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la cultura del esfuerzo

la cultura del esfuerzo

esfuerzo

“Tu le has dado lo que pidió, yo lo que necesitaba

Legion (Stewart,2010)

 

Este será un artículo largo que incluye los siguientes elementos de utilidad para trabajar personalmente o con equipos:  ¿Qué es esforzarse?, Lo que he conseguido en mi vida con esfuerzo, La increíble rentabilidad del esfuerzo, El ritual del esfuerzo y un caso práctico real de aplicación de la cultura del esfuerzo para mejorar nuestra realidad diaria. Creo que es un artículo completo y no he querido omitir ninguno de los puntos porque creo que todos ellos pueden serle de utilidad, lector.

 

¿QUÉ ES ESFORZARSE?

Alguien que se esfuerza en algo es alguien que dedica el suficiente tiempo, recursos y voluntad para conseguir demostrarse una convicción o lograr un objetivo propio o compartido. Yo llamo interés a la suma del compromiso y esfuerzo que hace una persona para lograr lo que quiere lograr.

Esforzarse en algo es la base de todo lo que conocemos. Los perezosos nunca conquistarán la Tierra y mucho menos se disfrutarán a sí mismo. Si tienes un hijo, el mejor regalo que puedes hacerle es fomentar en él a diario la cultura del esfuerzo. Enseñar a una persona a perseguir algo en lo que cree de forma firme siempre que no le haga mal a él ni a otros, es -no tengo duda- la mayor muestra de amor y afecta hacia esa persona. Comenzamos.

LO QUE HE CONSEGUIDO EN MI VIDA CON ESFUERZO

Yo pido a mi vida mucho menos de lo que ahora tengo. Pido sonreír y también pido llorar. Pido reconocerme en el rostro de las personas cuyos ojos me miran cuando hablo. Pido ser fuerte en el invierno para conocerme y ser libre en el verano para darme a conocer a otros. Pido a menudo un vaso de agua, algo tal vez sencillo y cotidiano pero que me llena. Pido estar en las cosas invisibles y atreverme a ser en las pequeñas cosas. Pido un techo para dormir porque dormí en la calle. Pido una persona a la que amar porque estuve solo. Pido comer dos veces al día porque hubo un tiempo en el que no lo hice. Todo esto es lo que pido.

Pero tengo… yo tengo mucho más que todo esto… Tengo fuego en el salón de casa. Y castañas y nueces y patatas. Y agradecimientos diarios de personas que logran conocerse. Y una parka verde recién comprada en Londres. Y una biblioteca de libros donde poder perderme. Y muchísimas personas donde encontrarme. Y un caballo como mejor vecino. Y rotuladores para poder pintarla. Y pronto unas zapatillas de correr que vienen de Alemania. Y una pizarra en blanco y un televisor y un teléfono que todavía funcionan. Y fotos de toda mi familia que me quiere. Y aventuras que necesito recordar. Y una cartera humilde que siempre tiene algo de dinero. Y ropa limpia. Y personas con las que cuidar mi higiene emocional. Y un baño donde cuidar la higiene de mi cuerpo. Y una vida propia que yo mismo respeto. Tengo también muchas otras cosas pero quizás esta sea la lista de las importantes.

Me gustaría decir que soy la más especial de todas las personas, pero solo soy una más y no aspiro a otra cosa que a lo que todo el mundo aspira: una ocupación que dignifique lo que soy, un círculo poderoso de personas que realmente me quieran y una vida plena de nuevas y viejas sensaciones. Y todo esto lo tengo.

Respecto a mi profesión, no digo que hacer lo que yo hago sea lo mejor en cualquier caso. Tan solo digo que conociendo mis habilidades y quién soy y a la hora de ver qué podía ofrecer de utilidad para mí y para otros, solo encontré algo que siempre me funciona. Me dedico a descubrir personas. Con el suficiente compromiso y esfuerzo, trato de que encuentren y exploten su verdadero potencial. Encuentro cada día sin excepción auténticos tesoros.

En adelante, hablaré de una de las culturas más provechosas y rentables que yo he conocido. El lector o lectora encontrarán en ella el medio para cubrir casi todas las expectativas que se propongan.

 

LA ÍNCREIBLE RENTABILIDAD DEL ESFUERZO

La cultura del esfuerzo siempre funciona. Incluso en los peores escenarios, saca lo mejor de nosotros y tranquiliza el fulgor incontenible de nuestra conciencia. Los mejores inversores de la vida invierten solo en personas que verdaderamente se esfuerzan. Gracias a mi profesión he conocido a personas extraordinarias que han logrado superarse y superar enormes baches en su vida con increíble esfuerzo. Es frecuente en el trabajo que realizo con los equipos, que las personas necesiten conocerse incluso cuando a priori daban por hecho que se conocían por completo. Durante este tipo de trabajos en los que intento no mediar en absoluto y permanecer al margen, las personas comparten experiencias, sensaciones y aprendizajes a menudo asombrosos con los que sorprenden a sus compañeros. En una enorme mayoría de los casos, tras realizar este trabajo, las personas expresan que sienten una especie de liberación generativa que a menudo les habilita para mejorar la relación con sus compañeros y alcanzar con mayor éxito sus objetivos.

 

EL RITUAL DEL ESFUERZO

Esforzarse en algo consiste en tener claros y cubrir los siguientes pasos:

1) UN OBJETIVO. Tener claro el objetivo que se quiere conseguir. Debe ser un objetivo asumible y real, trabajado por la persona o el equipo en común (es decir, evitar caminar como pollo sin cabeza). Este objetivo es el NORTE. Para encontrar el norte es necesario conciencia de lo que somos y de dónde estamos.

2) UN CAMINO. Diseñar un camino útil y abierto para alcanzar el objetivo. Hablo de un itinerario de aprendizaje que sea permeable y adaptable al cambio pero sobre todo asumido como cierto, esto es, aceptado por todos. Un camino está compuesto por una serie de hitos necesarios para llegar a un objetivo. Este camino es la RUTA para llegar al norte. Para trazar la ruta y cubrirla es necesario presencia y aceptación de lo que tenemos y de qué podemos hacer con ello.

3) UNA CONVICCIÓN CONSTANTE. Perseguir insistentemente algo es el modo más rápido de conseguirlo. Dure lo que dure esa insistencia, cueste el tiempo que cueste. Estar convencido de algo y perseguirlo, tener la voluntad propia necesaria para no rendirse, es el modo más sólido para llegar al norte. En el poemario Campos de Castilla, un poema arropa esta firme creencia con el siguiente verso: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”. Esta convicción constante es nuestro COMPROMISO. Para formular nuestro compromiso es necesario conocer nuestras capacidades y el grado de desafía que somos capaces de asumir. Recomiendo a la práctica totalidad de los equipos con los que trabajo el modelo de Estado de Flujo como guía para formular sus compromisos tanto a corto plazo como a nivel estratégico.

 

APLICACIÓN PRÁCTICA DEL ESFUERZO

Comparto un caso concreto en el que el lector o lectora podrá identificar algunos males muy extendidos en las organizaciones y en general en las relaciones humanas. Este caso concreto estaba muy asociado al miedo, de cuya gestión hablaremos en la iniciativa muy pronto:

Hace tiempo en un proyecto en Cantabria volvía de trabajar con un equipo y una persona coincidió conmigo en el tren. Me planteó la posibilidad de mantener una breve conversación en la que me iba a exponer un grave problema en el trabajo con el fin de que le aconsejara posibles soluciones. Durante largo tiempo yo había visto que esta persona estaba terriblemente afectada y que en cada nuevo encuentro, su estado empeoraba. Este era el escenario:

Se trataba de una gran empresa del sector logístico pero de un entorno de trabajo basado en la relación directa. De acuerdo a la sensación de Antonio, su superior estaba ejerciendo una estrategia continuada de desprecio hacia él que se prolongaba en el tiempo. Durante el relato, noté como Antonio constantemente hacía referencia a su superior con marcado desdén y rechazo y se quejaba continuamente de su comportamiento hacia los demás. Escuché atentamente durante no más de diez minutos hasta que la persona al fin me hizo una pregunta:

 

– ¿Qué hago, David?

