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La práctica de lo complejo frente a la tormenta perfecta

La práctica de lo complejo frente a la tormenta perfecta


 

“Hemos privatizado los beneficios y compartimos el apocalipsis”

Lorenzo Marsili, Tu patria es el mundo entero (2021). p.194


 

Este será un extenso artículo en el que trato de bosquejar las razones fundamentales por las que sentimos alergia a lo complejo mientras nos devora la tormenta perfecta que se fragua en nuestro tiempo en varias magnitudes y órdenes. Avisar de que se avecina una tormenta perfecta me recuerda a la historia de Pedro y el lobo. Unas pocas personas -tampoco muchas- llevan casi 6 décadas advirtiendo de ello. Y ahora que todo el mundo se suma al carro ante las incontestables evidencias de que la estamos cagando, y acepta que las predicciones que realizaron estas pocas personas se han cumplido e incluso se han superado, es bueno recordar el Informe de los Límites del Crecimiento (1972) y la continua turra que nos dieron muchos filósofos y sociológos alertándonos de que fabricábamos una tormenta perfecta (La Escuela de Francfort a la cabeza).

Sabemos por tanto desde hace mucho que nuestro modelo de relaciones (trabajo, sociedad, economía, afectos) es insostenible a nivel energético, climático y psicológico. Y aún así nos negamos a creerlo y practicamos continuas huidas empresariales y personales hacia adelante. Los argumentos que conocemos no son teorías engañosas porque aportan pruebas reales/científicas de lo que estamos cargándonos desde hace tiempo, pero aún así la combinación de una desposesión global de riqueza sin precedentes y una machacona insistencia en reducir la educación a una empobrecedora mirada al inmediato plazo y al interés propio productivista, han logrado que casi nadie comprenda el peligro de la tormenta en la que nos estamos metiendo. Parecemos ir encaminados a toda velocidad contra las rocas mientras en el timón se discute quien limpia la cubierta. Las pruebas, insisto, son ya incontestables y se sostienen sobre estudios científicos detallas con muestreos sociológicos, económicos y climáticos recogidos durante décadas.

Necesitamos un faro que nos guíe entre tanta desazón y desidia, tanto acontecimiento inesperado y tanta agitación masiva. Y lo necesitamos ya. Ante tan enorme complejidad global ese faro solo puede construirlo la voluntad y la demanda colectiva de un cambio significativo por pura necesidad o urgencia. Tengo claro que por convicción o inteligencia ese faro jamás se construirá. La mayoría de todo cuanto hoy somos rema en dirección contraria: la sociedad global de mercado vence por goleada a la democracia deliberativa, el individualismo posesivo al colectivismo solidario, la participación ignorante a la especialización ilustrada, el inmediato plazo al largo, la educación finalista y productivista a la instrucción de matices y perspectivas, y la certeza militante vence a la duda razonable. El cambio en esta realidad tan manipulable, sumisa y acrítica, no vendrá de lo intencional sino de lo que vaya siendo en cada momento necesario. Me gustaría creer otra cosa, pero los hechos hablan por sí mismos.

Este artículo de nuevo es otro avance de la investigación en la que ando inmerso desde hace años. Si en Por qué parece que el mundo se va a la mierda compartí mi certeza de que estamos a las puertas de la mayor crisis del capitalismo desde su invención secular, aquí expondré los principales titulares que me hacen pronosticar que no solo no estamos evitando algunos cambios disruptivos severos, sino que los aceleramos a diario. Entre ellos, destaco lo que ya han destacado instituciones tan variadas ideológica y moralmente como el Banco de Inglaterra, Accenture, la Organización de las Naciones Unidas, los países productores de petróleo, la Organización Mundial del Comercio, el WorldWatch Institute o Intermón Oxfam. El hecho de que ya prácticamente todos los expertos -economistas neoliberales, verdes o marxistas, bancos y ONGs, sociólogos y científicos ambientales de todo tipo- se sumen a la idea de que puede que se esté gestando uno de los cambios más salvajes de la historia de la humanidad, debería hacernos reflexionar sobre lo que hoy escribo.

Es evidente que todas mis tesis defienden que nos hallamos en un tiempo histórico de clara decadencia en los órdenes ecosistémico, energético-económico y social-humano. Mi posición es claramente contraria al tecnooptimismo y a la fe absoluta en la autorregulación del mercado y la satisfacción del interés común por medio del encuentro de las necesidades individuales en continua competencia. Creo que todo ello es lo que nos ha traído a esto. Soy por contra partidario del pensamiento crítico, la reinvención de nuestro modelo de relaciones, la apuesta por una cultura del cuidado y el más profundo y honesto cuestionamiento ético de nuestro comportamiento individual y colectivo.

Este artículo contará con los siguientes apartados:

  • La vida como centro y referencia
  • El estigma biológico
  • El estigma cultural
  • El estigma relacional
  • La práctica de lo complejo
  • BONUS TRACK: El sentido común

Comenzamos.
 

LA VIDA COMO CENTRO y REFERENCIA

Pocos libros de vida me resultan tan inspiradores como Desert Solitaire: A Season in the Wilderness escrito por el maestro Edward Abbey en 1968. A la sencillez de su mensaje, carente de complejidad innecesaria pero repleto de colores y matices, se une la más sensata de las profundas convicciones. Sus descripciones de la naturaleza sobrecogen: grandes cañones, paisajes desnudos, esplendorosos desiertos,… El relato de su retiro en plena comunión con lo salvaje y palpitante de la vida, se integra dentro del nacimiento de la contracultura, aquella fiebre mística que para nuestra desgracia acabó siendo -como todo lo sensato- una fiebre pasajera. Abbey actualizó el trascendentalismo norteamericano de Thoreau y revitalizó la pretérita llamada a lo salvaje que entonara Jack London. De todas sus palabras son siempre recordadas las siguientes. Reconozco que yo a veces me descubro recitándolas antes de emprender alguno de mis viajes:

Un hombre puede ser un amante y defensor de la naturaleza sin dejar nunca en su vida los límites del asfalto, las líneas eléctricas y las superficies en ángulo recto. Necesitamos la naturaleza, pongamos o no un pie en ella. Necesitamos un refugio aunque nunca necesitemos poner un pie en él. Necesitamos la posibilidad de escapar con tanta seguridad como necesitamos la esperanza; sin ella, la vida de las ciudades empujaría a todos los hombres al crimen, a las drogas o al psicoanálisis.”

Si nosotros nos alejamos cada vez más de lo natural, por su parte hoy en día la Naturaleza ya con toda claridad nos rechaza. Lo natural nos expulsa desde hace tiempo, intenta a toda costa liberarse de la más mortal de sus plagas, la nuestra. Mientras seguimos dando conferencias o haciéndonos pajas mentales con el siguiente cachibache electrónico, se aproxima la mayor de todas las tormentas perfectas. Y nosotros a lo nuestro. Pero ninguna especie animal puede sobrevivir a su ecosistema a base de mantenerse casi 200 años sobreactuando, poniendo al absoluto límite todas sus capacidades.

¿Cómo hemos llegado a este sinsentido absurdo y ridículo? De acuerdo a mi investigación hay 3 grandes estigmas estructurales que han favorecido la negación de la evidencia y nos sitúan hoy ante la tormenta perfecta:

  • EL ESTIGMA EVOLUTIVO: La manera en la que hemos evolucionado como especie (biología evolutiva) Por eso estoy tan al día de la paleoantropología y los escasísimos e insuficientes hallazgos y certezas de la neurociencia.
  • EL ESTIGMA CULTURAL: La manera en la que nos relacionamos con el mundo (cultura, técnica y generación de energía) Por eso investigo sobre la evolución antropológica y social del ser humano a lo largo de la historia y estoy en contacto diario con su comportamiento en esas organizaciones políticas y colectivas llamadas empresas.
  • EL ESTIGMA RELACIONAL: La manera en la que nos relacionamos entre nosotros (sociedad, economía y política). En la especie humana, la combinación de las 3 cosas ha comenzado a ser de forma acelerada desde hace 4 décadas una lacra para el mantenimiento de la vida en el planeta.

Cada estigma es más o menos evitable en algún sentido pero ninguno de ellos es evitable por completo. Son parte de la mochila humana y de la experiencia de vida de nuestra especie. Te invito a repasarlos conmigo:

 

EL ESTIGMA EVOLUTIVO (biología)

Empecemos por el estigma más sencillo de explicar. Somos una extravagancia evolutiva. Nos hemos desarrollado por encima de las necesidades de nuestro ecosistema hasta tratar de sojuzgarlo por completo y someterlo a nosotros. Eso ha ocurrido porque somos los grandes masturbadores mentales del reino animal. Todo cuanto tocamos lo convertimos en ciencia ficción. Nos gusta más fiarnos de lo que está en nuestra cabeza que de lo que es real o sencillamente cierto. Decía el maestro Ernesto Sábato que “el creador es un tipo a quien la realidad le viene mal“. Y eso somos nosotros, en su mayoría creadores de pajas mentales continuas. Podemos aceptarlo y tratar de controlarlo con cierta dignidad y estilo, o bien abandonarnos a ello y dejarnos perturbar por nuestras descabelladas ocurriencias. Y esto último es lo que cada vez de forma más falaz estamos haciendo.

Lo poco -prácticamente nada- que sabemos de nuestro cerebro es que consume una ingente cantidad de energía corporal y que no para, que está siempre en continuo e incesante movimiento, ideando la mayor parte del tiempo cosas que no existen hasta convertirlas en ciertas. Tatúate esto en la memoria: disponemos de un cerebro que dejó de evolucionar significativamente en el Paleolítico tratando de sobrevivir en un mundo que nunca antes ha existido y para el que no existen aún leyes ni instituciones medianamente preparadas. Somos hombres de las cavernas construyendo rascacielos y mundos paralelos. Somos perfectamente capaces de pensar una cosa y hacer exactamente la contraria sin experimentar grandes remordimientos colectivos. Mezcla un cerebro perfectamente armado con millones de atajos y automatismos inconscientes para la supervivencia y la adaptación, con una capacidad técnica que rivaliza con los dioses y comprenderás el lio en el que estamos metidos. Todo se complica si recordamos que hasta la aparición de la ciencia -y aún hoy dado que la ciencia está todavía eclipsada por el poder real de nuestras pretéritas ficciones- nuestra manera de abordar la realidad ha consistido en huir de ella o negarla para controlar nuestro miedo a la naturaleza y la incertidumbre.

No soportamos la realidad natural que no es otra cosa que una combinación de alegrías pasajeras y esfuerzos y dolores constantes. En consecuencia fabricamos grandes y pequeñas neurosis, conglomerados intelectuales de conceptos, agendas llenas de confusión y dispersión continua, comunidades físicas que repelen o huyen del contacto con la naturaleza. No soportamos por ejemplo las estaciones del año ni los ciclos y ritmos propios de cada cosa, antes bien tratamos de imprimir nuestros propios tiempos a las cosas.

Como le pasó al bueno de Don Quijote (probablemente el arquetipo del ser humano moderno por excelencia junto a Fausto), resulta que de tanto imponer y de tanto inventar, se nos secó el cerebro. Literalmente. Estamos distraídos, perdidos y agotados. Nos pesa la pretérita y constante invención humana de los últimos 10 milenios. La llevamos a la espalda como quien lleva un castigo. Y tal y como les ocurría a las personas de la cueva de Platón, al no conocer otra realidad que la proyectada no nos atrevemos a creer que existe la realidad propia, la natural, la que siempre será y ha sido. Y así negamos todo lo innegable, creemos todo lo increíble, defendemos todo lo que no tiene defensa.

