones transaccionales derivadas del espíritu de comunidad y de la filosofía RED. Cuando tomó forma la iniciativa tenía la convicción de que la marca asociada comenzaría a dar resultados evidentes de inmediato. No me comenzaba a perfilar como un gurú de los que sobran a patadas sino que estaba dando forma a mis ideas para mejorar de algún modo mi calidad de vida y mi sentimiento de realización. De algún modo estaba dando la vuelta a la tortilla y haciendo mío lo que me había negado el mundo empresarial 0.0 sin alicientes ni ideas y lejos del 2.0.  Así fue. La propia iniciativa se basaba en no disociar lo personal de lo profesional en un modelo de vida formulado sobre las bases de la creatividad, el INprendimiento y la culturaRED, valores que ahora figuran en la cabecera de este blog como hashtag vitales del autor. Porque soy eso, un autor. He tomado las riendas de mi presente y tomo decisiones que determinan mi futuro. Sigo condicionado por agentes externos con los que mantengo relaciones de confianza mutua pero ya no son la base sobre la que adopto decisiones. Los resultados han corrido suerte desigual pero en todos los casos siguientes he modificado mi realidad inmediata o la de otros (*):

  • Liberación de contenidos e ideas propias a través del presente blog y de mi timeline. Comencé predicando en facebook, luego me desengañé sobre la frivolidad innata de este tipo de relaciones personales que no son reales ni me aportaban lo que deseaba (trascender mi realidad inmediata) y acabé orientando mi discurso a aquellos que realmente estaban interesados: suscriptores, seguidores,… Solo he visto mejoras y bondades en este cambio. No hay compromiso formal de ningún tipo ni espero retribución por mis ocurrencias. Solo vivo y disfruto de lo que soy… pero esta vez no lo hago en el desierto y mi eco llega más lejos del siguiente cruce (mucho más, créanme ;).
  • Asistencia a charlas y encuentros presenciales y entornos sociales virtuales (corporativos, públicos, creados,…) sobre innovación, conocimiento libre y pensamiento en red. Resultado: conexión de primer grado (confianza) con al menos 60 personas del ámbito de la tecnología, la psicología, la filosofía y el mundo ágil. Conexiones de segundo grado (interacción) y tercer grado (contacto) con al menos 600 personas de temáticas y ocupaciones diferentes. He realizado al menos 20 conexiones exitosas en los últimos meses que han logrado beneficios para las partes implicadas, en la mayor parte beneficios económicos. No serían grandes números si la calidad de las personas contactadas fuese baja pero más bien al contrario se trata de personalidades relevantes a las que encuentro y me encuentran interesante para estar conectados con el mundo. Establecimiento de sinergias y mejora continua. Actualización de conocimientos y contacto con realidades diferentes. Riqueza y diversificación.
  • Dinamización de la estructura organizativa y social de mi entorno laboral inmediato. Resultado: participación en grupos de innovación definiendo modelos de negocio, en blogs corporativos, en espacios internos formulando ideas de forma transparente, estableciendo de forma protagónica y sin complejos la prehistoria de una cultura RED de trabajo a nivel internacional dentro de mi entorno. Fomento del diálogo y el sentimiento de comunidad solidaria entre mis compañeros, conexión de primer grado con al menos 250 empleados de la compañía en más de 10 países. En un año 737 followers (me acaba de llamar la atención el dato!!), 469 mensajes (reflexiones, opiniones, enlaces a punteros, recomendaciones…), más de 160 interacciones a esos mensajes, 236 likes de compañeros a comentarios personales, más de 34 correos personales de compañeros mostrando apoyo y ayuda ante planteamientos enunciados, establecimiento de relaciones y contactos directos con otras unidades y regiones…
  • Propuesta de ideas a personas con capacidad de ejecución real en la sociedad, en mi organización actual y en mi propia vida. Resultado: Colaboración activa en la definición de modelos de negocio basados en Open Innovation con valores lean y agile de gestión (experiencia gratificante y frustrante a partes desiguales que me ha ayudado a reformular planteamientos de INprendimiento: ahora paso de los oficialmente importantes y me centro en los realmente importantes). Acceso a altas personalidades de mi organización actual y del mundo empresarial gracias a la formulación pública de mis ideas. Colaboración en temas relacionados con turismo, nuevos mercados, tecnología, gestión del conocimiento,…
  • Participación en proyectos de cooperación o solidaridad económica. Resultado: realización personal derivada del apoyo a este tipo de causas por las que no he recibido ningún tipo de compensación económica. Entre ellas: elaboración de encuentros profesionales, asesoramiento profesional totalmente desinteresado a personajes relevantes que considero referentes por su afán de superación, organización de reuniones de locos con conversaciones multidisciplinares (en la segunda reunión perfilada para febrero 2011 participarán generadores de opinión de la red y amigos personales que he logrado hacer gracias a la iniciativa vorpalina y a mi trayectoria en esta línea).
  • Formulación de un modelo integral que presenté sin éxito denominado Inteligencia Social aplicada al Análisis y Búsqueda de Entornos de Emprendimiento Líquido que será la base de mi futuro libro sobre aplicación de cultura RED en las organizaciones que saldrá a la luz en Junio 2012 y que no pretende ser algo excepcional sino una guía de lo ocurrido durante los últimos 20 años en materia de innovación en el management y en la forma de entender las relaciones humanas.
  • Conocimiento de otras empresas y entornos laborales Vivir en red es tener algo que hacer y que decir a tu red, no necesariamente estar pegado a tu red, sino conseguir llegar a ella. Yo lo hago, he compartido reuniones, comidas y conversaciones con gente que he conocido a través de la red y lo recomiendo. Comprender la cultura de las comunidades de software libre me cambió la vida en este sentido. Interesante que el salmón busque la red… 😉