Hasta ahora te he escuchado atentamente y no he oído nada de lo que tú has hecho para encontrarte mal. He oído muchas cosas que hacen otras personas para que tú te encuentres mal, pero no he oído nada de lo que tú has hecho para encontrarte mal. ¿Qué crees que pretende tu jefe con ese comportamiento?

– Creo que quiere echarme y creo que quiere hacerme de menos

¿Y qué consigue con su comportamiento?

– Estoy yendo a un psicólogo pero no me sirve de nada. No duermo por las noches y empiezo a tener problemas de ansiedad. Tengo la cara desencajada y estoy desesperado. No soy feliz, David, y no me merezco esto…

Se lo que crees que no mereces. Analicemos ahora lo que mereces. Hoy cuando estábamos en el autobús viniendo hacia el tren has saludo al conductor, le has sonreído, has hablado con él y le has hecho sentirse escuchado durante cinco minutos. No veo que muchas personas hagan eso. Por otro lado no te conozco mucho pero las pocas veces que he interactuado contigo, me pareces un buen profesional. Se que te gusta tu trabajo, que llevas muchos años en la empresa porque te gusta trabajar con tus compañeros y ayudar a otros. Todo esto me hace pensar que aunque hoy y cada vez que te veo, estás peor, en el fondo eres una persona alegre y tienes ganas de vivir. Se que has sacado a una familia adelante y que tu hijo ya ha crecido. Nada de todo ello me habla de una persona que se rinda con facilidad sino de alguien que se ha esforzado mucho por salir hacia delante. ¿Crees que lo que digo tiene algún sentido?

Yo creo que sí. Claro que me encanta mi trabajo y creo que soy alegre pero no se por qué dese hace tiempo he perdido esa alegría. Tienes razón, creo que soy una persona trabajadora y valoro mucho lo que he conseguido.

– ¿Qué haces cuando tu jefe te desprecia?

– Es que no se puede hacer nada, David, es una persona intratable…

– Creo que no has respondido a mi pregunta,solo me has dado un juicio sobre él. ¿Qué haces TÚ cuando te desprecia?

– Nada. He intentado varias veces llevarme mejor con él pero no consigo lograrlo.

– Yo creo que sí haces algo. Cuando él te desprecia, tu te sientes despreciado. ¿Cierto?

– Claro

– ¿Por qué te haces esto? ¿Por qué dejas que una persona que no es tan importante como tú en tu vida te desprecie? Para despreciar a alguien se necesitan dos personas: la persona que desprecia pero sobre todo la persona que se siente despreciada. Tenemos un inmenso poder para cambiar nuestra realidad si mantenemos a salvo y cultivamos nuestra terreno emocional.

– Pero David, le digo buenos días y ni me contesta

– Te contaré una historia. Una persona iba cada mañana al kiosko y le decía buenos días al kioskero y éste nunca le respondía. Un día tras otro la persona insistía y nunca encontraba respuesta. Un buen día, alguien se acercó a él y le preguntó ¿Por qué saludas siempre a una persona tan impresentable que ni siquiera te responde? Y la persona contestó: Porque él no decide cómo será mi día, yo soy el que decido que tendré un buen día y por eso se lo deseo a él también. ¿Por qué dejas que tu jefe decida cómo será tu día?

– Es verdad. Me ha comido el terreno. Visto así creo que he entrado a su juego y he perdido el sentido de lo que quiero ser o hacer. Estoy simplemente a merced de su estado de ánimo o su actitud.

– ¿Quién es más importante en tu vida? ¿Quién ha pasado toda su vida contigo, tu jefe o tú? ¿Quién ha sufrido todo lo que has sufrido y ha disfrutado todo lo que has disfrutado para llegar aquí?

– Yo

– Entonces, Antonio, ¿Por qué le das más importancia a lo que piensa o hace tu jefe que a lo que TÚ piensas de tí o haces contigo?

– Es cierto.

– ¿Por qué cada vez que el te provoca, tu reaccionas y le das lo que espera de ti?

– Porque me ha comido completamente la moral. Lo veo claro ahora.

– ¿Quién debería ser el propietario de tu vida? ¿Quién debería decidir cómo será tu día?

– Yo. ¿Y qué puedo hacer?

– Creo no estar equivocado si te digo tres verdades sobre tí: La primera es que te encanta tu trabajo, la segunda es que eres un buen profesional y la tercera es que eres una buena persona.

– No estás equivocado, creo que las tres son ciertas.

¿Qué tal si además de darte cuenta de ellas porque yo te lo digo, TÚ las recuerdas a diario?, ¿Qué tal si te convences de ello y no te hace falta hablar de otros o pensar en lo que piensan ellos para seguir siendo una buena persona, un buen profesional y que te guste tu trabajo?

– Creo que eso puedo hacerlo.

– ¿Qué tal si a partir de mañana no reaccionas ante él sino que actúas ante él? ¿Qué te parece si a partir de mañana eres el protagonista de tu vida y tú decides cómo será tu día como el hombre de la historia que te he contado? ¿Qué tal si te atreves a no dejar que tu jefe decida cómo será tu día?

– Me gusta, me gusta mucho la idea. Creo que está basada en algo que soy y podré recuperar mi vida y mi autoestima. Necesito volver a recuperar mi terreno.

– No será rápido, Antonio. Esto requiere de mucha convicción. ¿Estás convencido de ello?

– Sí, lo estoy. Me comprometo a ello.

– Tendrás que esforzarte mucho pero esto te ayudará a respetarte más y también le ayudará a tu jefe a respetarte. Él podrá hacer todo lo que quiera pero tú guardarás tu terreno siempre. No dejarás que te afecte una persona de la que ahora no tienes buena opinión. Y siempre siempre ante cualquier cosa que haga, tu estrategia será confiar en su bondad, darle una nueva oportunidad una y otra vez, una y otra vez, continuamente. Porque TÚ eres buena persona y como decía un sabio no hay mayor testimonio de la bondad propia que la confianza en la bondad ajena. Tú serás un gran profesional y harás tu trabajo pero además decidirás cómo será tu día. Cuando te provoque o reaccione, tú romperás el bucle reactivo. Si ni siquiera te mira al entrar a su despacho, le saludarás amablemente. A partir de mañana imagínate que cada vez que él intente forzar más la relación, tú no le dejes. Por cada reacción negativa, tú responderás con un acto amable y desinteresado, le mostrarás comprensión y respeto. Imagina que incluso acudes a su despacho y le invitas a mejorar vuestra relación. E imagínate que incluso si él no quiere hacerlo, TÚ DECIDES sí hacerlo. Y te esfuerzas para ello. ¿Qué crees que puede pasar?

– Creo que puede ser bueno.

– Yo creo que SIEMPRE será bueno. Y te razono por qué. Incluso en el peor de los escenarios, en ese en el que crees que puede despedirte, TÚ habrás hecho todo lo que estaba en tu mano y podrás dormir tranquilo. Recuperarás el sueño incluso en ese caso porque literalmente NO HAS PODIDO HACER MÁS DE LO QUE HAS HECHO. Y esta sensación, créeme, es muchísimo más placentera que la de ser víctima de lo que te está pasando. Por otro lado en el mejor de los escenarios, tu jefe se dará cuenta de que no tiene sentido tratarte mal porque no te afecta para nada y acabará convenciéndose de que eres un buen profesional y una buena persona. LA BUENA CONCIENCIA JUEGA EN TU EQUIPO Y NO EN EL SUYO. 

– Es genial, creo que es fantástico haber coincido en el tren. Es un regalo haberte encontrado y me ha servido más esta conversación que cualquier otra cosa que yo haya hecho antes. ¿Ves cómo me podías ayudar?

– Yo puedo haberte ayudado hoy, Antonio, pero el que más se va a ayudar a partir de ahora eres tú. Tú eres tu regalo y en breve te vas a volver a descubrir.