 

EL ESTIGMA CULTURAL (cultura, técnica y energía)

El paleobiólogo Thomas Halliday ha declarado que el ecosistema actual en el que vivimos no se parece en nada a los otros 15 anteriormente conocidos a lo largo de la historia. Aunque ha habido cinco extinciones masivas en la historia del planeta, y la mayor acabó hace 250 millones de años con el 95% de la vida, lo cierto es que muchas de las características que estamos provocando gracias al enfrentamiento continuo entre cultura humana y biología orgánica desde hace décadas se parecen bastante a un escenario pre-extinción masiva: reducción drástica del número de especies, sobresaturación de una sola, agotamiento acelerado de recursos naturales, grandes cambios climáticos… Sería aventurado decir que estamos al borde desaparecer pero hemos generado las condiciones adecuadas para la gestación de una tormenta perfecta. Repasemos una a una algunas de estas condiciones perfectas: nuestra relación con el tiempo, la manera en la transformamos y consumimos energía y nuestra relación con la técnica

ACELERACIÓN: Llamamos vida a esa ficción lineal que hemos inventado llena de cajones, lenguajes, símbolos, categorías y edificios. Es una invención repleta por doquier de ángulos rectos que está presente en una extensa sucesión de jornadas diarias aceleradas por la inercia. Su mirada nos juzga con dureza cuando paseamos por las calles del centro de cualquier ciudad, al montarnos en un coche para ir a una cita o acudir a una empresa a trabajar. Estos dos últimos actos que menciono -querer “llegar antes” a un sitio que nos gusta y querer “salir antes” de otro que no- son ya indisolubles de la voluntad artificialmente adquirida de ir en todo momento más deprisa. Lo importante hoy no es llegar, sino llegar antes que otros. El problema es que cuando todo tiende a ser antes, nada puede ser ahora.

Eficacia -nos decía Drucker y repetimos como loros una y otra vez- es hacer bien lo correcto. Sin embargo nosotros decidimos qué significa “hacer algo a tiempo” y qué significa “no llegar” a él. No puede habitar un espacio quien no habita también un tiempo. Uno puedo estar queriendo siempre hacerlo todo antes o deprisa pero al existir de este modo niega su capacidad de vivencia. Estar aquí y ahora se ha convertido en un ejercicio angustioso para quienes luchan contra su distracción continua. Y la belleza es un premio destinado tan solo al que permanece atento. Por contra, en una sociedad agitada el derecho a la paz, el amor o el afecto se convierten en privilegios y se consumen empaquetados como artículos de lujo. Uno va corriendo a hacer yoga porque “no llega a tiempo“, otro va deprisa al teatro con su pareja porque “salió tarde” de otro sitio que teóricamente le importa menos que ella pero al que en la realidad le “dedica más tiempo”. La vida urbana posmodern transcurre así sin acabar nunca de estar aquí porque viviendo en el antes y en el después se evita el ahora. Y ante la incapacidad de gobernar nuestro presente y hallarnos en el encuentro mutuo, ya otras personas -cada vez menos, como hemos visto- lo deciden por nosotros.

ENERGÍA: Nuestra relación actual con la energía está basada en la completa falta de eficiencia y en el despilfarro continuo de los sumideros del mundo. En 1957 el Almirante Hyman G. Rickover nos advirtió de lo que está pasando. Para medir el rango de desastre al que nos aproximamos por medio de un despilfarro desastroso de recursos, sirva este dato: Sabiendo que conocemos los combustibles fósiles desde hace 3.000 años, todos los combustibles fósiles empleados antes del año 1900, TODOS de todos los tiempos y todas las zonas del mundo hasta esa fecha, durarían tan solo 5 años al ritmo de consumo de 1957. Esa es la fecha en la que Rickover dio su conferencia; imaginen cuánto durarían hoy con 4 veces más población humana que entonces. No es que vivamos por encima de nuestras posibilidades, es que vivimos desde hace décadas por encima de las posibilidades de TODO EL PLANETA.

TÉCNICA: Respecto a la Técnica actual (mayoritariamente industria pesada deudora de los combustibles fósiles y tecnología digital soportada en recursos naturales que se agotan y procesos extractivos precarizantes) está en una fase de huida hacia adelante y negación continua de la realidad que se enmarca dentro del ciclo de duelo que la maestra Elizabeth Kübler Ross (1969) ideara en su día. Y gracia a ella sabemos que los tiempos de las etapas de duelo que tiene todo moribundo, son difícilmente acortables. Nuestra actual relación con la tecnología es acrítica, diría que religiosa. Nos movemos como zombies guiados por tendencias sin controlar ni cuestionarlos quién y cómo las fabrican, para qué las utilizan o quienes se benefician en mayor grado de ellas. No tenemos, por así decirlo, acceso al código fuente de nuestras vidas. La técnica no obstante decide la mayor parte del tiempo por nosotros: qué compramos, qué comemos o incluso qué y cómo somos. El algoritmo arbitra y dirime nuestras vidas donde antes gobernaban los prejuicios sociales. Si bien éstos redundaban en insuficiencias y carencias continuas, lo cierto es que la capacidad de limitación de la experiencia de vida de los algortimos ha superado con creces a la capacidad de articulación y aproximación comunitaria de los prejuicios. Los algoritmos no solo aumentan nuestros sesgos cognitivos sino que se aprovechan de ellos y nos mantienen en una continua caja de resonancia. Uno tiene que luchar cada día contra lo que le sugieren para aprender a saber lo que verdaderamente quiere. Esto implica que la mayor parte del tiempo la técnica actual es conscientemente malintencionada, algo que no ocurría con la invención de la azada, la espada de cobre, el tren de vapor o el teléfono, solo por citar algunos ejemplos. La técnica de hoy es casi por completo ideología enmascarada de progreso inevitable. Es así, por lo general, excluyente y no inclusiva. Otra cosa es el uso que hagamos de los frankenstein que se multiplican… que a veces -solo a veces- nos ayudan a comunicarnos mejor. Ahí están los casos del correo electrónico, las videoconferencias o las comunidades de trabajo online basadas en plataformas abiertas.

 

EL ESTIGMA RELACIONAL (sociedad, economía y política)

Nuestro modelo de relaciones es altamente inmaduro y desde el punto de vista de la teoría y la práctica política es claramente insuficiente para abordar retos globales. Mientras el mundo literalmente se va a la mierda, dedicamos nuestras mañanas a mapear el abismo y nuestras tardes a debatir cómo llegaremos a él, cuando y de qué manera. Una cumbre tras otra y una decisión diaria tras otra nos demostramos que nuestro deseo de comodidad inmediata vence casi siempre a nuestra capacidad real de evitación de un desastre futuro. La Historia nos demuestra que somos buenos para rehacernos tras las situaciones límite pero horriblemente necios para evitarlas.

En términos de conciencia y coherencia lógica somos desastrosos. El pensamiento científico-crítico solo ha podido superar a la religión como instrumento para mejorar la técnica, pero jamás como herramienta lógica de toma de decisiones y gobierno. Seguimos siendo vapuleados por nuestros prejuicios y creencias. Otra constante en la Historia es el malditismo de los sabios o genios: las personas más inteligentes y sensatas raramente progresan, son reconocidas en vida o medran. Basta entrar a un parlamento y escuchar a un político para darse cuenta de que la sensatez es nublada por la necesidad continua de agradar a otros. Tenemos serias limitaciones como especie para practicar el verdadero gobierno colectivo de acuerdo a estándares éticos universales, lo cual nos ayudaría a gobernar los problemas globales. El cosmopolitismo de la escuela cínica formulado hace 2.500 años o la ética cosmopolita del maestro Kant formulada hace 250 años continúan siendo ideas revolucionarias e inéditas imposibles de ser llevadas a la práctica. Ganan por goleada los identitarismos sectarios y la demagogia más barata.

Todo esto ocurre porque durante siglos hemos practicado la autocensura continua y a rasgos generales nuestro comportamiento social no dista demasiado del de una hormiga salvo por el hecho de que ninguna hormiga atenta contra su colonia. Ni qué decir tiene que la manera en la que nos relacionamos hoy en día es suicida. Nos afecta psicológicamente a nivel individual y está generando unas patologías colectivas dificilmente curables. He hablado de todos estos síntomas ampliamente en otros artículos y te invito a que navegues por el blog.

En lo relativo a nuestros representantes y líderes tanto como los medios y canales de relación actuales, todos ellos caminan exactamente en la dirección contraria a todo cuanto necesitas ahora mismo. La práctica totalidad de las decisiones políticas (gubernamentales y empresariales) contradicen cuanto sería hoy recomendable y sensato. El propio pensamiento empresarial es a menudo contrario a la vida y hemos sido capaces de alumbrar la incongruente ficción de que la economía puede practicarse al margen de la ecología. No paro de escuchar a clientes que me piden que “motive o de esperanzas a su gente” en una suerte de oráculo continuo en el que alguien debe venir a motivar lo que tú diariamente desmotivas. Como auténticos imbéciles creemos que las palabras o las presentaciones son más importantes que los actos, y si lo creemos por desgracia lo convertimos en cierto.

Ningún otro animal ha sido tan estúpido como nosotros a un nivel MACRO y tan increíblemente inteligente a niveles MICRO. Sorprende lo fatal que empleamos a diario nuestras capacidades cognitivas poniéndolas al servicio de irracionales creencias al mismo tiempo que mandamos una nave a Saturno a millones de quilómetros de distancia de la Tierra. Con la misma tecnología con la que mágicamente dividimos un átomo, asolamos ciudades con cientos de miles de habitantes.

Después de esta época -como en momentos similares de la historia- y tras una inmensa criba y selección de personas, ideas y sistemas, quedarán muy pocas de las actuales certezas. Mi perspectiva ante esta realidad consiste en no perder nunca la esperanza y trabajar siempre desde lo que las personas y los entornos pueden hacer, y no desde lo que a mí me gustaría que hicieran. Lo hago por un sencillo motivo. Por mucho que un inocente individuo repleto de argumentos tratara de hablar con la enorme mayoría de propietarios de empresas o corporaciones actuales sobre todos los continuos indicadores que hablan de un futuro ecofascista, una desigualdad nunca antes vista, una carestía de alimentos generalizada, la pérdida de conquistas sociales que han costado milenios o las consecuencias funestas de mirar hacia otro lado en cada junta de accionistas, no lograría otra cosa que silencio o un rechazo absoluto.

Digámoslo abiertamente: la práctica totalidad de los inversores que conocemos quieren rentabilidad económica y les importa un huevo lo que les digan más allá de los márgenes de beneficio. Es así de simple por mucho que resulte doloroso. Hablar de inversores verdes y capitalismo verde basado en mantener los mismos márgenes de crecimiento es el nuevo engaño masivo. Dado que nuestra economía es hoy una economía financiera global basada en la deuda, por mucho que nos vendan que el cliente manda, en realidad manda siempre la voluntad de los que más o mejor consumen la capacidad adquisitiva de las personas. Y estas personas se han llamado y se siguen llamando inversores.