(*) Por motivos 0.0 la mayor parte de esta actividad se realizó fuera de lo que se conocía en el anciano siglo XX como horario de imputación exigiendo una dedicación adicional de MI TIEMPO LIBRE a la configuración de esta identidad. Es necesario comprender que toda recompensa tiene un esfuerzo asociado y para comprender esto no hace falta emplear continuamente el castigo sino ponerse manos a la obra

Fuente: McKinsey, Junio 2009 Sobre 1,047 ejecutivos, gerentes y empleados de empresa

De acuerdo a estas experiencias que se derivan de mi valor-persona quiero hacer algunos comentarios respecto al artículo 9 thing that motivates employees more than money y al estudio Motivating people: Getting beyond money de McKinsey realizado en 2009.

La primera traba para alcanzar el éxito en una comunidad (organización, empresa, grupo, proyecto,…) es el reconocimiento. Malo o inexistente en el modelo de gestión actual en el que permanece asociado el reconocimiento no a las ideas, la superación, la valía o la capacidad de crecimiento de una persona, sino al cumplimiento de unos objetivos que a menudo ni siquiera tú decides. Añado a este reconocimiento, el hacer partícipes a los demás de sus objetivos. Lo siento pero a todos los niveles, incluso en el día a día. Es más ponderable, más real, más humano que lo que todos estamos acostumbrados a hacer. Se habla de ello más abajo en el artículo. Como bien decía mi compañero Paco Gracia, motiva más el reconocimiento de un supervisor que un incentivo económico tal y como el estudio de McKinsey apunta. Los incentivos no financieros son tremendamente más determinantes para su motivación “siempre” o “la mayoría de las veces”. Realmente, como bien dice Sir Ken Robinson, estamos faltos de pasión. De ahí lo de aprender disfrutando que siempre me dice mi amigo Eliseo y que se recuerda más adelante en el artículo: Throw companies parties.

La segunda traba para alcanzar el éxito es el líder. Como ya dije aquí y aquí, hemos idealizado a una figura que viene heredada de entornos históricos y sociales en los que las personas necesitaban una referencia clara incluso para sobrevivir. En la sociedad RED esto ha cambiado. Lo estoy intentando explicar adonde voy y pronto cuajaré un mensaje en torno a esto. Los nuevos líderes… NO LO SON.

La tercer traba para alcanzar el éxito es el lenguaje. Sin duda es clave. No lo manejamos bien, no gestionamos alrededor de una actitud construtiva sino impositiva. No es bueno. Cuando alguien no se siente partícipe de algo, puede seguir haciéndolo pero se pierde un valor que es la diferencia respecto al resto. Sobre todo cuando todos hacen lo mismo y es tan sencillo destacar…

Con la cuarta traba que comenta el artículo no estoy tan de acuerdo. Hay gente que le encanta ser criticada aunque no lo parezca y gente que lo parece y hasta lo pide. No se bien donde encajo yo. El problema es que hay que corregir cuando se puede. Por otro lado, como siempre decimos (y yo creo realmente en ello) los mercados y los escenarios siguen siendo conversaciones. Cuando no sabes comunicarte o tu mensaje se diluye, nada tiene sentido.