Te prometo que haré todo lo que hemos hablado

 

De algún modo, siento que lo que le pasaba a Antonio es que había perdido la cultura del esfuerzo, se había desconectado del esfuerzo instalándose en un victimismo atroz que ni siquiera le permitía dormir. En otras palabras, había dejado de lado el ritual que requiere la cultura del esfuerzo.

 

NOTA: El caso concreto que planteamos en este artículo es real y guarda perfectamente la confidencialidad y anonimato de la persona por respeto a la confianza depositada.

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algo que decir

algo que decir

Dedicado al equipo de TEDxAlcarriaSt

por su trabajo desinteresado por el cambio

 

Tengo un mensaje, algo que decir. Ojalá vosotros queráis escuchar este mensaje. Todas las personas tenemos algo que decir, una historia que contar, una idea.

Pero también tú tienes algo que decir. La innovación reside en que tú hables y compartas con el resto ese tesoro.

He aquí la historia de una persona que tuvo algo que decir:

 

EL CONTEXTO

Hace poco tuve la fortuna de ser invitado a compartir parte de mi mensaje en una de los foros de innovación más destacados. Desde 1984 TED inspira al cambio a través de charlas breves en las que personas destacadas en su ámbito de desarrollo comparten ideas que mueven a la acción y la mejora de las personas alrededor del mundo. El cometido fundamental de TED es la divulgación desinteresada de ideas que importan, de mensajes de personas que tienen algo que decir. Una organización mundial sin ánimo de lucro formada por voluntarios y personas decididas y comprometidas con la mejora continua de la Humanidad en cualquiera de sus ámbitos, ha conseguido que más de 450 millones de personas hayan visto ya algunas de las más de 1000 charlas TED o de las más de 10.000 charlas TEDx.

TED

LA ANÉCDOTA

El reto por tanto parecía interesante. Cuando Jose Carlos y Andrés me plantearon dar una charla en menos de 18 minutos compartiendo un mensaje, recordé algunas de las charlas TED con las que he crecido durante años. Recordé a personas de pie hablando en un tono efusivo sobre cosas extraordinarias a través de discursos altamente impactantes y trabajados. Recordé el famoso punto rojo y algunos de los escenarios, la disposición del público y el tono épico de la mayoría de personas. Y luego pensé en quien era yo y con qué imagen me identificaba. Y solo me identifico con la persona que veo cada noche en el espejo.

A partir de aquí en mi cabeza sucedieron una serie de cosas que enumero a continuación:

  • ALGO SENCILLO Y AUTÉNTICO: Pensé que el poder de mi mensaje -mis acciones y mi trabajo diario- no está en el tono épico con el que pudiera transmitirlo, ni en lo extraordinario de lo que pudiera hacer, ni en lo altamente inteligente que yo pudiera ser, ni siquiera en la importancia que pueda tener lo que yo hago. El poder de mi mensaje reside en que es sencillo y auténtico. Habla de lo que soy porque es todo lo que tengo.
  • ALGO PEQUEÑO Y REAL: Pensé que tampoco sería lógico que yo hiciera una charla TED al uso porque no soy una persona al uso. Pensé entonces que lo extraordinario en un entorno TED rodeado de tantos genios y tantas buenas ideas, sería que una persona sencilla fuera a compartir algo sencillo, hablo de un mensaje pequeño, comprensible para todos, sin grandes palabras ni trepidante pero tan real que invite al cambio.
  • ALGO QUE LA GENTE NECESITA ESCUCHAR Y NO QUE YO NECESITO DECIR: Acto seguido pensé que yo probablemente tenía muchas cosas que decir pero que la gente probablemente necesitaba escuchar muy pocas. Entonces comencé a pensar no en lo que yo quería transmitir sino en lo que les importa de verdad a las personas que veo cada día, a mis amigos, clientes, lectores, compañeros, etc… Entonces me acordé de uno de los artículos más visitados del blog: la Guía breve para ser extraordinarioDecidí bromear con esa idea para el título de la charla.
  • ALGO NATURAL: A medida que avanzaban los días y en mis ratos libres, pensaba en qué diría a la gente reunida en la sala y a todos los que seguirían el evento desde casa. Una tarde, paseando, se me ocurrió que nadie en su sano juicio iría tampoco a una charla TED sin preparar absolutamente nada. Me dije acto seguido que sería de locos si yo lo hiciera. Nadie va sin su presentación a un TED, pensé. Pero enseguida pensé que lo más natural y honesto es ser yo mismo, sencilla y naturalmente yo ante los otros. Pensé en un video que apoyara mi mensaje y decidí homenajear a un actor formidable que nos ha dado mucho y que no pudo sobrevivirse en el último momento. Añadí a eso la CARTA DE NAVEGACIÓN de la iniciativa (los principios que conforman nuestro mensaje de cambio) y pensé que con todo aquello ya era suficiente. ¿Por qué trabajar más si ya lo hago a diario? Para el resto -me dije- fluye.
  • ALGO CERCANO Y DIRECTO: ¿Pero de qué demonios estaba hablando? ¿Y por qué no ser como normalmente soy con las personas a las que acompaño y con aquellos con los que trabajo? ¿Por qué enlatar un discurso en un formato si yo no lo necesito para decir lo que tenga que decir? Así que decidí estar sentado, hablar con calma y mirar a los ojos de la gente. Me di cuenta de que no necesitaba vestir ni preparar nada. Creo con total humildad y honestidad que lo que hago a diario con las personas es ya de por sí extraordinario. Hablaría entonces de que ser extraordinario hoy en día es ser práctico e inmediato, natural y humano. Nada hay más innovador. Si lo que hago es intentar escapar de los modelos, procesos y teorías para descubrir y pulir a las personas, ¿por qué no hacerlo en TED?

 

EL MENSAJE

De modo que muy humildemente esto es lo que hice. No me planteo si fue lo que quería hacer o si olvidé alguna palabra o si algún gesto no fue suficientemente significativo. Me veo y veo lo que soy. Y eso me basta:

 

 

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cultivar equipos saludables

cultivar equipos saludables

Tengo mucho que aprender respecto a las relaciones humanas más fundamentales. Encuentro que cada día amanezco con la intención de descubrir algo. Y esto no es menos cierto que el hecho de que llevo ya algunos años cultivando equipos saludables. En palabras llanas, acudo a lugares donde las personas necesitan comprenderse. Más allá de problemas en la propia estrategia de empresa, en la visión de negocio o en la productividad, lo que en el fondo demandan las personas es sencillamente atención. La mayor parte del tiempo, salvo raras excepciones, los equipos solo necesitan aprender a expresarse y conocer algunas claves relacionales que he descubierto solo con la experiencia y con los años.

 

ancianos caminando

 

En general todas las cosas que importan en la vida son difíciles de ganar y fáciles de perder. Hoy comparto en este artículo 3 teorías de formulación propia acerca del poder, la confianza y la comunicación que espero ayuden al lector o lectora a cultivar equipos saludables:

 

MI TEORÍA SOBRE EL PODER

En la mayor parte de los casos las relaciones humanas son asimétricas y se basan en una interpretación de la realidad por cada una de las partes. La interpretación más acostumbrada tiene que ver con lo que el viejo Russell llamaba PODER. Es importante que el lector o lectora se repita esta palabra mentalmente: PODER. En castellano la palabra PODER deriva del latín POTERE y la mayoría de lenguas vernáculas derivadas del latín mantienen esa misma estructura léxica. El diccionario etimológico de la RAE define PODER como la facilidad, tiempo o lugar de hacer algo. Por tanto, alguien que tiene PODER es alguien que PUEDE hacer algo. Muy en contra de esta definición, que es la propia y la correcta, solemos entender que el PODER se manifiesta cuando se ejerce la acción derivada de la capacidad real de ejercerla. Créanme si les digo que el razonamiento que compartiré a continuación, me ayuda cada día a mover montañas:

LA CADENA DE PODER: El poder es muy anterior a la acción ejercida. El poder reside ya en la propia capacidad de ejercerlo. Considero que diariamente recortamos la extraordinaria cadena del poder que está formada por: a) la conquista del poder, b) la capacidad de ejercer poder, c) la acción de ejercer poder. Considero que solemos hacer referencia tan solo a este último paso cuando repetidamente a lo largo de la Historia y en todos los ejemplos de tu vida que imagines, los dos pasos importantes y fundacionales del poder son los primeros

  • LA CONQUISTA DEL PODER: El respeto de los otros -que es el que otorga el poder- se gana a través del mérito propio. Incluso aquellas personas que llegan al poder por méritos de otros, siempre SIEMPRE SIEMPRE deben construir mérito propio. El mérito suele corresponderse no con un acto sino con un hábito o costumbre continuada. Por todo ello, es muy complicado adquirir poder y aquellas personas que tienen poder no necesariamente son las más sabias o las más capaces o las más inteligentes, sino las más pacientes y constantes. Cualquier ejemplo de la historia que el lector o lectora imagine, corrobora esta afirmación.
  • LA CAPACIDAD DE EJERCER PODERSolo tienes el derecho a tener poder cuando otros te otorgan el privilegio de tenerlo. Repita en su mente esta frase anterior hasta que alcance la completa y poderosa comprensión de su significado; creo que le ahorrará muchos problemas. Lo creo porque el poder solo se manifiesta a través del respeto de los otros. El poder, por tanto, se gana pero además lo otorgan otros que juzgan que la persona puede ser poderosa.
  • LA ACCIÓN DE EJERCER PODER: Una vez que se tiene poder, esto es, que la persona lo gana y los otros lo otorgan, es muy sencillo perderlo. Cuanto más poder se conceda o gane una persona, más sencillo será perderlo. Esto ocurre por el hecho de que existe en nuestra mente una imagen nítida y sesgada de la proporción de las cosas que ignora cualquier principio de la probabilidad. En esta imagen, tendemos a recordar que hay decenas de miles de personas que podrían tener poder (todas ellas son inteligentes y capaces) pero olvidamos que solo una fue paciente y constante para ganarlo. Esto quiere decir que nuestro sesgo de confirmación tiende a recordar el inmenso abanico de posibilidades de lo que puede o pudo ser (opciones plausibles) en detrimento de lo que realmente es (reconocimiento y aceptación de la realidad). El gran problema de las personas que siempre viven en lo que puede o pudo ser es que jamás disfrutan de lo que actualmente ya es llegando a minar cualquier posibilidad de mejora o cambio. Siempre recuerdo en mis sesiones que no conozco otro escenario de trabajo ni otro modelo de innovación más exitoso y productivo que la realidad. Todavía nadie me ha enseñado otro escenario útil.

 

MI TEORÍA SOBRE LA CONFIANZA

Quizás uno de los libros que más me cautivó cuando era niño, por su impactante tesis y sus reveladores planteamientos, fue El mito de Sísifo de Albert Camus (Le Mythe de Sisyphe, 1942). El libro comienza con una cita de Píndaro que dice así:

“No te afanes, alma mía, por una vida inmortal, pero agota el ámbito de lo posible”

Tal vez olvidamos a menudo esta enorme reflexión que reformuló siglos después Ardrey y que me sirve a diario para crecer más y más desde lo humilde y lo pequeño:

“Mientras perseguimos lo inalcanzable hacemos imposible lo realizable”

Comenzaba así El mito de Sísifo recordándonos exhortando al lector a pensar en el sentido de nuestra existencia y en la razón última de que estemos vivos. Como todo existencialista y amante del absurdo, Camus exponía a través de la más alta narrativa que Francia ha dado, que la vida tiene solo el sentido que cada uno queramos darle. Del mismo modo las personas tenemos solo la confianza que otros quieren darnos o que cada uno quiera tener en sí mismo. Sísifo, astuto, hizo enfadar a los dioses y fue condenado a empujar indefinidamente un peñasco gigante montaña arriba. Cuando el peñasco estaba ya en la cima volvía a caer hasta lo más profundo del valle desde donde debía recogerlo y volverlo a empujar hasta la cumbre durante el resto de sus días. Así imagino yo que es la generación de confianza, tan difícil de ganar y tan fácil de perder. Y para una breve aproximación a la generación de confianza y a mi teoría sobre la confianza, invito al lector o lectora a leer aquí y aquí.

 

MI TEORÍA SOBRE LA COMUNICACIÓN

Ya he escrito aquí sobre lo que otros entienden por comunicación y hace poco hablé del protagonismo y la importancia que la palabra ha tenido en mi propia vida. Sin embargo nunca he formulado en un formato breve y comprensible para todos qué atajos exitosos suelo emplear a la hora de comunicarme con los demás. Si al lector o lectora no le importa, también haré referencia a aquellos que no me funcionan nunca en absoluto. En ambos casos expondré mi teoría de la comunicación, por lo que hablaré de asunciones básicas y generalidades útiles a partir de mi experiencia.

Creo que hacemos muy poco el ejercicio efectivo de pensar en la necesidad, la voluntad y la integridad del otro cuando hablamos. Sobre estas tres bases, se basa mi teoría de la comunicación. La idea fundamental es que la empatía real es el valor básico de toda comunicación efectiva:

  • LA EXPECTATIVA AJENA: En todo proceso de comunicación efectiva nunca es tan importante lo que yo quiero decir como lo que la otra persona espera que yo diga. Sostengo que el 80% de comunicaciones que realizamos a diario no resultan efectivas porque solo pensamos en lo que nosotros necesitamos decir y no en lo que la otra persona necesita que digamos. Frecuentemente se defiende que la coherencia en la comunicación depende de que mi mensaje (mi palabra) se corresponda con mis actos (mis hechos). Añado a esta verdad que la coherencia en la comunicación es un proceso bidireccional que se construye y necesita de ambos sentidos (emisor y receptor) para ser efectivo. Si queremos que nuestras comunicaciones sean efectivas debemos dejar de recortar lo que denomino la extraordinaria cadena de comunicación: a) necesidad de que yo diga algo, b) necesidad de la otra persona de escucharlo, c) encuentro de ambas necesidades a través del lenguaje. Generalmente nos saltamos el paso B en nuestros procesos de comunicación, y esto repercute en la falta de efectividad de las comunicaciones. Sobre las necesidades diré tan solo que la mayor parte del tiempo tenemos que suponer la necesidad del otro pero que lo más efectivo en los equipos es que cada persona comparta su necesidad. En aquellos procesos de desarrollo de equipo en que esto ha ocurrido, todos hemos sentido y hecho magia. Nadie puede comunicarse de forma efectiva con nadie a no ser que esta otra persona lo necesite.
  • LA VOLUNTAD AJENA: En todo proceso de comunicación efectiva nadie se dará por enterado a no ser que él o ella mismo quiera. Sostengo que no solo es importante el momento en el que la otra persona tenga la necesidad de escuchar algo, sino también el momento en el que tenga la voluntad de hacerlo. Nadie puede comunicarse de forma efectiva con nadie a no ser que esta otra persona quiera.
  • LA INTEGRIDAD AJENA: En todo proceso de comunicación efectiva es tan importante expresar y exponer el territorio propio como respetar y dejar que la otra parte exprese y exponga el territorio ajeno. La finalidad de la comunicación no es que la otra persona comparta mi territorio sino que los dos construyamos uno nuevo a partir de cada uno de los nuestros. A lo largo de mi vida y aún hoy en mi rutina diaria, nada suele ir peor que aquellos momentos en los que intento convencer a alguien de algo sin darle apenas oportunidad de conocerle. En este sentido, creo profundamente que uno no conoce a una persona cuando te la presentan, sino cuando se presenta, esto es, cuando ella misma decide darse a conocer. Y nadie puede disfrutar de este regalo de la vida si no deja tiempo y espacio al resto de personas para sentirse confiadas. Ningún mamífero sale de su madriguera o se atreve a dar el primer paso sin que otros faciliten y aseguren que por fin ya puede hacerlo.
  • LO QUE TIENES Y LA MEDIDA DE LO QUE DICES: Si no tienes, no gastes. Lo que sirve para la economía, sirve para la comunicación. Nadie puede comunicar algo que no tiene. Solo tienes lo que eres, tarde o temprano te darás cuenta de esto. Por otro lado, “de lo malo a lo bueno se va bien, pero de lo bueno a lo malo, ¡ay qué mal se va!. Cuando tengas que comunicar algo, ten en cuenta que la otra persona se genera expectativas, necesidades y voluntades como hemos visto, de modo que procura que lo que dices no le haga tragar tierra. No es necesario que añada nada más a la explicación que Isidro y Moisés hacen de estos principios de convivencia básica:

 

 

Empezamos de nuevo el curso con trucos y atajos sencillos que te ayuden a lograr el cambio y la mejora en los equipos y personas. Contacta con nosotros si necesitas que te acompañemos en el cambio.