Por otro lado en un modelo socioeconómico como el actual, de suma cero, quien tiene es sencillamente porque le ha quitado a otros. Todos le quitamos cosas a los demás, sin excepción. El problema es cuando unos pocos se quedan con casi todo. Y tú dirás, amigo mío, que puede que tras la pandemia hayan cambiado las cosas porque nos hallamos concienciado de que no podemos continuar así. Y tienes razón: las cosas han cambiado, pero a mucho peor. Actualmente hay en el mundo 2668 milmillonarios, 573 más que en enero de 2020 cuando comenzó la pandemia. Mi pulso tiembla al escribir la siguiente frase porque jamás pensé que llegaríamos a esto pero… Los 10 hombres más ricos del mundo poseen más riqueza que el 40 % más pobre de la humanidad, es decir que en el año 2022 tan solo 10 personas poseen la misma riqueza que 3.160.000.000 de personas. La riqueza total de los 2668 milmillonarios equivale ahora al 13,9 % del producto interior bruto (PIB) mundial, 3 veces más que la equivalencia existente al comienzo del año 2000 cuando suponía el 4.4 %. Elon Musk, el hombre más rico del mundo, es tan rico que si perdiese el 99 % de su riqueza, seguiría formando parte del 0,0001 % de las personas más ricas del mundo. Desde 2019, su riqueza ha aumentado en un 699 %. Los ingresos del 99% de la humanidad se han deteriorado por la pandemia con pérdidas equivalentes a 125 millones de empleos a jornada completa en 2021 hasta el punto de que 1 persona perteneciente a la mitad más pobre de la población tardaría 112 años en ganar lo que alguien del 1% + rico gana en tan solo 1 año.

Quien crea que no está pasando nada a nivel global y que hemos vuelto a la normalidad, no se entera de nada. De hecho si eres de esos ingenuos homicidas socales que piensa que los 10 oligarcas más ricos se lo han ganado solos… un día tomamos un café y te lo explico pero vente a esa cita protegido con una collejera. No me molestan las personas que tienen mucho dinero, me molestan las que necesitan empobrecer y sojuzgar la vida de otras para acumular riqueza. Esas personas son íntegramente inmorales porque promueven una realidad social sencillamente abominable. No existe ningún caso de similar desproporción social en todo el reino biológico animal y en toda la historia de la humanidad hasta nuestros días. Quien defienda que un mundo donde la riqueza está cada vez más concentrada puede ser un mundo relativamente justo o habitable es que no tiene ni la más mínima noción de teoría de sistemas, comportamiento animal, historia o antropología social y cultural. Una cosa es defender que la desigualdad es inevitable en todo tipo de comunidades sociales históricas y otra muy distinta es defender que el neofeudalismo oligárquico o el ecofascismo que se está perfilando será una salida digna a todas las encrucijadas actuales para la enorme mayoría de personas.

Para hacerse una idea del extremo nivel de aproximación al abismo en el que estamos inmersos, tan solo hace falta ver que los nuevos milmillonarios creados durante la pandemia pertenecen a 4 sectores económicos que marcarán el futuro inmediato de la humanidad:

  • Agronegocio (ante la hambruna extensible y la incapacidad de transporte de alimentos de los próximos años)
  • Combustibles fósiles (ante la lucha por un bien accesible en la actualidad que se convertirá en privilegio, y ante la incapacidad de las alternativas energéticas para mantener el actual ritmo de vida)
  • Fármacos (ante el aumento de las vacunas y brotes globales)
  • Tecnología (ante la continuación de una paja mental que ya me agota y dura ya décadas pero que cuenta siempre con renovadas víctimas rituales en cada nueva generación de ingenuos).

 

LA PRÁCTICA DE LO COMPLEJO

Nuestra indefectible alergia a lo complejo nos genera grandes achaques. Lo complejo sencillamente nos acojona. Sin embargo uno no puede argumentar o justificar que no se pondrá manos a la obra “porque algo es complejo”. Negarse a coger un fruto del árbol porque no se conoce el bosque al completo es un acto de idiotez severa. Desistir de subir a ese mismo árbol y morir de hambre porque al subir puedo caerme, es ya de ser completamente gilipollas. Hemos llegado hasta este punto porque hemos querido simplificar en exceso la vida a un juego de suma cero basado en la oferta y la demanda de servicios y productos materiales. Y nada a nivel ecosistémico funciona de este modo tan pobre. Si lo pensamos, la vida simple y cómoda que hemos querido mantener ha estado llena de sacrificios y esfuerzos demasiado grandes para disfrutar de tan poco. Comparto algunas pequeñas reflexiones que compartía en twitter hace poco:

La naturaleza de la vida es la complejidad. En la vida no gobierna lo simple sino que determina lo complejo. Todo en la vida es una combinación de acciones y vacíos de acción que los seres vivos conocen o ignoran, pero cuyas consecuencias siempre les afectan. Quien no habita la complejidad no vive sino que se limita a ir muriendo. Uno puede negarse a explorar el detalle o lo profundo pero decidiendo hacerlo por acción u omisión, acabará siempre centrifugado por el enorme poder de lo complejo. Toda persona tiene la obligación moral de explorar la realidad que vive tratando de extraer aprendizajes. Quien se niega a frecuentar lo complejo sume su existencia en un océano de frustraciones y entrega a otros la capacidad de ejercer como ser vivo.

La alergia a la complejidad es un estigma social y un incapacitante individual provocados por la ausencia de pensamiento crítico y la ignorancia militante acerca de los comportamientos, ritmos y ciclos consustanciales a “estar vivo”. La vida es ante todo interdependencia y ningún comportamiento natural sujeto a ella es en realidad autónomo o independiente. Todo está conectado antes o después. Quien se niega a hacer, decir o actuar sobre algo porque ese algo es complejo, se distancia de la vida. No podemos percibir la Belleza sin habitar la complejidad. El goce siempre se encuentra en los detalles y en la fascinación continuada por lo desconocido, lo imprevisto o lo diferente. Todo es complejo siempre que esté vivo y todo es sencillo solo porque está muerto.

La idea de comprenderlo todo para luego poder abordarlo -lo que hemos hecho hasta ahora- es por tanto completamente suicida, inmovilizante y carente de lógica. Lo complejo no se comprende sino que se practica. Con lo complejo se interactúa porque es la fuente esencial que nos permite sobrevivir en la ficción de lo simple.

 

BONUS TRACK: EL SENTIDO COMÚN

Por su parte, el sentido común de un ser humano es ante todo la conciencia del funcionamiento, ritmos y ciclos de la naturaleza. Quién está o insiste en permanecer fuera de la naturaleza, se aleja de lo común para abrazar su construcción o identidad ficticia como individuo. Hubo un tiempo para trabajar en todo lo que podíamos evitar y como humanidad, y como sociedades, no lo hicimos y seguimos a lo nuestro. Ahora todo ha cambiado. Los indicadores del PeakOil, las emisiones indiscriminadas de moneda, el regreso a la fe suicida en la deuda, el aumento de la financiarización tras una crisis de 2008 de la que aún nadie se ha recuperado, el auge de los populismos e identitarismos fraccionarios, el cuestionamiento de las realidades más básicas, la generación de una nueva economía basada en lo invisible y dirimida por muy pocos, el aumento imparable de las temperaturas, la proliferación de fenómenos naturales anómalos, la intensiva contaminación de los alimentos que ingerimos, la extinción masiva de especies, el crecimiento demográfico sin medida,… todos estos y más indicadores dibujan una complejidad inabarcable. Ante ella parece ineludible tender a simplificaciones estúpidas o promover nuevas negaciones de las evidencias. Pero nada salvo recuperar el contacto, estudio, conocimiento de la naturaleza que reclamaba Abbey nos salvará de la vorágine que se avecina.

Ante la tormenta perfecta, cabe sobre todo la aplicación ordenada de nuestros conocimientos pero ante todo la recuperación de un sentido común que hemos ido destruyendo poco a poco hasta olvidarlo por completo. Ante el algoritmo, la fidelidad a los ritmos y ciclos de nuestra naturaleza. El sentido común es una tecnología social tácita creada a lo largo de muchas generaciones y capaz de dar respuestas inmediatas ante riesgos imprevistos. Es una gran herramienta porque combina una dilatada experiencia contrastada con una capacidad de respuesta medianamente efectiva. Dice un refrán que “el sentido común es el menos común de los sentidos”. Y así es, pero aún así merece la alegría y la pena practicarlo. Creo que cada uno debe practicar el sentido común a su manera pero que hay algo que todos necesitamos y compartimos.

Con independencia del modo de vida que cada uno elija, sería bueno recordar algunos elementos de referencia o de sentido común para controlar todos los estigmas estructurales que he enunciado en este artículo y que nos acompañan a diario. Tan solo hablaré de una selecta colección de todos cuanto tratao de practicar en mi propia vida. Y son estos (de todos ellos he escrito algo):

Esto al menos para empezar 😉 Y vale para lo individual y lo colectivo, lo sencillo y lo complejo.
 

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Manual práctico del cambio razonable

Manual práctico del cambio razonable

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Conozca todas las teorías, domine todas las técnicas, pero al tocar un alma humana sea tan solo otra alma humana

Carl Gustav Jung

 

Este artículo tiene por objeto realizar una aproximación práctica al cambio razonable dentro de las organizaciones. El modelo de cambio razonable es un modelo sencillo de creación propia basado íntegramente en mi experiencia con equipos y organizaciones acompañando el cambio significativo. Es una brújula para lograr el equilibrio entre la innovación y la realidad.

La idea es que tú, lector o lectora, dispongas de una herramienta ágil que te hable sobre cómo generalmente suelen ser los cambios. Lo escribo para que sea especialmente útil a líderes y equipos de cambio. Entiendo que haciéndolo de esta forma tendrás un guión al que acudir en momentos de parálisis, pelea o huida.

Este es uno de tantos marcos de trabajo para el cambio. Con algunos matices, es de algún modo el marco de trabajo por el que suelen apostar los equipos basados en la mejora continua. Añado además que tuve la idea de compartir esta herramienta con la comunidad de cambio tras la cuarta sesión con uno  de los equipos a los que actualmente acompaño en el diseño del cambio de su organización. Por ello gracias especiales al equipo formado por las dos Evas, las dos Amparos, MªJose, Pilar, Asun, Davinia, Juan y Paloma. Tomo, amigos, vuestras etapas para el cambio como el marco de trabajo que recomendaré en este articulo. Comenzamos.

 

QUÉ ES EL CAMBIO RAZONABLE

Entiendo que para formular un “cambio razonable” son necesarias las siguientes condiciones nucleares:

  • Fijar el M.A.R (Mínimo Asumible Realista): El M.A.R es el margen básico de exigencia en el que pueden jugar aquellos perfiles cuyo ritmo de adaptación o resistencia al cambio sea mayor. Porque un cambio razonable es un cambio cuyos mínimos sean asumibles por todas las personas implicadas o usuarias de ese cambio. En este punto es importante que el equipo de cambio que se conforma para liderar el proceso dentro de la organización, sea muy heterogéneo y representativo de la realidad de la organización. Si una organización tiene un gran número o algunas personas muy escépticas y reticentes al cambio, no es recomendable que este perfil no esté presente en el equipo de cambio. El equipo de cambio no tiene que ser un equipo de grandes campeones sino un reflejo de las inteligencias disponibles. Además de ser necesario que todas las personas que integran el equipo de cambio sean proactivas y quieran un cambio, necesitamos que sus habilidades, caracteres y conocimientos sean un reflejo genuino de la organización. Omitir voces es frustrar el cambio. Durante el proceso de diseño de cambio, el equipo debe vivir algunas fricciones necesarias: el autoconocimiento de su propia realidad (en términos transteóricos la Precontemplación y reevaluación ambiental), el autoconocimiento del propio equipo (en términos transteóricos de Contemplación y reevaluación propia), y la Preparación del cambio (momento en el que la confrontación entre opiniones es siempre necesaria para llegar a la maestría final). El M.A.R de un hospital podría ser alcanzar unas determinadas tasas de éxito en la atención de los pacientes para cada uno de los indicadores que se establezcan durante el proceso. El M.A.R de una empresa de mensajería podría consistir en tomar los mejores datos de reparto y restándoles un 20% de márgen, establecerlos como el mínimo asumible realista para todos los empleados de la cadena de trabajo. El M.A.R de un centro educativo podría ser mejorar en un 25% los resultados de los test de satisfacción de las familias y/o alumnos en cada fase del proceso. También se pueden establecer mínimos asumibles realistas a nivel de gestión. Ejemplos: que exista un plan estratégico definido, que haya políticas de reconocimiento al empleado,…
  • Hallar el equilibrio CONCRETO-TOLERABLE: Un cambio lo suficientemente laxo para integrar mejoras imprevistas (que no ahogue) y lo suficientemente concreto como para no perderse (que apriete). Este equilibrio es complicado de alcanzar pero posible. Todos los equipos de cambio en algún momento de su desarrollo llegan a un punto de empuje en el que se plantean hasta qué nivel pueden diseñar desde un inicio el detalle de su cambio para no ofender ni obviar las voces de los usuarios de ese cambio. Es necesario aquí encontrar un marco de trabajo generoso y que nos permita dibujar diferentes etapas que ayuden a visualizar el cambio progresivo.
  • Construir EL SUEÑO QUE QUIERES ALCANZAR a partir de las ACCIONES QUE PUEDES REALIZAR: Esto es, tener un horizonte exigente a largo plazo con la vista puesta en las acciones que puedes liderar o acometer a inmediato, corto y medio plazo. Y no al revés. Esto quizás es la más importante de estas condiciones. Generalmente solemos soñar en función de referencias o experiencias externas y al intentar luego poner en práctica nuestro sueño caemos en que no hemos sido dueños ni conocedores de nuestra posibilidad propia. En este sentido solo un apunte… La posibilidad propia es infinita, tan grande como queramos que sea. Los recursos no solo se tienen, sino que también se buscan o se construyen. Olvidarse de cualquiera de estas tres opciones es de nuevo frustrar el cambio desde el inicio.

 

CÓMO ENTENDER EL CAMBIO RAZONABLE

Especialmente interesante me resulta, lector o lectora, que interiorices el siguiente gráfico. Es el porcentaje de retención de lo aprendido pasadas 24 horas del momento de la enseñanza/aprendizaje. En un proceso de cambio no puedes obviar nunca la experimentación. La teórica es poco o nada importante para el cambio. Más importante aún es cómo pones en práctica esa teoría. Ningún cesto se hace solo con los mimbres, sino con los diferentes encajes, nudos y curvas que aplicamos a esos mimbres. Eso hace de un cesto algo firme y duradero. No idealizar la materia prima te hará centrarte en las relaciones y combinaciones de las que esa materia prima (la persona) es verdaderamente capaz.

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Si quieres diseñar y ser fiel a un cambio razonable, practícalo y enseñalo a otros. No teorices, sigue la famosa línea de crecimiento racional de todo proceso de acompañamiento: toma CONCIENCIA de lo que eres y haces, asume RESPONSABILIDAD sobre lo que eres y haces, adopta ACCIONES para mejorar lo que eres y haces).

 

MARCO DE TRABAJO para el CAMBIO RAZONABLE

Establece herramientas continuas de FEEDBACK para cada una de las etapas del cambio. Pulsa siempre a las personas, compréndelas. Recordando a Fritzen (1984) la palabra menos importante es YO; la palabra más importante es NOSOTROS.

modelo de cambio razonable

Fase previa: Preparando el cambio

En esta fase contarás con tu realidad y crearás alianzas al modo en el que Kotter (1996) habla de asentar el cambio.

  • Conocer y exponer tu REALIDAD: Recopila datos, entrevista, pulsa el momento y los logros conseguidos antes de pensar en ningún cambio. Expon la fotografía actual de tu organización. Parte de lo que sois para poder alcanzar lo que queréis ser, y haz partícipes a todos de ambos puntos a lo largo del camino.
  • Crear un DISCURSO de cambio: Construye un discurso de cambio en un breve documento. Una guía creíble de lo que quieres ser, la expresión de tu propia identidad. Esta será la parte TOLERABLE de ese equilibrio entre lo CONCRETO y lo TOLERABLE. Este discurso no debe doler, es una declaración de intenciones con objetivos claros.

 

Fase intermedia: Experimentando el cambio

En esta fase comenzarás a forjar la cultura de esfuerzo y mejora continua fundada en tu discurso. Una vez arraigado el cambio, esta fase será siempre constante. Diseñar – Actuar – Evaluar será una costumbre ágil en tu día a día:

  • DISEÑO del cambio y del mantenimiento del cambio: Diseña, escribe, visualiza y concreta las acciones de cambio con sus correspondientes indicadores. También debes diseñar, dejar por escrito pero sobre todo experimentar aquellos mecanismos de autorregulación grupal para equipos que os permitan disponer de unas reglas comunes de trabajo, imbuiros de un espíritu innovador y atajar posibles brechas durante el proceso.
  • Experimentación de ACCIONES: Es el momento de equivocarse y actuar, de encontrar el foco a partir de la experiencia. En esta etapa desplegarás cada una de las acciones de cambio establecidas en el diseño.
  • EVALUACIÓN de los indicadores: Uno a uno, durante el proceso irás evaluando las acciones a partir de los indicadores fijados en el Diseño del cambio.

 

Fase final: Manteniendo el cambio

En esta fase solo hay una etapa clave que nos permitirá asentar el trabajo realizado e imbuir a la organización de una cultura de cambio y adaptación:

  • ARRAIGO: Esta fase consiste en sistematizar e interiorizar todas y cada una de las etapas de la Fase Intermedia por medio de políticas activas de reevaluación continua de la realidad común (la Organización) y de las realidades concretas (las Acciones). El arraigo es una etapa de madurez en la que se producen tentativas de regresión o retroceso a la anterior realidad. En esta etapa deben estar ya lo suficientemente trabajados todos los mecanismos de autorregulación de equipos diseñados para afrontar el cambio. Estos mecanismos y herramientas nos ayudarán a mantener el cambio de forma duradera.

***

 

Espero que este breve manual te sea de ayuda en el diseño de una estrategia de cambio para tu organización.

Añado por último que suele ser imposible que acometas esta tarea sin perspectiva o apoyo externo. Esa es al menos, lector o lectora, mi experiencia. Si nos necesitas, escríbenos

la cultura ibérica: 3 riesgos y 4 fortalezas

la cultura ibérica: 3 riesgos y 4 fortalezas

jamon

 

La cultura es sin excepción el elemento que vertebra el tejido de comportamientos y actitudes de cualquier grupo social. En este artículo hablaré de 3 características de riesgo concretas y 4 fortalezas de la cultura ibérica que necesitas tener en cuenta si trabajas en este entorno.

 

3 NIVELES CULTURALES

cultura.

(Dellat.cultūra). elem. compos. Significa ‘cultivo, crianza’.

2. f. Conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico.

3. f. Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc.

Diccionario de la Real Academia de la Lengua (2014)

 

Creo que a la hora de afrontar proyectos de cambio es necesario interiorizar la cultura que mantiene el pensamiento y acciones de los equipos con los que trabajamos. Las personas de un equipo están condicionadas por 3 culturas o niveles de influencia que debemos atender. Cuanto más arriba subimos en la escala cultural, más complicado resulta el cambio. Se trata por tanto de algo así como abordajes que se dan en paralelo y de los que necesitamos ser conscientes:

  • PRIMER NIVEL: Las experiencias, aprendizajes, costumbres y asunciones personales de cada miembro. Es el nivel primario de trabajo para el cambio, el más efectivo e inmediato y a priori es más creible. Pertenecen a este nivel cultural las vivencias propias que cada uno viva en los entornos de desarrollo afectivo (familia, pareja, amigos) así como las vivencias en los entornos de desarrollo personal (escuela, trabajo y esparcimiento)
  • SEGUNDO NIVEL: Las experiencias, aprendizajes, costumbres y asunciones colectivas del grupo. Este nivel cultural es el producto del encuentro en un mismo lugar y momento de varias personas con culturas propias y objetivos individuales pero que comparten un mismo objetivo en común. En este nivel se incluye no solo la cultura del grupo con el que se trabaja sino del grupo de grupos que le incluye: la organización. Pertenecen a este nivel cultural las vivencias del grupo en el entorno de desarrollo productivo (compañeros, identidad, profesión)
  • TERCER NIVEL: Las experiencias, aprendizajes, costumbre y asunciones colectivas de la sociedad. Esta es la única cultura sobre la que no se puede ejercer control o abordaje de forma directa. Esto ocurre porque al hablar de este nivel cultural no podemos evitar generalizar (como yo mismo, lector o lectora, haré en este artículo). Y sobre la generalización no podemos construir nada estable. Sin embargo es útil tener en cuenta qué asunciones o aprendizajes ha tenido un colectivo social concreto para evitar anclajes negativos en procesos de liderazgo o cambio.

Como resultado de estos tres abordajes culturales, es importante que el lector o lectora comprenda que el orden de cambio es exactamente el que he enunciado y que no existe otro orden posible: PRIMERO CAMBIAN LAS PERSONAS, LUEGO CAMBIAN LOS GRUPOS Y FINALMENTE LAS SOCIEDADES. Las organizaciones, las sociedades y otras construcciones abstractas son creaciones colectivas necesarias cuyo único fin último es el desarrollo de la acción individual libre y responsable. Donde reside siempre la raíz y la semilla del cambio es en las personas y en la configuración del comportamiento colectivo aceptado a partir de sus acciones individuales. El poder de la Humanidad (con mayúscula) a la que pertenecemos todos está en tu humanidad (con minúscula) propia.

Y dado que el cambio más extraordinario es producto de acciones individuales, es importante conocer cómo solemos vivir el cambio. Y he aquí la propuesta más extendida entre los profesionales del cambio desde hace siglos. Las personas viven el cambio desde hace siglos de acuerdo a un mismo camino de madurez:

  • negación de responsabilidad sobre la evidencia (victimismo o huida)
  • asunción de responsabilidad sobre la evidencia (toma de conciencia)
  • actuación responsable (acción individual)

Es por esto que el sello “100% ibérico” que hoy voy a exponer es responsabilidad de todos. Lo compruebo a diario y no admito excepciones. Somos esto. Cualquier intento de mejora real de la mayoría de situaciones a las que se enfrentan personas y equipos, pasa por reconocer algunos de los males y los bienes de la cultura 100% ibérica a la que probablemente perteneces.

 

3 RIESGOS DE LA CULTURA IBÉRICA

Voy a enunciar tres características que creo que intrínsecamente no son buenas o malas si se saben detectar a tiempo. Lo que pretendo es ofrecer al lector o lectora un listado de tres cosas que mantener siempre a raya si se mueve en un entorno de trabajo fundado en la cultura ibérica. Estas tres cosas son el victimismo, la especulación y el parcialismo endémico propios de la cultura ibérica.

 

1.- Victimismo endémico y vacuna

Lo primero que quiero decir es que estoy muy cansado de escuchar que la cultura ibérica es una cultura de vagos. Que el índice de paro está asociado a este hecho o barbaridades similares. Se dice que somos improductivos en relación al resto de Europa, y esto es cierto. Según el ‘Informe 2012 Fundación BBVA-Ivie sobre Crecimiento y competitividad‘ España tiene 68,5 puntos en cuanto a productividad por hora trabajada, lejos de Alemania (87,1) y la Eurozona (75,9). Pero ser improductivo no implica ser trabajador. De hecho siempre se dice que Alemania es el motor productivo de Europa y que en Grecia son unos indolentes, pero se ha demostrado con datos que nada de esto es cierto: España no tiene un problema de vagancia, tiene un problema de eficiencia. Bien lo saben algunos compañeros del cambio que se dedican a trabajar la mejora de la productividad en las organizaciones. Y yo creo que la cultura española no es eficiente además de por políticas financieras, por algo que siempre nos acompaña. Mi abuela lo llamaba “Dame pan y llámame tonto”. Existe una mentalidad extendida de salvar la papeleta que está estrechamente asociada a que “Todas las cosas me pasan a mí”.