La novena de las trabas para alcanzar el éxito es no compartir los éxitos ni los fracasos. Pero no hacerlo de forma real. No vale con mandar un mail, los empleados deben sentir de algún modo que las cosas van bien o van mal en cada ciclo de vida de la comunidad. Deben dejar de ser empleados y comenzar a ser valores-persona compartiendo éxitos y fracasos con independencia de que estén o no de acuerdo en aspectos puntuales, pero compartiendo unos mismos valores. Cuando no se comparten los valores REALES de la compañía (no los valores-marketing) debemos afrontar dos retos: irnos o quedarnos para cambiar esos valores. Ambas decisiones son encomiables pero solo los salmones muertos siguen la corriente del río así que no te quedes quieto. Los abusos se producen por una falta continuada y masiva de usos.

Como conclusión para el post solo destacar que los nuevos proyectos que se abren a mi paso tienen mucho más que ver con oportunidades que se derivan de quererme y valorarme a mí mismo (y luego trabajar en un equipo/s) que de la forma contraria. Para más información, es necesario que entendamos que somos Piedras preciosas y que necesitamos jerarquía, pero no vivir de ella; necesitamos en definitiva darnos valor y conectarnos. Cualquier traba a estos dos pasos es un error de inteligencia imperdonable que repercute empresarialmente en una pérdida de productividad y personalmente en cierto grado de desasosiego que todos estamos intentando superar. ¿O no hemos estudiado y trabajado toda la vida para ser felices?… Una última reflexión que me mandaba un amigo filósofo esta noche sobre la conexión:

Como le digo ante su silencio en gtalk, David es un auténtico Community Manager pero en una versión inversa de retorno al modo off-line, cosa que no está nada mal.

Digamos que hay, ha habido o estamos viviendo un corriente off-line on-line donde todo debía correr del primero al segundo: había que estar conectado, subir los contenidos a la red, buscar amigos en la red o formar parte de una tribu o foro de intereses.

Y había que estar ahí porque ahí molaba y era donde se debía estar, donde ocurrían las cosas, en una especie de existenciario a caballo entre Heidegger y Bauman: el modo de ser en el mundo, el ser-ahí o “dasein” (en aleman) era ser-ahí on-line, estar en el mundo de la red, o dasein líquido distribuido y parcelado (a veces como un camión que ha ido perdiendo la carga por el camino y tu, detrás, te vas encontrando partes que se ordenan como en una cierta linea: elementos discretos pero continuos a su vez, montones aquí, otros elementos unos metros por delante y allá, y así).

Pero David nos propone una vuelta a la carnalidad. “No hay nada que no cure una piel” que dijo alguien. Una vuelta a concretar nuestras partes y fragmentos de información, vertidos y colocados en la red en un mismo sitio: un dasein encarnado o dicho a la manera castiza, sencillamente una cita. No nos propone un abandonar las redes (esta y no otra cosa es el medio para hacer la propuesta), sino un intercalarnos, alternarlo, complementarlo como las dos partes esenciales de nuestras vidas actuales.

La red se concreta en la cita la cita se concreta en la red. Te dispersas, te concretas y te vuelves a dispersar y de nuevo a concretar y así, como en un juego de aperturas y cierres constantes. Lo líquido se hace gota que diría Bauman. No hay que estar todo el día y sólo en al red, ni todo el día y sólo fuera de ella. Hay que buscar el equilibrio, aunque sea en modo comprimido en fin de semana.

Gracias, Javi. Qué locos estamos… 🙂 Quien quiera acudir a la próxima reunión de locos en Madrid, ya hay cinco confirmados realmente interesantes (directivos, pensadores de red, emprendedores,…) Poneos en contacto conmigo…

leadership más allá del leadersheep

Este artículo surge como respuesta a los artículos de Sonia Franco titulado Indignados, que no líderes y Mileuristas de hoy, jefes de mañana en El Confidencial.