Fuerte abrazo.

 

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Manual básico de confianza

Manual básico de confianza

POR QUÉ TRABAJAR LA CONFIANZA

Nadie que confía en sí mismo, envidia la virtud del otro

Marco Tulio Cicerón (siglo I a.C)

mano-tendida

Porque en tiempos de máxima incertidumbre, la confianza representa una suspensión temporal de esa incertidumbre sobre las acciones de las personas. Esto nos ayuda a construir un entorno de desempeño estable desde algo tan sencillo -y tan poco trabajado- como la aportación de seguridad en otros.

Cuando perdemos confianza significa que estamos agotados a nivel emocional o bien no hemos sabido gestionar la relación de necesidad y expectativa de forma saludable y continuada en el tiempo. La generación de confianza, así lo creo, es la base de todo buen proyecto. La confianza, por otro lado, es un resultado. Quiero decir que no estamos inventando nada nuevo, que cuando hablo de generar confianza simplemente estudio patrones presentes en la historia de nuestra especie y en nuestro día a día, y los traslado a entornos de trabajo. Para llegar a la confianza de otros hay que trabajar continua y decididamente aspectos fundacionales en nosotros. Hablo de la comunicación efectiva, de la adopción y cumplimiento de compromisos, del cultivo de un clima de aprendizaje pero sobre todo de la incorporación de la realidad a los equipos. Porque como sabéis, creo que la realidad es el sistema de innovación más exitoso y contrastadamente útil que jamás haya existido

 

MI PROPUESTA PARA GENERAR CONFIANZA

Por todo esto, después de varios meses de trabajo y una apuesta liderada por el equipo de The Learning Lab hoy se lanza al mercado GENERAR CONFIANZA, una experiencia formativa que facilitaré a partir de Septiembre con unos objetivos muy claros:

  • Construir el carácter de confianza y confiabilidad en personas y marcas
  • Dotar a los responsables de herramientas prácticas para la generación de compromiso interno y externo
  • Apoyar la generación de un clima de confianza y respeto en los equipos (proyección interna) y en el mercado (proyección externa)
  • Trabajar sobre la arena la satisfacción de necesidades y expectativas  desde el conocimiento propio y del entorno

Además del extraordinario equipo de facilitadores y agentes de cambio involucrados en el proyecto, The Learning Lab cuenta con la experiencia contrastada de Axioma y Dedemanda como formadores y gestores de crédito formativo respectivamente. Esto convierte esta formación en algo realmente interesante para las organizaciones por la posibilidad de beneficiarse de ella a menudo a precios muy bajos e incluso sin ningún coste.

 

 

En GENERAR CONFIANZA hemos contado desde el principio con la necesidad de adaptación a la realidad de toda persona u organización que quiera embarcarse en la experiencia. Por ello el consumo a efectos prácticos incluye diferentes formatos diseñados a medida, desde píldoras formativas a corto plazo; workshops y talleres de medio recorrido o procesos de consultoría a largo plazo. La idea es adaptarnos a la necesidad y no hacer que la necesidad se adapte a nosotros. Todo esto implica que cada experiencia será única y me ayuda como facilitador a estructurar su aplicación de una forma práctica, real y resiliente.

Por otro lado, desde The Learning Lab al enfrentarse a la tarea de diseñar un catálogo de capacitación diferente, se encontraron con una gran cantidad de oferta en el mercado que hablaba una y otra vez de lo mismo: modelos, herramientas y en resumen, discursos. Existe, en otras palabras, una gran cantidad de personas que se adscriben a trincheras y se dedican a vender su guerra. Y hay muy pocas o escasas personas que se atrevan a escuchar y diseñar soluciones realmente útiles para mejorar la realidad del cliente, que suele ser única y concreta. Esto ocurre porque habla desde SU REALIDAD (molde) y no desde LA REALIDAD del cliente (masa).

En mi caso, diría que yo aporto cómo, ellos definen qué. Por todo esto y aprovechando este lanzamiento, hoy quiero hablar de la enorme utilidad que tiene generar confianza en las personas.

 

CONFIANZA y CONFIABILIDAD

More to know, could not be more to trust
William Shakespare (s. XVI d.C)

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Si navegas por internet, te será fácil encontrar esta famosa y creo que acertada reflexión que Laurence Cornu, profesora del Institut Universitaire de formation des maîtres, compartía hace más de 20 años:

La confianza es una hipótesis sobre la conducta futura del otro. Es una actitud que concierne el futuro, en la medida en que este futuro depende de la acción de un otro. Es una especie de apuesta que consiste en no inquietarse del no-control del otro y del tiempo.”

La cita ha sido ampliamente difundida en diversos blogs de negocios como parte de un supuesto libro de Cornu acerca de la confianza. Esta falsedad se debe a dos motivos: una jugosa entrada denominada Confianza en wikipedia, y un uso indebido de google por parte de cientos de blogueros. La reflexión sin embargo pertenece a una breve explicación escrita de la autora  sobre una fantástica experiencia con colegios que ella misma facilitó. La primera afirmación es de Georg Simmel, por ende un eminente filósofo y sociólogo alemán que cría malvas en un cementerio de Estrasburgo desde hace lo menos cien años. El resto de la afirmación es ya de Cornu y su explicación detallada y aplicada al ámbito pedagógico puedes encontrarla en este breve capítulo titulado La confianza en las relaciones pedagógicas de sobra conocido y estudiado por la comunidad pedagógica internacional.

Sobre la reflexión diré varias cosas: arroja muchos elementos de trabajo para cualquiera que la lea detenidamente, si se interioriza aporta mucho al crecimiento personal o profesional de alguien, y además retrata perfectamente en qué consiste esa magia inexplicable y poderosa que ha movido imperios y que es la confianza.  No añadiré más sobre ella. Es una buena definición de confianza.

Por otro lado, algunos inquietos anglosajones defienden desde hace mucho que existe algo que ellos denominan Trustability, que traducido al castellano vendría a ser confiabilidad. Aquellos que sois cercanos al marketing o a la ingeniería de producto sabréis que la confiabilidad ha sido tradicionalmente entendida en el sector industrial como la capacidad que tiene un producto para generar sensación de seguridad en un cliente. Pues bien, algo así ocurre con la confiabilidad de las personas. Existe un índice de confianza que hace que otra persona o personas confíen en tí. Y quiero hablar de él porque también creo que existe.

 

ÍNDICE DE CONFIANZA

La confianza en la bondad ajena es el mayor testimonio de la bondad propia

Michel de Montaigne (s.XVI d.C)

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Haré un breve repaso por la bibliografía más destacada acerca de la confianza para luego acabar llevándoos al huerto:

En 2004 Francisco Herreros Vazquez, del Instituto Juan March de Estudios e Investigaciones, realizó una propuesta de generación de confianza social a través de un juego de señales basándose en estudios previos y lecturas de algunos autores destacados. Su propuesta esta aquí. Desde aquí mi agradecimiento y reconocimiento a su labor.