Esto ocurre porque el victimismo ibérico existe. Y creo que esta es la raíz. Existe y formas parte de él. Puedes perjurar en el sillón de tu casa, cuando vuelves cansado del trabajo y sintonizas el telediario, que nada tienes que ver con esos que aparecen en la tele. Aunque en la tele solo salen los que entran al juzgado o a la cárcel o los que se meten en la vida de otros sin trabajar la suya propia, mucho antes de todas esas cosas existe toda una cultura comúnmente aceptada que mantiene ese comportamiento desleal y pernicioso. Puedes insultar mentalmente a tu proveedor o quejarte de un departamento diciendo que sus empleados son incompetentes. Puedes lamentarte por la atención sanitaria de tu ciudad o el retraso del transporte. Puedes maldecir la crisis del ladrillo y lamentarte porque no puedes vender o comprar casa. Puedes decir que el sistema educativo de tu hijo es una mierda o que estás harto de que no baje el precio de la gasolina o suba el del transporte público. Puedes decir que tu empresa es esclavista y que tu jefe es inhumano y que tu sueldo es muy bajo. Puedes… claro que puedes. Tu y yo luchamos cada día para tener ese derecho. La cuestión es si es útil instalarte en el PUEDES o empezar a preguntarte qué QUIERES o qué DEBES hacer para cambiarlo. He aquí la vacuna. Porque eres todo eso que te pasa. Porque nadie sufre continuadamente algo que no merezca. Demanda lo que es justo pero también muéstralo con tus actos individuales a diario.

Un ejemplo del victimismo endémico -y también de esquizofrenia social- es el creciente nivel de indignación con la clase política que mayoritariamente la población española renueva cada dos años en las urnas. Tras haber vivido un nivel de agitación y manifestación constante de desacuerdo en la calle con unos y con otros y con los de más allá, tras un movimiento histórico que será estudiado por nuestros hijos como el 15M, tras continuos insultos a políticos en el café de la mañana en el trabajo, tras escándalos y escándalos de corrupción política (Después de 1700 causas judiciales, 500 implicados, 82 condenados, 28 presos y 40.000 millones de euros desfalcados después -y sumando- España es el tercer país más corrupto de Europa tras Grecia e Italia según el informe de Transparencia Internacional), tras constantes medidas de unos y de otros que agravan a diario la situación económica en España,… tras todos esto en las últimas elecciones generales del 20 de noviembre de 2011 de 24.666.411 votantes (un 71% del censo convocado) exactamente 17.870.087 votantes, es decir el 73,39% del censo, renovó su confianza en los mismos partidos políticos que diariamente insultaban. Este es el hecho. En las últimas elecciones europeas un 49,06% renovó su confianza en estos mismos partidos, el resto del porcentaje del electorado se ha dividido entre dos partidos minoritarios (uno de nuevo cuño y en auge pero estadísticamente aún fuera de la partida), una agrupación política de varios partidos y una lista interminable de otros. Estos resultados quieren decir varias cosas: la primera es que el victimista nunca hace lo que dice; la segunda es que al victimista no le gusta cambiar (manifiesta resistencia).

Este es solo un ejemplo cualquiera de cómo una sociedad no hace lo que dice o cómo la cultura social se perpetúa cumpliendo suma cero. Para el caso español el lector o lectora puede encontrar un análisis detallado en dos artículos que escribí hace ahora dos años: Innovar en España: ¿por qué en España es difícil innovar? e Innovar en España (II): Datos reales sobre por qué ocurre no innovamos bien o rápido

 

2.- Especulación endémica y vacuna

Se que esperas que hable de la fiebre del ladrillo en este punto. Pero tenemos tantos casos de especulación endémica que uno en concreto me parece hoy más interesante. Porque no solo lo vives sino que te lo comes a diario.

Una prueba muy reciente de la picaresca ibérica ha saltado a los medios de comunicación recientemente. Durante años he comido jamón ibérico. O eso creía. De hecho los hogares españoles gastan de media 650 millones de euros anuales en jamón curado. Haya o no haya crisis. Sin embargo y paradójicamente la misma desrregulación consentida durante décadas por agentes, gobiernos, intermediarios, distribuidores y consumidores para aumentar de forma especulativa el consumo y producción de jamón ibérico; ha estado a punto de acabar con el sector ganadero más fiel a la raza ibérica. La comercialización y etiquetado de los productos de forma poco fiable y muy laxaha sido clave en este proceso de devastación progresiva del sabor ibérico. Durante años y desde que en España se implantaron las primeras cadenas fiables de distribución logística de alimentos, el jamón ibérico de un 50% a un 100% de raza ibérica ha sido a efectos prácticos igualmente tratado. Entre la picaresca de los productores se han detectado las siguientes prácticas: la inclusión de las palabras “dehesa” o “montanera” o asociados en las marcas de jamones de cerdos que nunca habían pisado una dehesa o una montaña; la utilización abusiva del término “pata negra” como marca comúnmente aceptada de calidad sin correspondencia de raza; la inclusión del término “ibérico” en una gran cantidad de productos omitiendo su origen combinado con otras especies no ibéricas. Por estos y otros motivos, criadores de cerdo 100% ibérico estaban viendo castigado su trabajo de cría diario apostando por la crianza del cerdo ibérico de bellota (ya sea puro de bellota y hierba o a partir de crianza mixta con pienso).

Para comprender mejor lo acontecido y la magnitud de la picaresca consentida durante tantos años, en 2008 el propio gobierno declaró que existían 6.000.000 de cerdos ibéricos de bellota en España, lo cual según los expertos en términos de dehesa y hectáreas de encinar en la península es completamente imposible. El nivel de especulación ha llegado a tal nivel que el Gobierno español en enero de 2014 y ante las continuas quejas del sector y/o los consumidores se ha visto obligado a crear una nueva Norma de Calidad que pretende poner orden, aclarar y simplificarle la información al consumidorElena Diéguez, secretaria técnica de Aeceriber, la Asociación Española de Criadores de cerdo ibérico, ha declarado “en este sector imperaba, no voy a decir el fraude, pero si la picaresca”. Por su parte, los industriales del cerdo “ibérico” como como Carlos Díaz, presidente de Iberaice, la Asociación de Industrias del cerdo ibérico, han declarado que la nueva norma “penaliza al cebo y a lo que siempre se ha conocido como ibérico”. La polémica está servida. La nueva normativa algo más estricta en cuanto a la procedencia del producto y su problemática asociada están explicadas ampliamente en un gran documental sobre el caso que el equipo de DOCUMENTOS TV ha producido bajo el título Los colores del jamón y que fue estrenado a horas intempestivas -casi sin audiencia por cierto- hace unos días.

La gran lección que he aprendido de este caso, muy paradigmático de la cultura ibérica, es que nunca un problema tiene un solo culpable pero que en el carácter ibérico -sin duda muy emprendedor- va implícito por desgracia un afán especulativo. El problema no es que exista este afán sino que cuando no se controla de forma continuada puede acabar incluso con las bases de la propia cultura que se pretende defender. Ningún alimento más significativo de lo ibérico que su jamón de bellota. Por tanto, la vacuna contra la especulación es la regulación consensuada y ajustada por las partes interesadas. Por todas.

 

3.- Parcialismo endémico y vacuna

También existe y lo vives a diario. Un compañero facilitador que acostumbra a viajar mucho, hablaba hace poco de la tremenda problemática que tiene poner ejemplos políticos en España para trabajar con los equipos. Según en qué lugar te encuentres puedes decir o no según qué cosas. La península ibérica ha sido históricamente un lugar maniqueo, fraguado -como muchos entornos a su alrededor- de continuas batallas de sangre e ideas. En general nos gusta mojarnos, pero mojarnos hasta perder la perspectiva. Esto se traduce en que cuando trabajo con equipos me encuentro patrones de conducta que son propios -como es lógico- de la cultura en la que se desenvuelven las personas de ese equipo. Estos patrones de conducta que favorecen el parcialismo endémico son básicamente tres:

  • Etiquetado continuo de personas. Nos gusta poner etiquetas a la gente y basar nuestra relación de acuerdo a ellas. Una vez que hemos etiquetado a alguien, nos resulta complicado quitarle la etiqueta. Por lo general, el carácter ibérico es poco compasivo derivado de un partidismo extremo que se resume en la máximo “O estás conmigo o estás contra mí”. Me resulta muy sencillo echar por tierra esto en las sesiones, pero cuando me olvido de tener a raya esta característica, casi siempre me pasa factura en los procesos. El 90% de personas que conozco no pasaría el mismo examen de admisión en sus propias vidas que ellas mismas exigen a los otros. La vacuna del etiquetado continuo de personas es la compasión, la comprensión del otro a partir de sus limitaciones y fortalezas y no de los nuestros.
  • Enjuiciamiento rápido. Las personas que son de juicio rápido y fácil suelen ser personas que a larga se encuentran con hechos lentos y dolorosos. Y viceversa. He aprendido esto en mi vida y procuro no olvidarlo. No obstante noto que tenemos una capacidad innata para juzgar a los demás con tremendo espíritu crítico (a menudo poco constructivo para ellos) y una incapacidad natural para mirarnos al espejo y ver defectos. El carácter ibérico es en este sentido poco humilde, algo fanfarrón y altamente orgulloso. A lo largo de la Historia se ha conocido a filósofos, soldados, pensadores y gobernantes españoles por su elevado orgullo. La vacuna contra el enjuiciamiento rápido es el pensamiento sistémico, la ciencia del pensamiento cotidiano y el liderazgo diferido.
  • Elevado sentido del honor propio. Distingo aquí el honor propio del honor social. Tenemos un exagerado sentido del honor que es complicado de gestionar porque el “honor” es una cualidad moral. La moralidad es a menudo subjetiva exceptuando casos comúnmente aceptados como inmorales. El honor propio habla de dignidad. Al hablar, casi sin notarlo y de forma inherente al carácter ibérico, tendemos a defender nuestra dignidad o a socavar la ajena. Nos olvidamos de que mucho más noble que el honor propio (ese resquicio nostálgico y entrañable del feudalismo y el Siglo de Oro) existe el honor social. Es decir, la capacidad de honrar a otros, de darles honores u otorgarles concesiones en función de nuestra calidad humana y de la suya. Probablemente de las tres características enunciadas, ésta sea la que más me encuentro a diario en los equipos. Las personas que hablan desde el honor hablan desde el Derecho o el Poder, nunca desde el Interés, y por tanto cualquier entendimiento sobre esta base es imposible. Revisar el artículo Triadas de consciencia. La vacuna contra el elevado sentido del honor propio es un baño de humildad. En lugar de tratar de defenderte del mundo justificando tu dignidad propia, busca ésta en los demás y deja que ellos te muestren la suya. Una buena vacuna contra elevado sentido de honor propio es seguir unas instrucciones para nacer de nuevo o trabajar por sociedades de aprendizaje mutuo.