Una extraña obsesión por el liderazgo a menudo no nos deja ver el bosque. Estoy en red gran parte de mi tiempo y puedo asegurar que uno de los temas más recurrentes que existen y que preocupan a aquellos con los que me conecto (investigadores, consultores, profesores, trenders, outsiders,…) es el liderazgo. Hay una larga bibliografía de títulos en los que un autor, fruto de su experiencia y conocimientos, conforma un método infalible o brillante para evitar el fracaso y alcanzar el éxito. Rimbombantes palabras para alguien que es -como tú y como yo- consecuencia de la suma de ambas obviedades. Existe una gran colección de artículos que hablan sobre cómo dirigir, sobre el comportamiento distinguido que debe tener un líder y sobre las capacidades que acompañan a su figura. Hablamos de liderazgo carismático, liderazgo emocional, liderazgo creativo, de los pasos necesarios para convertirse en líder y del líder indispensable. Frecuentemente nos encontramos con fórmulas maestras para lograr ser un buen líder. También -inexplicablemente aún lo hacemos- contraponemos a los ganadores contra los perdedores y aunque hemos superado esa oscura Era de la humanidad en la que “el error”  era castigado con la humillación o el descrédito, ahora resurgimos para asegurar que de nuevo solo exite un camino para el líder y cualquier crítica al margen es una formulación retrógrada de alguien anacrónico.

El líder actual, tal y como lo entienden la mayoría de personas, asume la función de guía y conductor en lugar del papel de controlador, como bien dice mi amigo Alberto Barbero “provee un punto focal de dirección y no asigna ni controla minuto a minuto un plan de acción”.  Tras mucho leer y navegar sin duda este es el concepto emergente del nuevo líder. De algún modo nos excita la búsqueda de la fórmula perfecta. Nos hemos creído realmente que una mañana o un momento concreto de tu vida puedes levantarte y afirmar que eres un lider. Hemos interiorizado ese objetivo, lo premiamos y seguimos castigando de uno u otro modo a todos aquellos que no llegan a la meta. Yo soy manifiestamente un yonki del liderazgo, no paro de leer lo que otros opinan y de sintetizar mi propia fórmula. Interiorizo los elementos de la ecuación de otros e intento superarlos. Sin embargo lucho contra ello. Mi mente por desgracia es competitiva, busca su pócima del éxito. Son muchos años de adoctrinamiento y a veces pierdo la batalla. Por suerte el resultado hasta ahora ha sido siempre el mismo. Como Obélix, tras esperar mi turno en una larga fila de galos con la misma pretensión, llego a la marmita y el viejo druida Liderazgo me dice: “Maldita sea, David, tu no puedes beber la poción mágica. Sabes que de pequeño caiste en la marmita y la bebiste entera, así que salte de la fila y deja el turno a otro” 😉

En esta antigua fe de la poción mágica se educa a los futuros ejecutivos de empresa en las escuelas de negocio, también a los niños y adolescentes en los estadios de fútbol y en los patios de colegio. La mayoría de nuestras sociedades políticas se basa en una disciplina de partido que fabrica un líder carismático en procesos más o menos democráticos que concluyen en un producto que se repite una y otra vez.  En la televisión y en los periódicos, en la radio y en los paneles de publicidad de las paradas de autobús, en los grandes carteles de carretera y en aquello que vendemos a los otros -bien sea un CV, una oferta, un discurso o un simple comentario- trabajamos sobre este mismo concepto. La persona correcta, el perfil adecuado, el experto, el comunicador natural y el apaciguador de masas, el jefe y el director, el gerente, el presidente de gobierno, el encargado del turno de noche y el supervisor, el comisario y la banquera, la responsable de línea, la coordinadora,… señores, estamos rodeados. De forma más o menos parecida se actúa en las empresas. En mi trabajo actual tengo a una gran cantidad de líderes a mi derecha e izquierda y también encima y debajo. Todos ellos calculan las paredes de mi caja, se preocupan de que adquiera grandes dotes de líder y si no las tengo, de criticarlas. Consecuentemente también se preocupan de que no adquiera demasiadas dotes de liderazgo, solo las justas para no resultar incómodo. No soy mileurista pero lo fui durante muchos años, incluso mucho menos que mileurista. He llegado a trabajar sin practicamente cobrar nada.  Y ahora, en la mitad de mi carrera, cuando me he formado en la escuela del liderazgo y bregado en el mundo fábrica, diariamente me agota enfrentarme a la redefinición de un concepto escasamente ágil. Un concepto cuyo argumentario básico proviene del mundo animal y de la naturaleza. Lo malo es que proviene SOLO de una parta de la naturaleza, aquella de la que precisamente presumimos haber superado hace milenios.