Trabajo clave para mí es el de Sixto Jiménez Muniaín: Cuestión de confianza: más allá de la inteligencia emocional (ESIC, 2006) en el que el autor repasa los siguientes aspectos clave en la generación de confianza: los sesgos cognitivos relacionados (correlación ilusoria, efecto contraste, falso recuerdo, falso consenso,…), el liderazgo confiable, el efecto espectador y el efecto rebaño, la afinidad, la obediencia, el control y la adaptación cerebral y emocional ante los cambios. Es sin duda la lectura que recomendaré a mis alumnos para afianzar algunos de los conocimientos prácticos adquiridos durante la experiencia de aprendizaje.

En 2008 Diego Gambetta tuvo la genial idea de reunir a varias cabezas pensantes, esforzados cerebros reflexivos de California y Cambridge, en esto de la confianza. Tituló a su proyecto Trust: making and breaking cooperative relations y se tradujo en un libro que tienes disponible íntegramente en el enlace. Algunas reflexiones son poderosas respecto a qué nos ayuda a cooperar entre nosotros.

Existe además el famoso libro Confianza inteligente (PAIDÓS,2013) de Stephen M.R. Covey, Greg Link y Rebecca R. Merrill. Practico, reconozco y admiro este trabajo sobre los factores universales de generación de confianza. Desconozco por qué el libro solo es atribuido a Covey pero entiendo que es uno de los malos menores del marketing editorial. En esta obra se enuncia, entre otras muchas cosas, el principio de las gafas de la confianza ciega a partir de estudios de Eric Uslaner, de la University of Maryland. Básicamente algunos científicos apuntan a que no nacemos confiando pero que desde bien pequeños existe una predisposición innata a confiar. A este fenómeno lo denominan gafas de la confianza ciega y nos genera no pocos golpes a lo largo de nuestro crecimiento. Ya de adultos, a pesar de haber llevado estas gafas, tendemos a seguir confiando en los demás. Esta es la hipótesis sostenida en una parte del libro.

Mi hipótesis para la generación de confianza es, en cierto sentido, que ocurre normalmente lo contrario a lo sostenido por Cove, Link y Merrill. Probablemente porque he nacido en España y para rematar la jugada, todavía vivo aquí. Creo que la confianza tiene un fuerte componente cultural que influye sobre ella pese a que . En nuestra cultura tendemos a desconfiar de los demás hasta que nos demuestran que queremos confiar en ellos. Cuando esto ocurre, les damos nuestra confianza hasta que nos demuestran de forma repetida que podemos volver a desconfiar de ellos. Y para honrarles, y porque somos generosos, lo hacemos. Este proceso que denomino CONFIANZA SANDWICH ocurre de acuerdo a mi experiencia en un 90% de las ocasiones que tenemos de confiar en otros. En el restante 10% de ocasiones encontramos momentos y personas que manifiestan una ética y una honestidad confiables de forma continuada.

Yo trabajo en la generación de este último tipo de confianza, ya que se aleja de la Confianza Sandwich (que es solo una etapa de un proceso) y por el contrario se erige por sí misma como proceso vertebrador de relaciones humanas. La verdadera generación de confianza requiere esfuerzo, dedicación y compromiso. Es una apuesta por el largo plazo de nuestra salud relacional y emocional.

Este tipo de confianza tiene que ver con lo que denomino ÍNDICE DE CONFIANZA que juega sobre estas asunciones básicas:

  • Se genera confianza sobre alguien que hace algo. La confianza no es universal. Nadie confía en todo lo que hace alguien y no todo se confía a alguien. Por muy buen político que fuera, Churchill no sería capaz de demostrarme que hacía mejores tortillas que mi abuela. Mi abuela, por otro lado, habría sido nefasta como líder en la segunda guerra mundial. Entre otras cosas, habría cocinado por pena para el enemigo. Todo esto quiere decir que no podemos generar nunca confianza en todo, sino que debemos elegir aquello en lo que queremos generar confianza. Un médico cirujano cardiovascular jamás será llamado a operar a un paciente aquejado de un cáncer prostático. Si queremos que confíen en nosotros, tenemos que elegir qué tipo de personas queremos que confíen en qué tipo de cosas que nosotros realizamos.
  • La generación de confianza es una capacidad complementaria. La generación de confianza no es unívoca ni excluyente, sino relacional. Esto implica que una misma persona puede generar confianza en su pareja, en sus dotes de contabilidad financiera y en la lectura astronómica de las estrellas si trabaja adecuadamente en todas estas facetas. No obstante, a priori, la mentalidad sesgada y especialista de cada una de las personas con las que interactúa de forma aislada, hará que estas no confíen en que sea capaz de hacer muchas otras cosas. Para María, mujer de Carlos, es muy extraño imaginar que ese extraño ser que ve la televisión cada día en su salón en calzoncillos y cada noche se acuesta con ella, pueda además ser un tremendo as con las finanzas y las estrellas. Para el jefe de Carlos, es imposible imaginar que ese pequeño pajarruco que se esconde tras la mesa contigua a su despacho y le saca las cuentas cada mes, pueda además ser un buen marido y padre de sus hijos fuera de los flexos intermitentes de la oficina. Y por último, para los aficionados astrónomos que ven cómo Carlos publica cada día artículos más apasionantes y concienzudos sobre la Vía Láctea por mera afición, es complicado imaginar que tiene vida personal más allá de eso y que además es buen contable. Sin embargo todo eso ocurre al mismo tiempo. Cualquier día os presento a Carlos 🙂
  • Ser confiable ayuda a sociabilizar con eficacia. La generación de confianza es una habilidad social por tres motivos. El primero de ellos fisiológico: activa la corteza pre-frontal izquierda del cerebro que nos ayuda a coordinar acciones y metas, algo que a su vez genera satisfacción, y de forma continuada, realización personal. El segundo de ellos es cognitivo: al hacer que otros confíen en nosotros y al confiar de forma sistemática e inteligente en ellos, accedemos a nuevas construcciones de conocimiento de los otros porque ellos se atreven a compartirlas con nosotros. Resolvemos problemas de forma más rápida y eficaz. El tercer motivo es conductual: tener confianza en uno mismo y en otros, genera un cambio inmediato en nuestra comunicación no verbal, provocando a su vez un comportamiento circular que se retroalimenta en la confianza de los otros. Torodov, Baron y Oosterhof, psicólogos de la Universidad de Princeton, han tirado la casa por la ventana y a raíz de un estudio realizado, han creado un mapa de caras confiadas que identificar mientras estás hablando:

 

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  • La generación de confianza en otros es posterior a la generación de confianza en tí mismo. Por mucho que luches por ser confiable para otros, si tú mismo no te aprecias y confías en lo que eres, será complicado que otros se atrevan en algún momento a hacerlo. La autoconfianza se trabaja y se adquiere, no hay personas superdotadas en ello sino correctamente entrenadas en ello. Por otro lado, la confianza que generas en los demás depende en muy alto grado de la credibilidad que tengas para ellos. Ser creíble, es decir existir como algo para otro y no como alguien para otro, es también un trabajo basado en hechos y acción continuada.
  • La confianza no es un valor absoluto sino un grado. La confianza auténtica es una franja saludable entre la generación de desconfianza y la generación de exceso de confianza. Podemos necesitar que alguien confíe mucho en nosotros para algo o podemos necesitar que alguien confíe lo suficiente. Generalmente lo que necesitamos es tan solo esto último. Un consejo: desconfía de aquellas personas que desconfían muchísimo de algo o confían muchísimo en ello siempre por defecto. La confianza es una gradación, existen gamas de confianzas y hay que trabajar para que en aquello que nos interese, las personas se encuentren en la gama favorable. Porque ten en cuenta que ante la pregunta crucial que a menudo se realizará en la mente de los otros, solamente caben dos respuestas. Esa pregunta es ¿Confías en David para esto? Y ante ella solo caben dos respuestas: SÍ o NO. Quiero que en cada momento en que el lector se encuentre ante alguien en quien tiene que confiar o que tiene que confiar en él, se imagine a sí mismo colgando o a la otra persona colgada de un precipicio ofreciendo su mano para salvarse. No hay duda respecto a que solo existen dos opciones ante la pregunta. Ninguna duda.
  • La confianza no pertenece a las personas, ocurre entre ellas. Nadie tiene la propiedad sobre la confianza de nadie, más bien tiene la responsabilidad de la confianza EN o CON alguien. No tiene causalidad lineal, sino que es un comportamiento circular que tienden a reforzarse o romperse de acuerdo a las acciones del comportamiento humano. No se alcanza la confianza sino que se trabaja para mantenerla. La confianza, por otro lado, como bien señala Ana Arendt reduce asimetrías relacionales. Es decir, que rompe los prejuicios de superior-inferior o dominante-dominado en cualquier comportamiento humano. Es por tanto una herramienta de generación de salud muy poderosa.
  • La generación de confianza está relacionada con que seamos previsibles y controlables. Y esto además de tener que ver con la reflexión de Cornu que aparece en este artículo, tiene que ver con Seligman y con la psicología positiva. Necesitamos confiar en otros porque necesitamos controlar nuestra realidad y tener esa ilusión de certeza sobre nuestro entorno. Aunque sea una certeza en la completa incertidumbre, pero en fin, una certeza.