 

4 FORTALEZAS DE LA CULTURA IBÉRICA

Como complemento a estas tres caracacterísticas de riesgo, en otros artículos de este mismo blog puedes encontrar referencias a características endémicas de la cultura ibérica que suponen una clara ventaja competitiva. Por ello, y para no alargar el artículo, no les dedicaré tanto espacio como a los riesgos. Aún así no quiero cerrar el artículo sin destacar 4 fortalezas que hacen único al carácter ibérico y que debes tener en cuenta en tus equipos:

 

1.- Elevada capacidad de superación y sacrificio Que se demuestra, p.e. en el deporte de élite y los episodios críticos de nuestra historia. Pocos pueblos han sufrido tantas batallas sobre su suelo y han logrado rehacerse con tanta rapidez. A menudo criticamos los procesos de transiciones históricas que ha vivido nuestro país pero olvidamos el tremendo esfuerzo que como sociedad hemos sido capaces de asumir para que estos procesos se llevaran a cabo. Esto tiene un reflejo en las personas. Cuando la historia de tu familia está fraguada con sangre y sudor, es complicado que tú mismo puedas abstraerte de ello.

2.- Fuerte sentido de pertenencia al grupo A todos los niveles familia, amigos, tierra, equipo, marca. Está muy asociado a una lectura positiva del honor propio sobre el honor social y escapa de la tradicional caricatura. Nuestra capacidad de identificarnos con un grupo es también una lectura positiva de nuestro parcialismo.

3.- Alta capacidad relacional Somos de natural apasionados y expresivos con los otros. Y esto -créanme- se envidia en toda Europa, donde las tasas de suicidio, depresión y alcoholismo se disparan mucho más que en España, y donde se envidia la capacidad ibérica para “quedar a tomar algo” o “decir lo que piensas”. En efecto, a veces decimos el ibérico medio dice lo que piensa en exceso, pero a la hora de gestionar personas es mucho más sencillo gestionar la voz que el silencio.

4.- Extraordinaria capacidad resolutiva y creativa con los mínimos recursos Es quizás la más interesante de estas 4 fortalezas a nivel de equipos porque va implícito en nuestra educación y nuestra historia “ser apañaos” y  “sacar las cosas adelante”. Más de un gestor de otras culturas y entornos daría su brazo por contar con personas resolutivas y creativas cuando los recursos o el momento no acompaña.

 

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8 claves del cambio intencional

8 claves del cambio intencional

Fotografía de los Agentes de Transformación intencional (GAIT nov 2014, Madrid)

Fotografía de la familia de Agentes de Transformación intencional (GAIT nov 2014, Madrid)

 

“Me encanta que los planes salgan mal”

A propósito de la famosa frase de Anibal Smith

 

El presente artículo es un texto constructivo sobre algunas de las claves que Moliní compartió con nosotros en el encuentro GAIT (Glocal Agents of Intentional Transformation) que tuvo lugar en Madrid el 28 y 29 de noviembre de 2014. Comparto hoy contigo, lector o lectora, las lecciones magistrales de una persona dedicada al cambio cultural durante los últimos veinte años de su vida. Entre comillas aparecen sus lecciones literales, fuera de ellas reflexiones propias. Gracias a Miriam Moreno por las fotografías. Comenzamos.

 

REFLEXIÓN PREVIA

No quiero exponer hoy aquí la metodología completa de Moliní sobre el cambio intencional. Eso pertenece a su propio modelo de trabajo del que es propietario y facilitador. Mi intención es compartir tan solo las bases prácticas que a mí me han resultado interesantes para una posible aplicación en tu realidad diaria.

Por otro lado es importante comprender que lo que aquí se refleja no es la verdad sobre el cambio, sino una aproximación más a ella de acuerdo a la propuesta subjetiva de un profesional experimentado.

El lector identificará en la teoría del cambio de Moliní no pocos elementos de la Escuela Gestalt de comprensión integral del individuo sumados a la teoría del cambio de Nardone y Watzlawick (Escuela de Palo Alto).

Estas son las 8 claves para trabajar el cambio intencional:

 

1.- INTERIORIZAR QUE “NADIE CAMBIA SI NO QUIERE”

La actitud de cambio está basada en la voluntad propia. Los cambios no se pueden imponer si queremos que sean efectivos. Los cambios llegan y tienen el ritmo de aquellos que desean formularlos y asumirlos. La única forma que conozco de disfrutar del cambio es compartirlo. El mundo no es de los sabios sino de los soldados con auténtico propósito. El conocimiento es fundamental pero nunca es determinante. Ninguna persona está más viva que aquella que compromete cada día su vida en lo que hace. Y este tipo de personas, hábiles para el cambio, formulan y acuerdan sus propias condiciones, nunca asumen las de otros.

Trabajando la vocación y la profesión en el GAIT 2014, Madrid

Trabajando la vocación y la profesión en el GAIT 2014, Madrid

 

2.- PRACTICAR LA COMPASIÓN PARA EL CAMBIO 

“Como profesionales del cambio es fundamental identificar las andaduras (gaits) de otros profesionales con intereses similares a los nuestros en el ánimo de practicar el cambio de acuerdo a nuestra vocación transformadora, sin ponernos en peligro a nosotros mismos o a los demás, por medio de la compasión hacia aquellos que quieren cambiar”.

La compasión (del latín cumpassio, calco semántico o traducción del vocablo griego συμπάθεια (sympathia), es una palabra compuesta de συνπάσχω + = συμπάσχω, literalmente “sufrir juntos”, “tratar con emociones …”, simpatía) y además es un sentimiento humano que se manifiesta a partir de la comprensión del sufrimiento de otro ser. Más intensa que la empatía, la compasión es la percepción y comprensión del sufrimiento del otro, y el deseo de aliviar, reducir o eliminar por completo tal sufrimiento. Cuando hablamos de ser compasivos con aquellos que quieren cambiar, nos referimos a comprender el sufrimiento inherente a cualquier proceso de cambio en las personas. Situarnos en la perspectiva de la compasión nos ayuda a no ser excesivamente duros y ahondar en la debilidad de las personas, para focalizarnos en la comprensión de su sufrimiento (su mantenimiento del dolor).

Hace poco explicaba en el marco de una sesión de facilitación a un equipo directivo de un hospital, la diferencia que existe en la mayoría de culturas no teistas orientales entre la comprensión del “dolor” y la del “sufrimiento”. El dolor es algo inevitable y responde a una pulsión física u orgánica, el sufrimiento es la elección que nosotros hacemos respecto al mantenimiento o la gestión de ese dolor. Toda organización y todo equipo manifiestan dolor y sufrimiento. Como agentes de cambio y facilitadores debemos acompañar los dos. La compasión es clave en este tránsito.

Decía el maestro Edgar Schein que todo cambio trascendente es duro, lento y doloroso. Lo que sirve a nivel físico y biológico para la recuperación de nuestras enfermedades, sirve a nivel organizacional para los cambios culturales. El ser humano y las construcciones de sistemas basadas en seres humanos, no pueden evadirse de su naturaleza. Antes bien, conviene aceptarla desde el principio.

Detalle del trabajo sobre el método de Transformación Intencional

Detalle del trabajo sobre el método de Transformación Intencional

 

3.- COMPRENDER EL MARCO DEL CAMBIO INTENCIONAL

El marco global de trabajo para perseguir la transformación intencional se basa en cinco estadios que se corresponden, de acuerdo a Moliní, con los paradigmas de la historia de la Humanidad y con nuestro día a día (en nuestra vida, trabajo, equipos, organizaciones). El lector o lectora identificará enseguida el paralelismo entre este marco conceptual y muchas teorías sociológicas y psicológicas de conciencia arraigadas en la práctica del acompañamiento. El marco bebe también de la historia de la filosofía de la ciencia en la que me inicié hace unos años gracias a mi buen amigo y maestro Javier Taravilla.

Moliní habla del marco conceptual global del cambio intencional

Moliní hablando del marco conceptual global del cambio intencional

 

Como siempre no es tan importante entender esta fotografía como proceso unívoco sino como un marco para la toma de conciencia de dónde estamos y dónde queremos estar:

  • El estadio del MIEDO: Un sistema de creencias reptiliano que articula la convivencia, la comprensión del mundo y el comportamiento humano alrededor del miedo. Cuando estamos en MIEDO pensamos en sacrificios. Es un estadio primario que necesitamos detectar y superar en los niveles personal y colectivo.
  • El estadio REDUCCIONISTA: Un sistema de creencias basado en la causalidad lineal, en la reducción de la realidad a modelos lineales comprensibles desde la sencillez y el entendimiento humano. Es un enfoque muy extendido según el cual la reducción es necesaria para resolver diversos problemas o retos de conocimiento. Cuando estamos en REDUCCIONISTA solemos relacionar con cierta facilidad conceptos, objetos y sucesos que parecen explicar otros. Vivimos en un reduccionismo constante en el que entendemos la vida a partir de nuestro prisma. El eje conocido de cambio es el paso del estadio reduccionista al sistémico…
  • El estadio SISTÉMICO: Un nuevo paso más en el que comprendemos que la causalidad lineal no siempre es efectiva, sobre todo en las relaciones humanas. En este estadio accedemos a comprender lo que ocurre desde la interconexión no lineal y compleja, esto es, utilizando dos lecciones básicas de dos maestros: La primera es de William Ury y la denominó hace décadas “subirse al balcón” o ejercer el derecho a la práctica del distanciamiento para entender lo que pasa. La segunda es de la escuela sistémica (muy comentada ya en este blog) y se basa en comprender la realidad DESDE la suma de las realidades de otros y está basada en la Teoría de Sistemas. “De alguna forma lo que trabajamos en el estadio sistémico es la aceptación de que si empujamos en una dirección, no podemos saber qué va a provocar o activar esa fuerza”. Reamente “Somos capaces de mantener la perspectiva sistémica pero en el momento en el que ejecutamos tendemos a ser reduccionistas”. Como profesionales del cambio vivimos esta continua resistencia que nos obliga a veces a intentar convencer, machacar o reducir la realidad del otro con nuestra propia realidad o modelo. Por eso, según Moliní el eje no explorado de cambio es el paso del estadio sistémico al de campo…
  • El estadio de CAMPO: En él tendemos a comprender la realidad desde el contacto. No tememos bajar al terreno. “No nos podemos mojar y guardar la ropa”. No es tan importante lo que nosotros creemos que puede pasar o conservar nuestro rol objetivo como saber realmente lo que pasa desde aquellos a quienes les pasa. En el estadio de campo, en palabras llanas, nos mojamos. Lo prioritario aquí es simpatizar con lo que pasa y creo que el riesgo gestáltico derivado -y altamente peligroso- es el que me mostró hace unos meses mi compañera Uxue Ibarrola: Se trata del riesgo de confluir. La confluencia es ese resorte por el cual nuestra mente es capaz de anular nuestras emociones y percepciones perdiendo identidad en favor de las emociones o percepciones de aquellos a los que queremos comprender. En nuestra voluntad de comprender al otro, nos anulamos.
  • El estadio de UNO: Esta es una visión puramente espiritual y muy trabajada de la realidad y creo que entronca directamente con las nuevas teorías de conciencia y con la trascendencia religiosa en general. En el estadio de UNO entendemos y vivimos de acuerdo a un sistema de creencias integrador el que somos uno con el sistema a través del amor y la compasión por el resto de elementos de ese sistema.

 

4.- DETECTAR LAS REACCIONES AL CAMBIO

Aquellos que vivimos a diario procesos de cambio o aprendizaje intensivos en equipos solemos encontrarnos un catálogo muy reducido de reacciones. El que más respeto es el que Giorgio Nardone realiza en su estudio Más allá del miedo, continuamente reeditado en multitud de editoriales y disponible íntegramente aquí. Suelo trabajar con los equipos la detección de lo que Nardone denomina los 4 guiones perceptivo-reactivos, a saber, evitación (huida del problema), solicitud de ayuda (hasta el punto de no poder vivir solos), control que hace perder el control (hipocondria vital), y rituales tranquilizadores (el famoso cuento del loco que aplaude para que no haya elefantes).