Agradezco a Francisco Alcaide el capítulo primero de su libro Fast good management que comienza con una reflexión magnífica sobre el Viking Manifiesto y que me ha levantado el ánimo tras una última semana en la que he interiorizado nuevamente la escasa capacidad de reinvención de mi entorno laboral más inmediato. Actualmente estoy bastante por encima del comportamiento poco ético y humano de algunos de los líderes que me rodean. No se trata de una falta de respeto o de reconocimiento, creo sencillamente que he superado al pelota, al trepa, al embaucador, al pícaro, al cobarde y al que calla y también al que obedece. Tengo una mentalidad crítica autoeducada durante años, una perspectiva que puede ser erronea pero que es inclusiva y muy heterogénea. Cumplo muchas de las pautas de las que hablaba Sonia en su artículo refiriéndose al estudio de Hay Group titulado Liderazgo 2030, un estudio muy obvio sobre el futuro del concepto de líder pero cuyo resultado una gran cantidad de profesionales que conozco se niega a aceptar:

New leadership competencies
The new business world order will challenge leaders on three levels: cognitive, emotional and behavioral.

Cognitive
Leaders need new forms of contextual awareness, based on strong conceptual and strategic thinking capabilities. They need to be able to conceptualize change in an unprecedented way, again based on conceptual and strategic thinking. Leaders need to exhibit new forms of intellectual openness and curiosity.

Emotional
Overall, leaders will need to be much more sensitive to different cultures, generations and genders. They will need to demonstrate higher levels of integrity and sincerity and adopt a more ethical approach to doing business. They must also tolerate far higher levels of ambiguity.

Behavioral
Leaders must create a culture of trust and openness. As post-heroic leaders they must rethink old concepts such as loyalty and retention and personally create loyalty. Collaboration – cross-generational, cross-functional and cross-company – will be their watchword. They must lead increasingly diverse teams.

Extracto del whitepaper Building the new leader: Leadership challenges of the future revealed, dentro del marco de la iniciativa Leadership 2030 de Hay Group

Muchas de estas capacidades tienen que ver con la evolución del concepto “empresa” tal y como lo entendemos actualmente hacia un entorno mucho más virtual e integrador; en otras palabras, mucho más abierto. El problema que veo es que intentamos cuadrar un concepto antiguo -“liderazgo”- en un nuevo entorno que supere ese otro concepto antiguo -“empresa” o “fábrica”-. En mi opinión no se trata de reinventar al líder sino de cuestionarse la utilidad universal e infalible del liderazgo en todos los ámbitos de la vida. ¿Necesitamos siempre un líder?, esa es la pregunta. Estoy cerca de las tesis que defendía Francisco Alcaide hace dos días en Los 5 conceptos del liderazgo: “Cada año se escriben miles de libros sobre la cuestión que, desde mi punto de vista, seguimos sin comprender bien“. Él hacía referencia a Bennis y exponía los cinco pilares del liderazgo de su libro. Reconozco pensar muy en línea de Francisco pero también tiendo a pensar que lo hago porque he sido educado para ello. En los últimos años he conocido múltiples sistemas y organizaciones cuyo funcionamiento no estaba basado en el liderazgo de ningún tipo ni de ninguna persona en concreto. Entre ellos algunas comunidades de software libre, las organizaciones de ayuda humanitaria y gran cantidad de colectivos comunitarios y empresas con estructuras asamblearias me han demostrado la efectividad de estos otros modelos. En último término movimientos sociales y digitales cuya naturaleza no es predictiva y cuyas pautas de comportamiento no se rigen por modelos jerárquicos o centralizados, han proliferado a raíz de la eclosión de lo que siempre hemos llamado desde vorpalina cultura red. Cada día estudio y concluyo lecciones aprendidas de estas nuevas formas de entender las relaciones humanas y laborales pero nunca me atrevería a responder a la pregunta “¿Llegarán estos movimientos a algún lado sin un líder o líderes que lleven las acciones al siguiente nivel, ese en el que de verdad se producen los cambios, ocurren las cosas y los sueños se convierten en realidad?” que formulaba Sonia con la respuesta que ella misma se da:

…Pero, aunque en algunas empresas se fomente una cierta cultura asamblearia, al final hay un señor que manda. Punto.