 

QUIERO PROFUNDIZAR Y TRABAJAR ESTO

Te recomiendo dos cosas:

  • Si quieres tomarte esto en serio y trabajarlo para mejorar tu realidad, la vida de otros y tu posicionamiento, consulta al equipo de The Learning Lab sobre GENERAR CONFIANZA una experiencia de aprendizaje única y diferente que seguro que te gustará y en la que invertimos esfuerzo e ilusión.
  • Si quieres salir del paso, consulta mi anterior artículo Generar confianza y luego deja de leer y empieza de una vez a generarla.

 

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Manual de facilitación básica

Manual de facilitación básica

” La gente de aquí es graciosa. Trabajan tan duro para ganarse la vida que se olvidan de vivir. Anoche después de dejarte fui dando un paseo y mientras miraba los rascacielos me vino a la memoria lo que dijo Thoureau: “Han construido muchos y grandes palacios pero olvidaron crear caballeros para que los habitaran”.

Mr. Deeds Goes to Town (Capra, 1936)

 

Me repito algo frecuentemente por si acaso se me olvida:

  • Mi trabajo es conocer a las personas que quieren cambiar algo,
  • Aportarles herramientas y modelos de trabajo para el cambio,
  • Y dejarles caminar sin que apenas se note que yo estoy allí.

Aunque en este mismo blog ya hemos compartido muchas herramientas de facilitación (y formulado la práctica de la Facilitación Total, en los tres puntos anteriores se resume mi labor diaria. Haré breves aportaciones en este artículo sobre cada uno de estos tres cometidos. Antes quiero establecer un buen principio.

 

foto_img_1Yo se que hay muchas personas que tienen mucho interés por conocer muchos modelos y herramientas. También se que es necesario conocerlos y experimentar continuamente con ellos. No dejo de hacerlo cada día y además es algo que me encanta. También se que hay muy pocas personas tengan interés real por conocer a las personas con las que trabajan. Sin embargo desde la iniciativa intentamos siempre explicar que el punto diferencial de los tres pasos anteriores no está nunca en las herramientas o modelos. El diferencial hoy está en la voluntad real y auténtica de conocer a las personas y en el pleno compromiso de dejarles caminar. Eso es -así lo creo- la verdadera innovación. Este artículo pretende ser una llamada a todos los agentes de cambio que se encuentran ahora mismo preocupados por encontrar su sitio.

 

LA PRÁCTICA DEL ACOMPAÑAMIENTO

Yo vengo de la tierra. He bregado durante años en equipos incompetentes con líderes nefastos, condiciones de trabajo pobres y un trato y exigencia deshumanizados. Se cuál es la realidad de la mayoría de personas en el mundo laboral. Conozco algunos de los dolorosos quiebres del sistema. Aunque ahora me veo obligado a sufrir otros, muchos de aquellos ya los he sufrido, elegí hacerlo durante 10 años de mi vida y juro ante el altar de cualquier dios que jamás me olvidaré de lo que fui ni de las personas que dejé atrás. Este es mi modelo de trabajo: El compromiso por cambiar la realidad de las personas en sus entornos de trabajo. La firme convicción de darles voz y voto y un espacio digno donde puedan ejercer su derecho a la palabra. Ello implica una serie de asunciones básicas que considero que son parte de nuestra esencial naturaleza:

  • SER UN ANIMAL ADAPTATIVO: No olvidar a las personas que vivirán el cambio. Hacer solamente el cambio a partir de esas personas.
  • SER UN ANIMAL TERRESTRE: No olvidar el sabor amargo y seco del polvo que se traga a diario. Hacer el cambio no sobre la teoría (la nube) sino sobre la práctica (la tierra).
  • SER UN ANIMAL INTELIGENTE: No olvidar la ley de Putt. Asumir que en toda organización técnica dominan dos tipos de perfiles, los que entienden lo que no dirigen y los que dirigen lo que no entienden. Apoyar a los que deben dirigir el cambio (base ejecutiva) pero trabajar para mejorar la realidad de los que entienden (base productiva).
  • SER UN ANIMAL MAMÍFERO: No olvidar que las personas necesitan mucho hablar (por contraposición a “hablar mucho“). Incubar el cambio interno, encontrar simplemente una semilla y dejar que otros la alimenten a diario desde su propia realidad. No imponer ninguna otra que la propia.

 

CONOCER A LAS PERSONAS | HUMILDAD Y RECONOCIMIENTO

foto-img-3Cuando pienso en acompañamiento, me viene a la cabeza que en el marco de mi actividad profesional no soy yo el que quiere cambiar sino los otros. Y que por ello ellos deben diseñar y decidir cuál es su camino. Por tanto el hecho de que yo me conozca mucho me resulta muy útil para saber cómo facilitar que eso ocurra, pero no aporta absolutamente nada para que ellos decidan su camino. Cuando entro en una organización, procuro hacerlo con respeto hacia lo que ya ha conseguido. Lo primero que hago si veo que el trabajo en la organización mantiene a varias familias, a veces a cientos de ellas, es expresar mi absoluto desconcierto y admiración ante un milagro semejante. Pese a que el ser humano lleva millones de año creando estructuras de relación complejas, confieso que me sigue sorprendiendo gratamente nuestra capacidad de levantar y mantener en el tiempo esas relaciones o estructuras. Siendo sincero, yo mismo no sabría cómo lograr que esto ocurriera en el 80% de empresas con las que he trabajado.

Por eso, antes que intentar impresionarles, tiendo a mostrarme sinceramente impresionado. Esta humildad asumida se traduce en un inmediato reconocimiento de la realidad de esa empresa, del trabajo que durante años han realizado aquellas personas que hoy quieren un cambio. Esto habilita per se la inmediata apertura de puentes de contacto entre facilitador y facilitados. El resumen en pocas palabras es que, si queremos que alguien adopte un cambio, debe ser propietario de su presente y de aquello que ha logrado. El facilitador acude a una realidad concreta en primera instancia para conocerla. Porque la única forma de lograr un cambio auténtico en cualquier entorno es partir de la propia realidad de otros. Como facilitadores somos extranjeros de ese cambio, estamos de visita y si queremos que sea efectiva, como cualquier turista, tenemos la obligación de sentirnos fascinados.

 

CONOCER A LAS PERSONAS | FLOTABILIDAD Y RESISTENCIA

foto-img-6La flotabilidad es la capacidad de un cuerpo para sostenerse dentro de un fluido. Lo más ligero tiende siempre a emerger y a posicionarse sobre la superficie. Lo más profundo tiende siempre a estar abajo. Por otro lado, la causa de la flotabilidad no es el agua desplazada, ni la propia densidad del cuerpo. La flotabilidad no es una capacidad simple sino relacional, es un balance de fuerzas entre la gravedad del cuerpo sumergido y el peso que ejercen los fluidos que lo rodean. Esto que ocurre en la naturaleza y es parte de la física, nos ocurre también a las personas. Tiendo siempre a recordar esto cuando intento conocerlas. Explicaré por qué.