Moliní no obstante destaca tan solo 3 reacciones al cambio: parálisis (a menudo por análisis o por impacto excesivo o indigesto), pelea (o reacción primaria de conflicto ante lo desconocido o incontrolable) y huida (lo que Nardone llamó evitación).

Pre-sesión

Pre-sesión

 

 

5.- RESOLVER LA HERIDA: IR DE LA PIEDRA A LA PERLA

Llevo conmigo las heridas de las batallas que he evitado

maestro Fernando Pessoa

 

Quizás este sea el aprendizaje más interesante de la teoría de cambio intencional formulada por Moliní.

“Todos tenemos al menos una piedra y siempre una perla. La piedra representa nuestra herida, aquello que nos marca y nos genera dolor o sufrimiento. No solemos mostrar la piedra y solo es útil compartirla con aquellos en los que más confías. Pero también tenemos la capacidad de encontrar y mostrar nuestra propia perla, aquello que nos mueve, nuestro anhelo. Este es el catálogo de piedras y posibles perlas asociadas”:

  • Humillación > Empoderamiento
  • Abandono > Inclusión
  • Escasez > Bienestar
  • Absurdo > Sentido

“El camino vocacional consiste en identificar tu herida y encontrar una proyección de solución en el mundo a través de la formulación de tu perla”

“Proyecta desde el anhelo (la perla) y no desde la herida (la piedra)”

JAO y yo trabajando sobre el cambio intencional de una organización

JAO y yo trabajando sobre el cambio intencional de una organización

 

6.- DISTINGUIR ENTRE EL LIMÓN REAL Y EL LIMÓN IMAGINADO

“Cerrad los ojos. Imaginad que estáis en un lugar apartado del mundo, en una playa paradisiaca de vacaciones. El sol está en lo alto y vosotros estáis disfrutando de ese maravilloso día soleado. Notáis cómo vuestra piel se dora y la temperatura de vuestro cuerpo poco a poco sube. Tenéis sed, tenéis mucha sed de repente. Acudís a un chiringuito y no tienen nada de beber. Veis a lo lejos una fuente a dos quilómetros de distancia. Camináis lentamente hacia ella al principio y a medida que os aproximáis cada vez más rápido. Al llegar veis que no tiene agua. Decidís ir entonces a vuestro apartamento. Pero pensáis que está lejos. Son cinco quilómetros por un camino de polvo. Intentáis coger un taxi pero no hay, de modo que vais andando. Sentís vuestra garganta seca. Al fin llegáis al portal y acudís al ascensor. Pero no funciona. Son cinco pisos. Subís andando muy deprisa. Abrís la puerta, vais a la cocina. Abrís entonces el frigorífico para beber agua bien fría. Pero solo hay un limón. Decidís hacer una limonada. Abrís el grifo pero no hay agua. Entonces abrís la boca y ponéis el limón encima de ella y lo exprimís. ¿Qué sentís?”

“El cerebro humano no está capacitado para distinguir entre lo que puede provocar una sensación provocada sobre algo real y una sensación que está provocada por algo imaginado o en lo que creemos. Por eso da igual si nuestras heridas de humillación, abandono, escasez y absurdo son reales o imaginadas. Nuestro cerebro va a reaccionar de la misma forma tanto si algo está pasando de verdad como si creemos que está pasando. Aprended que a veces vuestra herida o la de otros también puede ser un limón imaginado y no por eso deja de dolerle”

 

Rueda de recopilación de datos e hipótesis

Rueda de recopilación de datos e hipótesis

 

7.- SER CONSCIENTES DEL CAMBIO QUE TENEMOS Y/O QUEREMOS

A la hora de afrontar el cambio, es necesario que tengamos claras algunas cosas. Moliní nos recuerda en una breve matriz el terreno de batalla en el que cada uno de nosotros puede encontrarse en un determinado punto de la prestación de servicios de cambio (la facilitación ya sea interna o externa) o de la contratación o compromiso de cambio (desde el punto de vista del usuario o cliente de ese cambio). Desde este prisma, es importante aprender y ser conscientes que tenemos:

  • Proyectos suicidas: Cuando estamos realizando un proyecto que no forma parte de nuestra vocación y el usuario de cambio además no lo quiere. Son los típicos proyectos que se enredan y se enredan sin saber cómo se ha llegado a eso hasta el punto de que no somos capaces de salir de ese bucle ahondando en la herida del absurdo.
  • Proyectos secuestrados: Nosotros estamos facilitando un cambio en el que no creemos que no tiene que ver con nuestra vocación pero el cliente sí cree que es necesario y sí lo quiere. Son proyectos ejecutados en base a la supervivencia, es decir, con una expectativa mínima de ambición por el cambio. Son necesarios y útiles pero no responden a lo que realmente queremos. Hacen falta pero no son completamente honestos.
  • Proyectos troyanos: Estamos convencidos de algo en lo que queremos que el cliente o usuario del cambio participe. Es necesario cuidar el lenguaje y formato de impacto e inmersión de estos proyectos.
  • Proyectos genuinos: Muy ligados al concepto de participación genuina de Moliní. Proyectos en los que partimos de lo que la gente quiere y sumamos a eso lo que nosotros podemos ofrecer. Es el escenario ideal para el cambio.


proyectos

 

8.- CONVIVIR CON LA RESISTENCIA NECESARIA

“El cambio deseado no es el cambio posible”. “Nos hace falta resistencia para el cambio”. “La resistencia es asistencia”. No podemos comprender nuestro cambio ni formular su diseño desde la negación o la lucha contra la resistencia. Antes bien resulta mucho más útil y real asumir que existirá cierta resistencia.

Esta lección del cambio intencional suelo interiorizarla trabajando con equipos la curva de adopción tecnológica y extrapolando esa curva a una posible curva de adopción del cambio. En dicha curva, lo útil no es eliminar a los que más tardan en comprender y compartir el cambio, sino hacerles partícipes del cambio a través de sus ritmos y voluntades durante el proceso. En procesos de cambio lo útil es respetar y lo inútil tratar de machacar. El verdadero facilitador del cambio es un auténtico vigilante del respeto.

 

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Gracias especiales por su comprensión, apertura y calidad humana durante el aprendizaje a Jose Miguel Bolívar, Alfonso Romay, Antonio José Masía, Paz Garde, Cruz Guijarro, Jaime Izquierdo, Paula Aguiló, Pablo Retana, Marimar Etxebeste, M´angel Manovell, Isabel Sánchez Mugarra, Antia López y Jose Antonio Ojeda.

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Espero que este artículo te resulte práctico y útil en tu proceso de cambio. Si necesitas asesoramiento o compañía profesional en ese cambio estos son nuestros servicios.

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¿Qué es la Facilitación Total?

¿Qué es la Facilitación Total?

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“Para encontrar algo, lo que sea -una gran verdad o unas gafas perdidas- primero debes creer que te servirá de algo encontrarlo.”

(All the king´s men, Zaillian, 2006)

 

EL ABORDAJE

El presente artículo está especialmente escrito para facilitadores, agentes de cambio e intraemprendedores. En él conoceréis una nueva práctica que he formulado y estoy ejecutando desde hace un tiempo. Está basada en diversas teorías y aproximaciones sociales a tres procesos que todo facilitador/a favorece a un mismo tiempo en la práctica de su trabajo diario:

  • El proceso de aprendizaje. Entre ellas me resultan especialmente sugerentes la teoría socio-cultural de Vygotski (1987), toda la corriente construccionista (una gran cantidad de autores), las 3 dimensiones descriptiva, comparativa y crítica en el aprendizaje formuladas por Jay y Johnson (2002), el aprendizaje mutual (los métodos WELL), el aprendizaje basado en problemas (el PBL de Barrows, 2008), el aprendizaje basado en proyectos (K.Frey, 1982), el aprendizaje cooperativo (Huber, 2004), el aprendizaje organizacional (Argyris), el aprendizaje situacionista (Brown, Collins y Duguid, 1989) y el pensamiento sistémico (Senge, Ancona, Malone,… a finales de los 90). Añado además el aprendizaje experiencial llamado de muy diversas formas y que yo personalmente viví bajo el concepto “learning by doing” (aprender haciendo) durante 2 años bajo el modelo de Tiimi Akatemia.
  • El proceso de cambio. A nivel individual los trabajos de la Escuela de Palo Alto (en concreto de Watzlawick), y de Charles Handy (sobre cambio cultural) y a nivel organizacional y dialógico sin duda me resultaron fundamentales las propuestas de Edgard Schein.
  • El proceso de crecimiento. Desde Barrett y sus valores a Scharmer, Quinn, Marsick y Cooperrider a nivel organizacional. Y en lo relativo a equipos desde Goldsmith y Drexler y Sibbet como modelos más extendidos a las fascinantes propuestas de Wageman, Hackman, Katzenbach y Lencioni entre una gran cantidad de estudiosos.

Mi trabajo ha consistido tan solo en poner todo esta panoplia de teorías en práctica en el mundo de las organizaciones de una forma eficaz, responsable y coherente. Es importante destacar que existen una gran cantidad de aproximaciones a todas estas perspectivas en el mundo educativo, y sin embargo el concepto de “organizaciones que aprenden”, es decir, su aplicación en los ámbitos laborales más allá de la escuela, es relativamente novedoso en la actualidad. Esta es sin duda mi experiencia. De hecho los agentes de cambio llevamos solo 10 0 15 años introduciendo estos nuevos modelos en las estructuras tradicionales de trabajo de una forma seria y rigurosa.

 

EL SENTIDO

Uxue en modo Facilitación Total con un equipo

Uxue en modo Facilitación Total con un equipo

Lo que hoy quiero compartir con la red es una práctica concreta de acompañamiento para personas, equipos y organizaciones que va tomando forma sesión tras sesión en las diferentes intervenciones que realizamos. Es sencilla y directa pero requiere de un alto nivel de presencia y experiencia por parte del facilitador. Se trata de algo revolucionario y que empieza a ser una marca de identidad de la iniciativa. Está despertando interés entre los facilitadores y genera resultados y opiniones muy favorables en los equipos que lo experimentan (9,7 sobre 10 a nivel de satisfacción). Creo con sinceridad que es un soplo de aire fresco que viene a ocupar un espacio hasta ahora vacío en la familia de prácticas de acompañamiento.

Hoy compartiré contigo los rudimentos básicos de lo que he denominado TÉCNICA DE FACILITACIÓN TOTAL. Antes de hacerlo, quiero hacer un matiz que considero necesario: No es mi intención generar otro nuevo chiringuito en la ya saturada primera línea de playa del acompañamiento a personas, equipos y organizaciones. En primer lugar porque sabéis que no soy amigo de adueñarme de discursos, métodos o herramientas sino tan solo de utilizarlos y adecuarlos continuamente a las diferentes realidades. Y en segundo lugar porque tenemos una gran cantidad de prácticas que siguen resultando altamente útiles y que desde la iniciativa seguimos empleando en algunas intervenciones. Entre ellas destaco la práctica del mentoring, las diferentes escuelas de coaching y la propia práctica de la facilitación. De hecho la facilitación total, aunque incompatible con cualquier escuela de coaching que conozco, es sin embargo complementaria al mentoring y -claro está- a algunas prácticas actuales de facilitación.