Necesitamos líderes. Queremos un buen jefe que nos motive y guíe nuestros pasos para que nuestro trabajo tenga un sentido más allá de ganar para lentejas. Queremos un buen presidente del Gobierno que sea capaz de llevar a España a otro nivel económico, social y político y nos saque de ésta. Queremos un gran líder europeo que no permita que esta crisis se lleve el sueño de la UE por delante. Queremos un gran presidente de Estados Unidos que nos diga que las cosas en el mundo están bien porque él está al mando.

Quizá los indignados de ambos lados del Atlántico crean que esto son sandeces. Pero a mí me gustan los líderes que inspiran, que mueven, que impulsan, que tiran del carro. Ahora bien, estoy dispuesta a reconsiderar mi postura si los indignados del mundo logran sus objetivos sin ellos. Sería un soplo de aire fresco. Y un cambio real en el mundo en que vivimos.

Madrid, 19:00 Movimiento #15O contra la indiferencia. Lugar: Plaza de la Cibeles, centro de la ciudad. Fotografía del autor.

¿Sería más exitoso el movimiento #15M #15O #democraciarealya o como lo queramos llamar, si existiera una cabeza visible?, ¿Daría más resultado y causaría más estragos en el sistema caduco si copiara modelos de gestión que él mismo critica?. Mi respuesta tras participar en algunas acciones colectivas y colaborar en lo que puedo/a con dicho movimiento, es NO. El líder del movimiento es la ciudadanía al completo. No es un líder perfecto, tiene y comete muchos errores, pero es un líder efectivo y real, es algo de lo que formo parte y con lo que me identifico. No es esa poción mágica del druida pero es algo más perfecto: asumir la pura imperfección intrínseca del movimiento e intentar mejorarlo con el diálogo y la reflexión y aportación de todos. Toma la palabra en alguna asamblea y comprueba como todo el mundo escucha y participa. Dialoga, aunque no te hayan educado para hacerlo. Ese es el lema. No hay nombres propios ni figuras, todas las personas individuales que reclaman una sociedad más justa y equitativa pasarán a la historia por igual. Ese será el sueldo de tarde y noches de insomnio, de una conexión completa con la realidad, de su pulso rebelde a las autoridades que no reconocen errores ni aprenden de ellos en consecuencia. Yo no estoy tan seguro de que un lider personal garantice en éste o en cualquier iniciativa el éxito. Porque creo en al fuerza de la razón humana, en la capacidad del colectivo, en la humanidad más que en un hombre. No lo creo por la sencilla razón de que los líderes, tal y como los hemos entendido, tal y como queremos reformularlos, son entelequias o mythos (cuentos, relatos) que fueron necesarios para gobernar el logos (razón, conversaciones). El problema que le veo a mantener la figura del líder es que los mercados y la sociedad son ya conversaciones, los empleados y los ciudadanos forman una nueva clase creativa mucho menos dirigible y que cada vez quiere gobernar-se más y no delegar con suma ineficacia. El problema que le veo a estar tan seguro del valor intrínseco y motriz del liderazgo es que al final todo pivota sobre el hecho de uno solo habla y el resto escucha o cumple, y sin embargo cada vez más todo el mundo puede hablar y cuestionar las tesis. Nos dirigimos a una sociedad colaborativa, una sociedad en la que hemos superado la neutralización de fuerzas para garantizar un mismo traje llevadero para todos. En esta nueva sociedad, en esta otra forma de trabajar y de vivir, no es tan importante una persona sino la canalización, difusión y valor crítico de todas sus ideas en formatos abiertos y completamente transparentes. Amigos, necesitamos facilitadores, gente parecida a esos nuevos líderes de los que habla Alcaide o a ese e-liderque hablaban, pero tal vez debamos dejar de llamarlos líderes…