Todo lo que tenga que ver con cambios trascendentes (de tipo 2) solo puede estar asociado a conocer tanto lo más profundo de la organización (lo que no emerge) como aquello que se ve (lo que flota). Porque solo a partir de eso podemos habilitarnos a comprender todo el entorno (lo que hace flotar o no las cosas). Todos los trabajos de consultoría tradicional y la mayoría de proyectos de cambio que conozco en el mercado actual de la innovación, se limitan a trabajar con aquello que flota y a ignorar o negar la existencia de aquello que no flota. Digamos que el felpudo guarda debajo una gran cantidad de polvo que nadie se atreve a levantar. Mi experiencia me dice que el verdadero cambio consiste en proveerse de buenas bombonas de oxígeno y sumergirse más allá de la superficie de las cosas. Todo facilitador debe comprender que cuanto mayor es la organización, mejor y más equipado tiene que ser como submarinista de esa realidad. Debe serlo porque el planeta Tierra cumple una premisa: Cuando más asciende el ser humano hacia la cumbre y cuanto más desciende hacia el abismo de las profundidades, mayor es la resistencia que experimenta. Esto que de nuevo ocurre en nuestra naturaleza, nos ocurre también como personas. La verdadera innovación reside en explorar los fondos abisales de cualquier entorno de trabajo. Allí es donde ocurre la vida que luego, en condiciones idóneas, más tarde flota.

 

HERRAMIENTAS Y MODELOS | NADA NI NADIE ES PERFECTO

foto-img-2Durante los últimos años he realizado inmersiones de aprendizaje para conocer “nuevos” modelos y herramientas de cambio. Como sabéis, soy terriblemente escéptico con todo lo que no me hable de vida. La vida es fruto de las relaciones, conexiones y evoluciones de los elementos que la integran. Aunque su misterio es complejo y todavía no lo conocemos por completo, su funcionamiento diario es realmente sencillo. Cuando nos acercamos al conocimiento de nuevas formas de hacer y de pensar la vida (e incluyo aquí nuestro trabajo), creo que deberíamos hacerlo como seres vivos y como tales, ser fieles a nuestra naturaleza. Aquellas lecturas de la realidad con planteamientos lineales y completamente planos, deberían hacernos desconfiar un poco. Entre ellas destaco con espíritu muy crítico y constructivo innumerables normativas de calidad, modelos de mejora continua tradicionales y sobre todo -y esto especialmente me duele- departamentos de innovación que reniegan de la innovación interna. Porque nada en la vida, según los científicos, parece ser lineal; porque todo depende de sucesivos ciclos. Estos ciclos no necesariamente son perfectos y a menudo se autorregulan por completo. Pero el hecho claro es que funcionan.

El árbol que está en el jardín que contemplas desde tu terraza forma parte de un ciclo y determinan su vida algunos elementos, entre los cuales destaco: un riego y humedad adecuados a su especie, la inexistencia de especies de insectos invasivas, la exposición al sol continuada, un trato humano respetable, que no le parta un rayo o quiebre su ramas el peso de una gran nevada, que ningún coche se estrelle contra él, y el hecho no menos probable de que su crecimiento no invada la visión de la ventana del vecino. Es cierto que podíamos haber planificado desde un principio la vida útil de ese árbol pero no es menos cierto que algunas de las anteriores condiciones son imprevisibles. Por ello ni la realidad es perfecta ni en consecuencia la planificación de cambio de esa realidad debe serlo. Lo que debemos ser es conscientes de todas estas cosas y saber adaptarnos (analizar, sopesar y decidir) a cualquier posible condicionante del proceso. Por todo esto uno de los términos que siempre me ha entusiasmado es el de “ecosistemas de trabajo”, entornos cambiantes y adaptativos que no reniegan de lo que son y crecen a partir de sí mismos y con otros.

 

HERRAMIENTAS Y MODELOS | EXTERIORISMO ÉTICO, OMBLIGUISMO e INTERIORISMO ÉTICO

foto-img-4Uno de los más acuciantes retos al que se enfrenta el facilitador tiene que ver con la extraordinaria capacidad que tienen las personas para fascinarse por aquello que no tienen y para despreciar aquello que ya tienen. Este continuo movimiento fluctuante entre la euforia hacia lo que nos otros nos venden que son y la depresión por lo que somos, causa serios estragos en la realidad de muchas organizaciones que conozco. Es una suerte de exteriorismo ético donde valoramos lo que otros han hecho y no lo que nosotros hemos hecho. Este exteriorismo ético se relaciona con la fase CAMELLO del modelo de relaciones humanas donde tendemos a adaptarnos a lo que otros nos dicen que tenemos que cargar o hacer.

Por contra existe una fase intermedia que denomino ombliguismo ético en el proceso de madurez de relaciones donde las organizaciones se ensimisman consigo mismas. En otras palabras, se encantan. Y esta fase -que es realmente horrible y dolorosa- es una fase narcisista (hace poco hablamos en este blog sobre ello) en la que nos queremos tanto que no admitimos querer a nadie ni nada más. Nuestro modelo y herramientas nos molan muchísimo y si tenemos que incorporar otros modelos y herramientas es solo para perpetuar lo que ya somos, porque es realmente perfecto. Es una fase en la que el EGO está por las nubes y corresponde a lo que yo llamo organizaciones suicidas que automutilan a diario su talento pese a querer barnizar sus prácticas con vanas palabras e intenciones huecas. Se relaciona con la fase LEÓN del modelo de relaciones humanas donde reafirmamos lo que somos contra otros. El problema de estas organizaciones es que nadie que trabaje dentro realmente se las cree. Y esto es el comienzo de una muerte lenta. La mayor parte de grandes consultoras son ombliguistas éticas muy orgullosas de serlo. De hecho no te venden que tú mejores sino que ellas mismas son realmente lo mejor.

Como evolución al exteriorismo ético y al ombliguismo, muy pocas organizaciones consiguen llegar a la fase de plena madurez que denomino interiorismo ético. Esta fase consiste en querernos con nuestros defectos y virtudes, valorando no solo a las personas que vienen de fuera sino a los que ya estamos dentro. Son organizaciones permeables en las que fluye el conocimiento y la capacidad de formular nuevas propuestas y asimilar y adaptar otras. Es una fase que se relaciona con la de NIÑO del modelo de relaciones humanas, donde nos interrelaciones abiertamente y experimentamos para aprender. Si una organización logra permanecer varios años practicando el interiorismo ético, suele convertirse en creadora de su propio éxito. Y -practicando el ciclo de la vida- otras organizaciones exterioristas éticas tienden a adoptar su filosofía.

 

DEJARLES CAMINAR | PRESCINDIR DE TI PARA APOSTAR POR ELLOS

foto-img-5El trabajo de un facilitador consiste por último en dejarse ir de otros. En este blog ya hemos hablado de la práctica que también comparte nuestro amigo el genial Vicente Climent Alberola (cuya lectura os recomendamos). Se trata del Wu-Wei o la no-acción que hemos aprendido de la filosofía taoísta y que consiste en el gobierno de las cosas a través de la no intervención. Decimos que el verdadero cambio implica esfuerzo y decía Schein que es doloroso y lento, pero esto además se complemente con el hecho de que cuando ese cambio está interiorizado ya no es necesario como facilitadores, actuar. Porque viene, llega, se queda y se va por su naturaleza, crece solo y es autónomo y debemos respetar sus ritmos.

Este mismo fin de semana en el marco del II Foro Chico de la Adobera para innovación rural uno de los trabajos de los tres facilitadores (Juanma Gómez, Eduardo Cabrera y yo mismo) era precisamente intentar no estar en la medida de todo lo posible. Porque estábamos facilitando en el marco de una metodología de trabajo basada en estos mismos principios. De igual modo, en las organizaciones tendemos como facilitadores a intervenir en los proceso de cambio practicando la ingerencia externa y aunque en momentos iniciales puede que sea necesario, nosotros también tenemos que fomentar el hecho de terminar siendo prescindibles.

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