Por otro lado, quizás sea necesario comentar antes de continuar, que somos más fieles a la FACILITACIÓN TOTAL si nos limitamos a vivirla y experimentarla que a intentar seguir a rajatabla lo que voy a exponer a continuación. En la esencia de esta forma de hacer y trabajar va implícita que cada persona tiene su gracia, naturalidad, personalidad, carácter, ritmo, ideas, riqueza,… y que por tanto el entorno de FACILITACIÓN TOTAL debe tan solo ser el lugar en el que todo esto fluya con mayor facilidad. Continuamos:

 

LA PRÁCTICA

Qué es. La técnica de FACILITACIÓN TOTAL es un práctica humanizadora que permite al facilitador escapar de la obsesión por ser fiel a un modelo y abrazar el foco en ser fiel a sí mismo y a la necesidad de las personas. Facilita la empatía y comprensión de las personas más allá de las etiquetas y los conceptos. La facilitación total tiene que ver más con fomentar un clima cómodo, ameno y amigable de aprendizaje mutuo basado en la conexión y la confianza que con ser fieles a un determinado rito a seguir en nuestra relación. Lo profesional en facilitación total es olvidarnos de querer convencer y llegar a otro, para comenzar a permitir que llegue a sí mismo y a los otros por sí solo.

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Modelo integral de FACILITACIÓN TOTAL

 

La base. En la cultura oriental se denomina samskaras a los ritos, estructuras, creencias o sistemas que condicionan nuestra realidad. Supuestamente modelan nuestro camino pero en la mayor parte de ocasiones limitan el YO interior de las personas que es libre, creador y voluntario. En la realidad, lo que vivo a diario es que todos -incluyo a los facilitadores- tenemos un elevado peso en la mochila y una gran cantidad de creencias a las espaldas que necesitamos continuamente esparcir sobre los otros. Ya sea en forma de matrices de colores o en forma de mesiánicas fórmulas de redención empresarial. Al hacer esto, estamos condicionando el aprendizaje total de las personas que además -por sí mismas- ya vienen con sus propias mochilas y creencias.

Desaprender para aprender. En facilitación total se trata de desmodelar la realidad en la medida de lo posible, de no imponer sino sugerir, de adoptar una facilitación asertiva de igual a igual que permita a los demás ser parte de una nueva realidad común que se construye entre todos. El facilitador por tanto debe ser integrador y practicar la coherencia. Para ello debe asumir que él (o sus modelos, creencias y prácticas) no son prioritarios respecto a la realidad de las personas cuyo aprendizaje facilita. En contra de lo que otros modelos predican, la practica de la FACILITACIÓN TOTAL implica que la riqueza del aprendizaje está en el grado de sinceridad, apertura y exposición al grupo que el facilitador sea capaz de generar desde el inicio. Y si puede ser con su propio ejemplo, mejor.

Esto es, como facilitador tengo que decirme a mí mismo en todo momento que antes que cualquiera de las cosas que ya tengo aprendidas, vengo allí a dejar que otros aprendan y a aprender. Debo relajarme y confiar en lo que soy. De este modo yo también desmodelo mi realidad y practico la coherencia porque es lo que pido a los demás que hagan. Por esto siempre digo que en este contexto de trabajo (abierto, sincero, honesto) la propia práctica es por sí misma el gran aprendizaje, el resto de cosas son tan solo pinceladas de detalle.

Somos personas. Por otro lado como facilitador debo asumir -y aquí viene la verdadera innovación- que TAMBIÉN SOY UNA PERSONA. Es decir que puedo -como cualquier otro- equivocarme y que tengo -como cualquier otro- enormes defectos y vías de aprendizaje que puedo explicitar y compartir si así lo necesito. Nada de esto va a condicionar, limitar o coaccionar el aprendizaje de los otros.

 

LOS 3 EJES DE REFERENCIA en FACILITACIÓN TOTAL

Como el lector habrá observado ya, en FACILITACIÓN TOTAL existen tres ejes de referencia (CPA) para el facilitador y las personas que son, progresivamente, los siguientes:

  • La consciencia. Contraria a la perfección. Es decir, no persigo que el equipo me vea como un experto en algo sino que me vea como una persona más que simplemente puede que conozca algunas destrezas y quiera compartirlas. Como tal, también me equivoco y no por eso soy menos profesional sino todo lo contrario. La consciencia adecuadamente entrenada favorece la relajación del facilitador.
  • La presencia. Contraria a la ausencia. Se resume en dos reglas básicas que el maestro Moliní suele compartir en sus sesiones: 1) Lo que está pasando es lo que tiene que pasar. 2) Los que estamos aquí somos los que tenemos que estar. En facilitadores con un alto grado de experiencia, la presencia bien entrenada puede traducirse en la famosa máxima Wu-Wei: Limitarse a no estar y no ser pero estar presente en esa ausencia.
  • La autoridad. Contraria al poder. Muy próxima a la autenticidad. A partir del equilibrio y la coherencia continuas, genero confianza en los demás que me otorgan autoridad. Evitamos el reproche y practicamos la consciencia. Como bien señalaba mi compañera Uxue, la autoridad se tiene cuando te la dan otros VS El poder lo tomas y lo ejerces contra otros. La autoridad es un hábito a practicar.

 

"Si un huevo se rompe desde afuera, la vida termina. Si un huevo se rompe desde dentro, la vida comienza. Las grandes cosas siempre comienzan desde el interior" Una persona en una sesión de Facilitación Total

3 ejes de referencia en FACILITACIÓN TOTAL

 

3 FACTORES Y PERSPECTIVAS en FACILITACIÓN TOTAL

Ayuda a esto último, ser consciente como facilitador -y hacer que las personas también sean conscientes- de los tres factores y perspectivas que siempre intervienen en un proceso de aprendizaje en la técnica de FACILITACIÓN TOTAL:

  • Las personas: PERSPECTIVA HACER. Son protagonistas de su realidad. Son libres. Generan, experimentan, intercambian y autorregulan su aprendizaje. Son espectador y participante del aprendizaje, el cambio y el crecimiento. Acuerdan las reglas que van a cumplir y estructuran el aprendizaje propio (individual y mutual). Toman decisiones en equipo. Nada a lo largo del aprendizaje -repito: NADA- es útil si las personas no lo aprueban o deciden que es útil. Son consumidores de la realidad de otras personas. Porque ningún cambio de otras personas se logra desde mi realidad sino desde la de ellas. Son aceptadores de la realidad de otras personas. Porque ningún cambio de otras personas se logra desde la realidad que yo quiero que tengan sino desde la realidad que ya tenemos. Son opinadores de la realidad de otras personas (describen, comparan, critican). Porque nadie puede omitir sus juicios en un ejercicio de aprendizaje mutual, incluidos los facilitadores.
  • El aprendizaje: PERSPECTIVA HACIENDO . Lo que se comparte. El conocimiento dinámico, aplicado y aplicable que fluye y se genera entre todos. Requiere la práctica de CRA1 constante: (Conciencia + Responsabilidad + Acción) sobre un equilibrio abstracto/concreto y además la práctica de CRA2 constante: (Confianza + Realidad + Autenticidad). Tiene dos ritmos a mantener: el ritmo del aprendizaje individual de cada persona y el ritmo del aprendizaje mutual de todas las personas. En ningún momento el facilitador tiene la capacidad o el poder de decidir sobre cualquiera de los dos. Son las personas las que configuran su estructura y ritmo de aprendizaje.
  • Los facilitadores: PERSPECTIVA DEJAR HACER. Recogen el aprendizaje (mediante anclajes racionales y emocionales) y cuidan de que las personas se cuiden individualmente y entre ellas. Lo fundamental de un facilitador es que nunca NUNCA deje de ser él mismo. Esto implica ser uno mismo con fortalezas y debilidades, practicar la consciencia plena de uno mismo en todo momento. La práctica de facilitación total implica que eso es lo más valioso que una persona le puede dar o enseñar a otra. Por encima de cualquier rol o modelo, ahí es donde reside el valor de la facilitación total. En que el facilitador es en definitiva uno más que viene a vivir y ser parte del aprendizaje y de la realidad de las personas aportando su experiencia y habilidades adquiridas de igual a igual. Son siempre fieles a la necesidad emergente de las personas. Esto significa predicar con el ejemplo y tener la mente y el alma siempre presentes en dejar de aplicar modelos y empezar a adaptarse a personas.

 

3 factores y perspectivas en FACILITACIÓN TOTAL

3 factores y perspectivas en FACILITACIÓN TOTAL

 

Por otro lado, como persona y como facilitador, hay un indicador clave para saber que no estoy haciendo algo bien en una intervención. Y es este: Cuando lo que digo está siendo más importante que lo que soy, es decir cuando me preocupa más convencer de algo que mostrar lo que soy, pienso y siento, algo seguramente esté yendo mal.

Mi experiencia practicando FACILITACIÓN TOTAL es que no es necesario aportar muchos detalles sobre lo que se va a vivir sino que es el propio rodaje y el acto de dar responsabilidad a las personas sobre su realidad, lo que configura el enorme potencial del aprendizaje. A algunos tips que Shuell (1986) resumió para favorecer la participación del alumno en su aprendizaje, añado otros que creo interesantes para practicar la FACILITACIÓN TOTAL en el siguiente listado:

  • APRENDIZAJE ACTIVO: No es posible aprender por otra persona. Cada persona aprende por sí misma. Respetémoslo.
  • APRENDIZAJE AUTORREGULADO: Cada persona debe percibir, evaluar y retroalimentar sus propias actividades. A la hora de recoger aprendizajes no es necesario interpretar por otros, sino hacer que todas las personas sean conscientes de lo que ha ocurrido.
  • APRENDIZAJE CONSTRUCTIVO: Cada persona interpreta la realidad a partir de sus propias experiencias y opiniones. No vemos lo que es sino lo que somos. Es importante en este sentido asumir que las realidades duales escasean y que prácticamente nada es bipolar o binario sino gradual o graduable.
  • APRENDIZAJE SITUADO: Cada persona aprende en relación a su contexto. El contexto de aprender ofrece posibilidades de aplicar conocimientos adquiridos. Algo va mal en FACILITACIÓN TOTAL cuando lo que aprendemos no lo estamos practicando. Cuando por ejemplo decimos que vamos a hacer algo, y no lo estamos haciendo ya (mientras hablamos o en la misma sala para ejemplificarlo).
  • APRENDIZAJE SOCIAL: Cada proceso de aprendizaje y enseñanza es social. Todo aprendizaje individual es social. Por mucho que queramos entender que cada persona es un mundo, lo cierto es que el mundo son todas las personas. Partir de aquí nos ayudará a encontrar elementos de crecimiento, cambio y aprendizaje continuos. Puntos de unión, sinapsis.
  • APRENDIZAJE A PARTIR DE LA REALIDAD: No es posible eliminar nuestras expectativas, tan solo es posible gestionarlas. Igualmente no es útil aprender a partir de ellas, sino que lo útil es aprender a partir de la propia realidad. Más allá del PBL (Aprendizaje Basado en Proyectos) ¡qué revolucionario sería si practicáramos el RBL (Aprendizaje Basado en la Realidad). En FACILITACIÓN TOTAL debemos tener el foco en lo práctico y real, lo que olemos, tocamos y sentimos cada día.
  • APRENDIZAJE CONSCIENTE: Cada persona experimenta siempre un mismo proceso de aprendizaje: 1) Incompetencia inconsciente 2) Incompetencia consciente 3) Competencia consciente 4) Competencia inconsciente

Por último he de decir algo muy positivo acerca de esta práctica y es que personas muy diferentes entre sí -a veces incluso opuestas- han sido capaces de disfrutar este contexto de aprendizaje relajado y de confianza. Esto ha generado un clima de entendimiento (respeto) y de exposición (compartir) desde el primer momento (primera media hora-hora). Esto para cualquier facilitador es algo mágico ya que generalmente las personas suelen tener ritmos mucho menores. Desde la iniciativa vamos a seguir incluyendo este tipo de prácticas de acompañamiento entre nuestra actividad y pronto esperamos compartir mejores y peores prácticas entre todos.

 

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