El diccionario de ciencias de la conducta de 1956 definía el liderazgo como “las cualidades de personalidad y capacidad que favorecen la guía y control de otros individuos”. Pues bien, ya no se trata de controlar, de doblegar, de dar órdenes, de tener una sola cara o de parecer que se conocen todas las respuestas. Ahora se trata de conocer, de colaborar, de abrir, de integrar, de sumar (pero sumar realmente, no como un lema pretencioso de campaña). Como hace más de cuarenta años: Somos realistas, pedimos lo imposible. Lo hacemos en nuestras familias, en el trabajo y en la calle. Existe un ritual budista tibetano que se llama Wang, algo que en una traducción muy libre podríamos llamar CAPACITACIÓN (en inglés lo han denominado empowerment) y que se basa en la transmisión completa de energía de un maestro a un alumno para la iniciación en la práctica de una determina deidad tántrica. El proceso sigue unos pasos muy concretos  basados en la comprensión de varias fuerzas de la naturaleza tibetana como el agua, la corona, la sabiduría y la palabra. El ritual me recuerda a lo que todos entendemos como la figura del líder, muy ligada a la figura de maestro pero cuyos conceptos a menudo sufren dolorosas desambiguaciones. El líder a menudo nunca llega a maestro y al maestro a menudo no le llaman líder. En este ciclo de capacitación tibetana, al igual que cuando un novillero toma la alternativa y se convierte en matador, al igual que cuando el filósofo griego licencia al alumno, el maestro da permiso y capacita al aprendiz para andar el nuevo camino de la madurez. Pues bien, todo esto, todas estas figuras retóricas y metafóricas del camino del aprendizaje deben adaptarse a una nueva realidad. Realmente creo que el mundo ha cambiado. La gran revolución, el gran invento fue sin duda el lenguaje; el segundo a muy poca distancia ha ocurrido hace poco tiempo y se llama comunicación. Veo necesario que en educación conservemos el respeto a la figura del educador y el papel de aprendiz del educando, pero todos deben cuestionarse y aprender unos de otros. Hay muchas iniciativas en este sentido y en vorpalina ya hemos hablado de ellas. Del mismo modo ocurre en nuestro entorno laboral y en nuestra sociedad. Cada vez afortunadamente valdrá menos el pan para todos y tenderemos a la personalización igual tanto en la educación como en el trabajo.

Yo no quiero un buen jefe que me motive, quiero un compañero con el que poder trabajar y colaborar por un mismo objetivo. Yo no quiero un presidente del Gobierno que “sea capaz de llevar a España a otro nivel económico, social y político y nos saque de ésta” porque es él y gente como él la que me ha hecho llegar  a “ésta” y porque soy yo y gente como yo la que nos va a sacar de ésta. Yo no quiero “un gran líder europeo que nos permita que esta crisis se lleve el sueño de la UE por delante”, yo quiero que todos los europeos nos sintamos dueños de Europa y que ningún líder ni mercado ni interés propio nos arrebate un sueño que hemos sudado con sangre cada día. Yo no quiero “un gran presidente de Estados Unidos que nos diga que las cosas en el mundo están bien porque él está al mando”, yo quiero un pueblo americano que se manifieste, proteste y construya en las calles el mañana que sus hijos van a heredar.

En mi opinión puramente personal, es necesario delegar porque ninguna estructura se mantiene de forma puramente asamblearia, sin embargo es mucho más necesario comprender que necesitamos estructuras y perfiles que nos ayuden a sentirnos dueños de nuestra propia realidad. Porque solo tenemos una vida, porque solo tú gobiernas el resto de tus días. Por último, no es importante -aunque se agradece el matiz- si a los que pretenden construir y democratizar la economía se les llama protesters o indignados, o si antes fue el huevo o la gallina porque como siempre, amigos, todo está tremendamente CONECTADO. Reflexionemos sobre el hecho y el acto, sobre por qué un sistema parece ya agotado. En la fotografía que acompaña a estas líneas, uno de las pancartas en amarillo reza “HAZLO TÚ MISMO”, otra que dice “TOMAR LA CALLE ES TOMAR LA PALABRA” y otra que no se ve al fondo pero que, creedme, decía “PIENSO, LUEGO ESTORBO”. Todas estas reflexiones valen para la sociedad, para la empresa, para lo que os de la gana, siempre al margen de desengañados y pragmáticos, que de eso -os lo aseguro- nos sobra a puntapala. Qué diablos… Al fin y al cabo se trata de elegir entre un lider de ideas ( leadership colectivo, global, generacional -que también pueden darse-) más allá de un lider de ovejas (leadersheep en nuestra oficina, nuestro congreso, nuestra familia). Ahí queda eso, amics 🙂

Nota: (actualización de 17 de octubre) Hoy mismo, dos días después del #15O, Zygmunt Bauman señala en una entrevista el caracter de horizontalidad del #15M y de movimientos hermanos destacando en ellos la superación de la figura del superindividualismo contra el que protestan y la cohesión de sus miembros gracias a la identi dad colectiva. Según Bauman, que me ha servido de inspiración en la búsqueda de esa realidad líquida que postulaba, esto tiene pros y contras. Os recomiendo la lectura de la entrevista en El País.